21 de noviembre 2019
El Gobierno de Estados Unidos se sumó a los países y organizaciones internacionales que han condenado la actuación de la Policía del régimen contra unas madres en huelga de hambre, y la detención de unos 13 jóvenes que intentaron auxiliarlas. En un comunicado, el Departamento de Estado dijo sobre los agentes policiales: “No son los protectores del pueblo nicaragüense. Son sus represores”.
El Departamento de Estado expresó además “su profunda preocupación por la salud y la seguridad de los familiares de los presos políticos nicaragüenses, que están bajo asedio en la Iglesia San Miguel Arcángel en Masaya”.
Diez madres de presos políticos cumplieron este jueves ocho días en huelga de hambre, para exigir la liberación de sus hijos. Las mujeres fueron encerradas ilegalmente por la Policía, junto al párroco de la iglesia, Edwin Román, la abogada Yonarqui Martínez y dos excarcelados políticos. Todos están en el interior del templo, al que le cortaron los servicios de agua y energía eléctrica.
Resaltó que “el asedio del régimen de Ortega a un lugar de culto es inaceptable, al igual que los arrestos de más de una docena de personas que intentaban ayudar a los huelguistas de hambre”.
“Policía represora”
“Los arrestos y los cargos fabricados contra los nicaragüenses que buscaban ayudar a los huelguistas de hambre, demuestran una vez más que la Policía Nacional de Nicaragua no son los protectores del pueblo nicaragüense. Son sus represores, respaldando el Gobierno autoritario de Daniel Ortega”, subrayó el comunicado.
“Nos solidarizamos con todos los prisioneros políticos de Nicaragua, así como con aquellos que trataron de brindar alivio a los huelguistas de hambre”, agregó.
Trece jóvenes fueron detenidos el jueves 14 de noviembre luego de entregar agua y ayuda humanitaria a las madres. Tras dejar los víveres, los jóvenes se montaron a sus vehículos y salieron rumbo a Managua, pero a unas tres cuadras fueron interceptados por patrullas policiales. La Fiscalía del régimen los acusó el lunes pasado de tráfico de armas, ya que supuestamente en los carros traían 12 bombas molotov, una escopeta con 16 unidades de munición calibre 12, tres pistolas y cuatro armas de fuego artesanales.
El Departamento de Estado consideró que “ya es hora de que el régimen de Ortega libere a los más de 130 presos políticos, que sigue manteniendo en contra de sus compromisos bajo el diálogo nacional”.
“Estados Unidos está listo para usar todos los medios económicos y diplomáticos a nuestra disposición para apoyar los llamados del pueblo nicaragüense a una restauración de la democracia”, concluyó el comunicado.