19 de noviembre 2019
La líder estudiantil Amaya Coppens Zamora, de 25 años, fue maltratada por la Policía del régimen, que la mantuvo por cuatro días en una celda de castigo de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), cárcel conocida como Nuevo Chipote. La joven, de nacionalidad belga y nicaragüense, fue detenida ilegalmente el pasado jueves junto a otros 12 jóvenes por llevar agua y medicinas a diez madres de presos políticos, que realizan una huelga de hambre para exigir la liberación de sus hijos.
En la celda de castigo hay dos camas de concretos con colchones mohosos, que provocaron ataques de asma a la joven. Igualmente tiene una pila para agua, pero los carceleros la tenían vacía el viernes, cuando recluyeron a Coppens, quien pasó dos días sin beber agua. La llave de agua se abre desde el exterior.
Los padres de la joven informaron a Confidencial que ella ya fue sacada de ese calabozo y trasladada a una celda común con otras dos jóvenes.
Los custodios activaron la llave la noche del sábado y la dejaron así hasta el mediodía del domingo, por lo que el piso de la celda se llenó de agua. Además que el ruido no permitió dormir a la joven, según un informe de Maynor Curtis, abogado defensor de Coppens.
La llave fue nuevamente abierta la noche del domingo y dejada así hasta la mañana del lunes, cuando Coppens fue trasladada a los juzgados de Managua, donde fue acusada —junto a otros 15 nicaragüenses— de tráfico de armas.
Sin ventilación y luz solar
En la celda hay un hoyo de unas cuatro pulgas de diámetro, que evita que la celda se inunde cuando dejan abierta la llave de agua. Es en ese orificio que la joven debía hacer sus necesidades fisiológicas.
El informe describe el calabozo como un sitio completamente cerrado, que carece de luz solar y ventilación. La joven se daba cuenta si era de día o de noche, cuando le llevaban la comida.
La celda es iluminada por una bujía que pasa encendida las 24 horas del día, lo que también dificultaba el descanso de la joven.
Golpeada durante detención
El abogado indicó que Coppens fue golpeada al momento de su detención, por lo que presenta moretones en ambos brazos y espalda, y rasguños en el abdomen. También tiene excoriaciones en ambas muñecas, producto de lo “extremadamente” apretadas que le pusieron las esposas.
“Producto de los golpes en la mano derecha, el dedo índice lo tiene con poca movilidad”, escribió.
En el Nuevo Chipote, los custodios no le entregaron una medicación —que le habían llevados sus padres— para problemas con la presión arterial, por lo que la noche del viernes fue llevada de emergencia a un puesto médico de la cárcel, “donde la canalizaron y pusieron cuatro tipos de fármacos”.
Informan al juez
Curtis subrayó que las agresiones policiales y precarias condiciones carcelarias de Coppens fueron informadas al juez suplente Cruz Zeledón, del Juzgado Quinto de Distrito Penal de Audiencia, quien ordenó a Medicina Legal hacer una valoración médica, y giró un oficio a la DAJ para que todos los presos tengan el mismo “trato carcelario”.
Esta es la segunda ocasión en que el régimen encarcela a Coopens, quien el año pasado fue acusada de terrorismo, aunque salió libre en junio de este 2019, gracias a una controvertida Ley de Amnistía, aprobada por el régimen para exculpar de delitos a los policías y paramilitares que asesinaron a cientos de nicaragüenses, durante la rebelión cívica de 2018.
La líder estudiantil fue detenida luego de entregar agua y ayuda humanitaria a las madres, secuestradas por la Policía del régimen en el interior de la iglesia San Miguel Arcángel en Masaya. Tras dejar los víveres, los jóvenes se montaron a sus vehículos y salieron rumbo a Managua, pero a unas tres cuadras fueron interceptados por patrullas policiales.
#PresosPolíticos: Amaya Coppens Zamora, la chavala de la eterna sonrisa
Además de Coppens, los acusados son: Neyma Hernández Ruiz; Ivania Álvarez Martínez; Wendy Juárez Avilés; Olga Valle López, Olama Hurtado Chamorro, José Medina, Hánzel Quintero Gómez, Atahualpa Quintero Morán, Jesús Téfel Amador, Roberto Buchting Miranda, Melvin Peralta Centeno, Derlis Hernández Flores, Marvin López Ñamendiz, Wilfredo Brenes Domínguez, Jordan Lanza Herrera. Trece de los jóvenes son miembros de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB).