17 de noviembre 2019
Feligreses de Masaya salieron a las calles de la ciudad para expresar su solidaridad con el sacerdote Edwin Román y las diez madres de presos político, que desde el jueves pasado están retenidas ilegalmente por la Policía del régimen, en el interior de la iglesia San Miguel Arcángel de Masaya. Los ciudadanos fueron dispersados y agredidos verbalmente por simpatizantes sandinistas, que actuaron con la complacencia de los agentes policiales.
#Ahora | Policía sandinista obstaculiza el paso a feligreses católicos que pretenden llevar agua y medicinas a la Iglesia San Miguel Arcangel#SOSMasaya #NuncaMásDictadura pic.twitter.com/ReVD9zHUB7
— Ciudadanos por la Libertad 🇳🇮 (@CxLibertad) November 17, 2019
Los feligreses rogaron a los agentes policiales para que les permitieran llevar agua y víveres al sacerdote y las madres, que están en huelga de hambre para exigir la liberación de sus hijos. Con ellos está también la abogada de presos políticos, Yonarqui Martínez y dos reos de conciencia excarcelados: Santiago Fajardo y Marlon Powell.
Los agentes no permitieron el paso de los pobladores, que se agruparon en una esquina del inmenso cerco policial, que se ha montado en las calles colindantes con el templo. Los ciudadanos gritaron: !Agua para el padre!.
Con banderas de Nicaragua y la Iglesia Católica, los feligreses llegaron desde la iglesia Santa María Magdalena hasta el tranque policial. Los creyentes iban acompañados por el párroco Pedro Mena, a quien seis policías intentaron reducir con una llave, según medios locales.
#Ahora | Más feligreses católicos salen a las calles en respaldo al padre @EdwingRoman14 y las madres de los presos políticos.#SOSMasaya #NuncaMásDictadura pic.twitter.com/wxEyNMd7vU
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OEA condena cerco policial
La Secretaría de la Organización de Estados Americanos (OEA), a cargo de Luis Almagro, emitió un comunicado en el que condena los “últimos hechos de represión y detención” en Nicaragua.
“El asedio y hostigamiento a los familiares de presos políticos en la iglesia de San Miguel de Masaya resulta un acto flagrante de vulneración de los derechos de las personas que se expresan pacíficamente por la libertad de sus familiares”, destaca el comunicado.
Agrega que “hechos como los acaecidos representan un retroceso en los avances logrados recientemente en Nicaragua, y reafirman la necesidad de restablecer un marco de diálogo entre los distintos sectores de la sociedad”.