21 de octubre 2019
El retorno de los exiliados nicaragüenses que huyeron a otros países, principalmente a Costa Rica, en el marco de la crisis sociopolítica que vive Nicaragua desde abril de 2018, sigue siendo "un riesgo", dijo este domingo el cardenal Leopoldo Brenes.
"El retorno prácticamente es un riesgo, sin duda alguna, pero en esto cada quien es libre de tomar su decisión", señaló el religioso a los periodistas después de oficiar una misa en la catedral de Managua.
Brenes reconoció que si bien han retornado algunos líderes de la oposición, ellos mismos han dicho que su decisión es personal y que cada quien es totalmente libre de regresar o no.
Por tanto, agregó, cada quien debe tomar en cuenta la realidad de Nicaragua, su situación personal y familiar, y las condiciones del lugar en donde residían.
Sigue el asedio tras el retorno de exiliados
Más de 88 000 nicaragüenses huyeron a países vecinos, principalmente a Costa Rica, según el informe titulado "Situación de los derechos humanos en Nicaragua" y elaborado por el Mecanismo de Seguimiento de Nicaragua (Meseni), de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
La CIDH, y organismos humanitarios locales, han advertido que el Estado nicaragüense mantiene el asedio y la persecución selectiva a personas opositoras.
El conglomerado de abogados "Defensores del Pueblo", dedicados a la defensa de "presos políticos", ha recomendado a los exiliados no volver a Nicaragua debido al riesgo que sufren de ir a prisión o sufrir represión.
Entre los que han decidido regresar se encuentran el líder estudiantil Lesther Alemán y el académico Félix Maradiaga; ambos advirtieron a su llegada que su decisión de regresar a Nicaragua era "muy personal", y que asumían todos los riesgos.
Maradiaga, tras su regreso, ya ha sido objeto de persecución y amenazas, mientras Alemán se mantiene bajo resguardo y evita salir a lugares públicos.
Peor suerte han tenido opositores poco conocidos, como el ambientalista Ulises Josué Rivas, quien fue capturado en septiembre pasado tras regresar de Costa Rica y según Defensores del Pueblo sufre agresiones físicas ejecutadas por sus custodios.
Diversos grupos opositores también han mostrado su rechazo a las deportaciones de manifestantes nicaragüenses que realiza Estados Unidos, ya que algunos de ellos habían huido para no ser capturados por la Policía, pero al llegar aparentemente los esperan las mismas autoridades de las que intentaban escapar, y caen presos.