18 de noviembre 2019
El sacerdote Edwin Román, quien este lunes cumple cuatro días de estar sitiado en su parroquia por la Policía de Nicaragua, sufrió dos desvanecimientos por falta de alimentos y medicinas a causa del cerco policial, informó un opositor que también sufre ayuno forzoso dentro del templo.
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“Delicada la salud del padre Edwin Román, sufrió dos desvanecimientos entre la noche de ayer (domingo) y madrugada de hoy (lunes)”, divulgó en su cuenta en Facebook el opositor exconvicto Santiago Fajardo, recluido en la parroquia San Miguel Arcángel, de la ciudad de Masaya, junto con otras 14 personas, incluyendo al sacerdote.
Román, de 59 años, quedó sitiado en el interior de su parroquia el jueves pasado, cuando diez madres de presos políticos iniciaron una huelga de hambre para convencer al presidente Daniel Ortega de que libere a por lo menos 139 nicaragüenses encarcelados por rechazar su Gobierno.
El sacerdote, junto con Fajardo, el periodista Marlon Powell, y la defensora de derechos humanos Yonarqui Martínez, sufren ayuno forzoso, debido a que se encontraban dentro del templo cuando la Policía estableció un extenso cerco en las calles aledañas.
Sobreviviente de cáncer
Román, un sobreviviente de cáncer que en 2018 alcanzó la fama de “héroe”, por salvar de la muerte a decenas de manifestantes durante los ataques armados del Gobierno contra Masaya, advirtió en junio de ese año a Efe que “el pastor da la vida por sus ovejas”.
Además de carecer de alimentos y medicinas, las personas sitiadas no tienen acceso a energía eléctrica ni agua potable, ya que el mismo jueves el Gobierno cortó ambos servicios a la parroquia.
Las autoridades también han impedido que la población asista a las personas encerradas, y han enviado a juicio después de su captura a 13 jóvenes que intentaban llevar agua al templo.
Los sitiados se han mantenido en comunicación con el exterior a través de teléfonos celulares que son cargados en el automóvil del padre, pero temen un ataque armado de la Policía y paramilitares cuando se agote su única fuente de energía.
La vida del “padre Román”, como se le conoce en Nicaragua, era apenas conocida, hasta que estalló la crisis de abril de 2018 y decidió ser “la voz de los que no tienen voz”, según dijo a Efe durante los ataques armados.
Sobrino de sandino
El sacerdote es sobrino nieto del héroe nacional más grande de Nicaragua, Augusto C. Sandino (1895-1934), por la vía materna, ya que su abuela Margarita Calderón era hermana del histórico personaje, que inspiró el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), hoy liderado por Ortega.
Román, un psicólogo de profesión con experiencia en banca, cambió su vida en la década de 1980, y se ordenó como sacerdote en 1990.
El padre Román ya había sufrido un sitio similar en junio de 2018, cuando acogió a heridos, pero fue “rescatado” por un grupo de obispos encabezados por el auxiliar de Managua Silvio Báez y el cardenal Leopoldo Brenes, horas antes de un supuesto ataque armado de policías y paramilitares.
La situación de Román y demás personas sitiadas en su parroquia mantiene un ambiente tenso en Nicaragua, en el marco de la crisis sociopolítica que ha dejado a cientos de muertos, presos y desaparecidos, miles de heridos, y decenas de miles en el exilio.
Los Gobiernos de España y Costa Rica, así como la oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh), han solicitado al Gobierno de Ortega que levante el asedio policial a la parroquia, sin éxito.