26 de octubre 2019
Al menos 6041 nicaragüenses han solicitado asilo en Panamá desde el 18 de abril de 2018 a la fecha, huyendo de la represión de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, según datos confirmados por la Agencia de la Organización de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), publicados en un informe que elaboró el Mecanismo de Seguimiento para Nicaragua (MESENI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en una visita realizada el mes pasado a los nicaragüenses exiliados en Panamá, tal como antes lo hicieron con los nicas refugiados en Costa Rica.
Durante la visita de la misión, los nicaragüenses exiliados en Panamá entrevistados aportaron sus testimonios y vivencias sobre las dificultades que existen respecto a la realización de los trámites migratorios y del reconocimiento de su condición como refugiados. También dijeron que temor de regresar al país por la continuación de la crisis y la toma de represalias en su contra por haber participado en las manifestaciones públicas.
“Informaron sobre los obstáculos que enfrentan para acceder al trabajo, educación y a otros servicios en Panamá. En dicho contexto, la CIDH destaca los testimonios de estudiantes nicaragüenses que denunciaron la imposibilidad de acceder a la educación o retomar una carrera universitaria debido a la falta de documentos de acreditación de estudios e historiales académicos expedidos en Nicaragua. Lo anterior, expondría a las personas a riesgos de revictimización ya que muchas de ellas se vieron forzadas a huir de Nicaragua como consecuencia de la represión estatal selectiva contra el sector estudiantil”, refiere el documento.
https://www.confidencial.digital/cidh-persiste-la-persecucion-politica-en-nicaragua/
La misión se reunió con autoridades de Cancillería, Defensoría del Pueblo y de la Dirección de Migraciones y de la Oficina Nacional de Protección y Atención de Refugiados (ONPAR). Las instituciones describieron cuál es su trabajo y proporcionaron datos oficiales sobre asuntos migratorios, asimismo expresaron sus preocupaciones por los desafíos existentes para la mejora de la integración local de refugiados nicaragüenses en el país ante el aumento de las solicitudes de refugio.
“La CIDH también estuvo reunida con el representante adjunto de la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) en Panamá y con el representante regional de la ONU para los refugiados (ACNUR). Acompañada de ACNUR, la Comisión realizó visita al Centro de Acompañamiento Integral a Refugiados y Migrantes Hogar Luisa”, dice parte del informe.
Migración forzada
Tal y como ha señalado en estudios publicados con anterioridad, este organismo identificó que la migración de nicaragüenses a este país tiene características de migración forzada y deriva de la grave crisis de derechos humanos que atraviesa Nicaragua desde abril del año pasado.
“La Comisión reitera que la migración forzada de personas nicaragüenses seguirá incrementándose progresivamente hasta que el Estado de Nicaragua no cese la represión y la criminalización de todo ejercicio de protesta pacífica y manifestación de disidencia política”, señala el informe.
Luis Ernesto Vargas, relator sobre los derechos de los migrantes, explicó que con la información recolectada durante la visita, quedó claro el rol esencial de los Estados de destino de proteger y apoyar procesos expeditos y sostenibles de integración social a las personas desplazadas por persecución y violencia, así como de brindar la protección, acceso a documentos, servicios y garantizarles posibilidad de trabajo formal.
“En este contexto, la posibilidad de acceder al trabajo formal es central para la calidad de la inclusión social y protección de derechos de las personas migrantes y refugiadas”, Flavia Piovesan, relatora para Panamá, quien agregó que entre los solicitantes de refugio se encuentran periodistas, defensores de los derechos humanos, estudiantes y en general otras personas víctimas de violaciones de derechos humanos.