12 de noviembre 2019
Las sanciones estadounidenses contra las cabezas formales del Consejo Supremo Electoral (CSE), y del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), representan golpes directos a la legitimidad y la credibilidad de las actuaciones de ambas entidades, cuyos titulares deberían ser sustituidos con prontitud, según analistas políticos y opositores consultados por CONFIDENCIAL.
Esa, afirman, sería la opción si Daniel Ortega quisiera responder con un mensaje apaciguador a quienes han decidido tratar de frenarlo poniéndole un cerco a su alrededor. De lo contrario, el dictador continuará en su intento de culpar a los demás por la crisis originada por su represión a las protestas cívicas bajo el pretexto de un supuesto intento fallido de golpe de Estado, y tratar de seguir burlando las presiones.
“Esta nueva tanda de sanciones es un mensaje de Washington, pero no solo de ellos —porque en Europa se está avanzando en el establecimiento de mecanismos legales— que dice que la presión internacional no se ha detenido, y que todavía hay muchos instrumentos que no se han implementado”, aseguró el activista político Félix Maradiaga, miembro del Consejo Político de la opositora Unidad Nacional Azul y Blanco.
Según Maradiaga, lo que ahora se está implementando es una estrategia para sancionar a elementos que no necesariamente son parte del círculo íntimo de poder de Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, aunque ya antes sí había sido así, y ahora se está avanzando hacia círculos periféricos.
Un recordatorio, ¿funcionará?
Para la socióloga Elvira Cuadra, lo que el Gobierno de Estados Unidos le está diciendo a Daniel Ortega es que no ha olvidado la estrategia de las sanciones, ni dejado en segundo plano la decisión de mantener su presión sobre el Gobierno nicaragüense para que se abra a negociaciones y reformas.
El excanciller Francisco Aguirre Sacasa admite que no cree que esta decisión estadounidense obligue a Ortega a sentarse a negociar de nuevo, “pero eso es lo que él debería hacer”.
Para lo que sí cree que las sanciones serán útiles, es para “animar a la oposición organizada” —en referencia a la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia y la Unidad Nacional Azul y Blanco— y mostrarles que aún cuentan con el apoyo incondicional estadounidense.
“La última vez que vi en Washington a funcionarios del Gobierno norteamericano, pude ver que están a la defensiva, porque deduzco que recibían quejas de parte del liderazgo opositor, que considera que su Gobierno no les estaba cumpliendo”, relató.
Este viernes, el secretario de Estado, Mike Pompeo, demandó a Ortega que cese la represión y respete los derechos humanos, porque si no Estados Unidos hará que rinda cuentas. Además, exigió que se liberen a todos los presos políticos y que cumpla los compromisos que asumió en la negociación con la Alianza Cívica para el restablecimiento de las libertades públicas en Nicaragua.
Los argumentos
Incluir al presidente en funciones del CSE, Lumberto Campbell, en la lista de quienes recibieron la sanción estadounidense (una “condecoración”, según el titular de la Asamblea Nacional, Gustavo Porras, cuando perdió facultades y quedó como presidente de lujo del primer poder del Estado), “muestra la relevancia que el CSE y las elecciones tienen para Estados Unidos”, opina la investigadora Cuadra.
Maradiaga interpreta la inclusión de Campbell como “un golpe fuertísimo a la legitimidad del Consejo, porque uno de sus actores principales está sancionado, lo que le resta poder y autoridad para operar”.
Los analistas estiman que las sanciones indican que “el CSE debe ser renovado y el régimen debe realizar una reforma electoral”, no solo porque es lo que demanda la sociedad y exige la comunidad internacional, sino también “para poder mostrar voluntad política”.
“Lo más seguro es que el Gobierno de Ortega nombrará a alguien más, porque no se sancionó al Seguro Social, sino que a López. No se sancionó al Consejo Supremo Electoral ni a la Policía Nacional, sino que a Lumberto Campbell y Ramón Avellán”, reflexionó Aguirre Sacasa.
Maradiaga no duda que la dictadura tendrá que cambiar a Campbell. “Eso será inevitable, a menos que el Frente Sandinista o Daniel Ortega —y ya no hay diferencia entre el dictador y ese partido, del que ya no queda nada más que una estructura político militar liderada por una familia— haya decidido hundirse junto con Nicaragua”, valoró.
“Si no hay cambios en un tiempo razonable, lo que Ortega estaría diciendo es que no le importa que el país termine en un escenario similar al de Venezuela, sin conceder ni permitir cambios, y decida jugarse el todo por el todo”, añadió.
En todo caso, la reforma al artículo 14 de la Ley Electoral, efectuada a inicios de febrero de 2018, ya hacía descansar las funciones administrativas del CSE en el vicepresidente, por lo que, al menos desde ese punto de vista, Campbell podría seguir “presidiéndolo”.
El actuario especializado en temas de Seguridad Social, Róger Murillo, compara las consecuencias de las sanciones a López, todavía titular del INSS, para la bienandanza de esa entidad, con la reacción que ya mostró el régimen, cuando otros de sus incondicionales fueron sancionados en el pasado.
“Me fijo en lo que pasó con Gustavo Porras, que sigue en la Asamblea Nacional porque no lo quitaron, igual que pasó con Francisco Díaz, que sigue al frente de la Policía Nacional, o Sonia Castro, que sí tuvo que dejar su cargo como ministra de Salud, pero sigue como asesora del presidente”, dijo Murillo.
Pensar que López “será un presidente (del INSS) en funciones, pero sin funciones”, le lleva a concluir que esa probable decisión de Ortega “es una forma de burlarse de la gente y de ser indiferente con el pueblo para proteger a las personas que son fieles al régimen”.
“No sé si Ortega decidirá quitar a Roberto López y poner a otra persona, pero es probable que lo dejen como asesor de alguien más”, avizoró.
Con esta decisión, Estados Unidos “no sanciona a la institución, sino a la persona, su familia y allegados, que ahora tendrán que andar con su saquito de dinero. Los sancionados se convierten en parias financieros”, recordó.
El INSS, buscando firmas
“El banco ya rechazó los cheques que estaban firmados”
Una fuente con contactos dentro del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) confió a CONFIDENCIAL que “ya están gestionando el cambio de firmas”, para nombrar a alguien más como firma libradora en las cuentas bancarias, en sustitución del sancionado Roberto López.
“El banco ya rechazó los cheques que estaban firmados, así que van a atrasar la entrega de nuevos cheques”, refirió.
La fuente refirió que, al momento de conocerse las sanciones a López, “ya se estaban pagando las pensiones reducidas, y aquellas destinadas a las víctimas de guerra”.
Al conocerse que los bancos ya no harían transacción alguna con el presidente del INSS, desde lo interno de la institución se procedió a avisar a proveedores y demás, que tendrían que esperar varios días para recibir sus cheques, mientras se decidía cómo resolver el problema del cambio de firma.
Aunque López supo muy bien que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos se había equivocado al identificar al sancionado, “él estaba claro que se trataba de él, que tarde o temprano rectificarían los datos, así que se siguió preparando para enfrentar las consecuencias”, aseguró la fuente.
¡Comisionado Avellán!
Las sanciones al comisionado general Ramón Avellán, segundo jefe de la Policía Nacional, tuvo un efecto catárquico en las redes sociales, que se volcaron en memes y mensajes hacia el hombre que es percibido como principal ejecutor de las órdenes represivas que emanan del régimen.
Muchos de los memes se originaron en cuentas de Facebook y Twitter, manejadas por nicaragüenses radicados dentro y fuera del país, de donde fueron redistribuidos a través de WhatsApp… para regresar luego a las redes sociales que les dieron origen, constituyéndose así en un círculo de crecimiento exponencial.
Uno de los más repetidos en Facebook, mostraba a un sonriente Donald Trump, presidente de Estados Unidos con un megáfono en la mano, donde agregaban la leyenda: “Comisionado Avellaaaaán”, en recuerdo de las noches en que los masaya acorralaron al jefe policial en su delegación.
En otra imagen, el personaje Bart Simpson llama preguntando si “está Elsa”, pero en vez de que responda Moe, el dueño del bar, quien responde preguntando “¿cuál Elsa?”, es el propio jefe policial, a quien el burlesco niño le responde que “el-sancionado de Avellán”.
En Twitter también se le ofreció agua a Avellán, para que pase el trago amargo de las sanciones, y en recuerdo de la mañana en que Masaya le mostró su “aprecio”, bañándolo con una lluvia de botellas plásticas llenas de agua. En otras, se divulgó el video donde el cuestionado jefe policial baila junto a tres de sus subordinados, sustituyendo el audio original por música de burla por las sanciones.