16 de octubre 2019
La caída de -3.8% del producto interno bruto (PIB) en 2018, supuso que la economía de Nicaragua se contrajo en 725.8 millones de dólares. Una nueva caída —que puede ser de -5.0% y aun mayor, según las previsiones del Banco Mundial (BM) y otras entidades— implicaría una contracción adicional por casi 915 millones de dólares.
El Fondo Monetario Internacional también mantiene que la economía nicaragüense caerá -5.0% este año y, en un pronóstico incluso menos optimista que el Banco Mundial, sostiene que el fin de la recesión será hasta 2022, cuando espera que en el año siguiente Nicaragua registre un crecimiento del 1%, después de cinco años de recesión consecutiva.
La caída del 5% en este año significa que el país acumulará, entre 2018 y 2019, más de 1640 millones de dólares en pérdidas, pese a que los funcionarios del Gobierno de Daniel Ortega indican que la economía de Nicaragua ya da señales de recuperación.
El doctor Pedro Belli, economista, y exfuncionario del Banco Mundial, aseguró en una entrevista en el programa Esta Semana, que "las proyecciones del Banco Mundial significan en primer lugar, más desempleo y, en segundo lugar, menos ingresos para las familias nicaragüenses". Es decir, "significan más pobreza y más miseria para el país".
Ese resultado de desempleo y pobreza ya lo estamos viviendo en 2019, pero el BM dice que esta recesión continuará en los próximos dos años; que en 2020 tendremos un decrecimiento de -0.5%, y en 2021, aunque sería positivo, siempre sería menor del 1%. ¿Se puede medir el impacto acumulativo de estos cuatro años de recesión económica?
La manera de medirlo es comparando lo que hubiera sido, con lo que será en realidad. Analizándolo como lo haríamos con una compañía que perdió en un incendio sus medios de producción, y tiene un seguro, la diferencia entre el ingreso cesante y lo que recibe, eso es la pérdida.
Aquí nos toca comparar lo que pudimos haber crecido, con lo que en verdad estamos creciendo, y eso es una pérdida tremenda.
En cuanto a las proyecciones para 2019, yo creo que -5% es más o menos el cálculo al que han llegado casi todas las personas que han hecho una proyección seria.
The Economist Inteligence Unit dice que es -5.5%; Funides lo calcula entre -5.4% y -6.8%, así que por ahí andan todas las proyecciones para 2019.
Para 2020, la del Banco Mundial es de -0.5%, pero eso es mucho más optimista que la proyección de The Economist, que vaticina -2.6%.
Cualquiera de las dos significa mayor desempleo, más miseria, una situación que, desde el punto de vista económico se está volviendo insostenible.
Eso probablemente signifique que mucha gente se vaya de Nicaragua, y se irán los que tienen más iniciativa y más medios de ganarse la vida afuera, o sea que seguiremos perdiendo a las mejores mentes que hay en el país.
La credibilidad del Banco Central
Estas proyecciones contradicen los pronósticos del Gobierno, que según el presidente del Banco Central será de menor decrecimiento este año; y que en un año tendremos un crecimiento de entre 1% y 2%, y después hasta podríamos crecer 5%. ¿Se puede sostener la credibilidad del Banco Central con esos pronósticos?
Creo que el BCN tiene un incentivo para poner la economía un poco más optimista, porque sencillamente, tiene que responderle al Gobierno, que está diciendo a través de sus voceros, que aquí la situación está normal; que el país está creciendo, y que estamos muy bien.
El BCN podría salir diciendo: “Señores, ustedes están equivocados. Ustedes están demasiado optimistas. Nosotros estamos más de acuerdo con lo que dice el BM y The Economist y probablemente con las proyecciones del FMI”… pero eso no lo vas a ver nunca. ¡Jamás! El Banco Central nunca va a contradecir al Gobierno.
¿Acaso el presidente del Banco Central, el ministro de Hacienda, el ministro de Economía, no tienen un dilema ético, profesional, cuando falsean las cifras, o están partidariamente alineados con el Gobierno? ¿Tienen un criterio propio como servidores públicos?
Una cosa es pintarte un futuro muy próspero, muy bonito, que como no se ha dado, no podés decir que están mintiendo, y otra es decir lo que pasó: no fue lo que dicen los otros independientes, sino lo que nosotros decimos.
En este caso, el Gobierno está diciendo: “Dentro de un año o de dos años, las cosas van a ser mejor”, pero eso no lo sabremos hasta que transcurran ese año o esos dos años, para que podamos decir: “Ustedes se equivocaron”.
Ahorita es muy fácil decir que en uno o dos años habrá más crecimiento, pero eso no necesariamente se va a dar, así que no veo que haya un gran conflicto ético.
A lo que sí está obligado el BCN es a discutir sobre qué bases es que está haciendo esos pronósticos, porque si nosotros vemos lo que ha pasado en lo que va de este año, lo que vemos son unas cifras muy deprimentes.
Las exportaciones en el primer trimestre de 2019, que es lo único que ha publicado el BCN, han caído en 13%; la inversión extranjera directa ha caído en 71%, y las importaciones en 19%.
Con esos datos, yo veo que es muy difícil poder decir que, en uno o dos años, las cosas se van a mejorar. ¿Basado en qué? Esa caída no se explica por factores económicos, sino a factores políticos. Todo el mundo sabe que mientras no se solucionen esos factores políticos, mientras no haya estabilidad política, no vamos a tener crecimiento económico. Eso es muy difícil.
Cómo definimos el colapso de la economía de Nicaragua
¿Puede continuar la economía de Nicaragua en una recesión, sin que se produzca un colapso? Algunos analistas dicen que ya tocó fondo y se “normaliza” ese nivel de recesión. ¿Podemos ver una situación peor?
¡Claro que podemos llegar a una situación peor! No hay ninguna duda. Eso de que ya tocamos fondo… yo no sé si vos le podés dar un fondo a la economía… podríamos llegar perfectamente a la situación de Venezuela.
No estoy diciendo que vamos a llegar, sino que eso es -aparentemente- tocar fondo. Nosotros ya pasamos por recesiones peores en los años 80. ¿Podría repetirse? Sí, se podría repetir.
Yo pronostiqué que podría haber un colapso económico y ahora que la economía haya caído casi 4% el año pasado, y otro 5% este año, y que vuelva a caer el año que viene, aun cuando sea 0.5%... si eso no es un colapso económico, yo no sé cómo vamos a definir qué es un colapso económico, a menos que digamos que aquí ya no habrá ninguna actividad económica.
¿Puede el Gobierno seguir pagando la planilla estatal, y manteniendo el subsidio al transporte público, así como el subsidio a la energía por uno, dos, tres o cinco años más?
Sí puede, pero tendrá que recortar en algún momento. Primero, recortará la inversión pública, que ya lo hizo. En segundo lugar, los sueldos y salarios, comenzando por los que son menos adeptos al gobierno, para tener dentro de la planilla, solo a los que le apoyan.
¿Podrá seguir? Sí, pero no manteniendo todos los gastos por igual. Algo tendrá que recortar.
Con una economía en deterioro, que tiende a colapsar si no hay salida política, ¿cuáles son los elementos de presión que pueden ejercer los actores económicos para buscar esa salida política?
La economía misma les pondrá una presión tremenda, porque en el momento en que empiecen a recortar gastos de forma más intensa que hasta ahora, habrá más desempleo, lo que creará más presión, más miseria, y eso los pondrá contra la pared. Eso es casi inevitable.
¿Qué puede hacer el gran capital, por ejemplo? Hablar con ellos y decirles ¿qué es lo que ustedes quieren? ¿Hasta cuánto están dispuestos a que caiga la economía? Porque mientras la situación política no se mejore, nosotros no vamos a tener una economía boyante. Eso te lo puedo asegurar.
A mediados de noviembre, la comisión diplomática de cinco países tiene que presentar su informe al plenario de la Organización de Estados Americanos sobre la actuación del régimen ante la crisis nacional. Uno de los escenarios posibles es que se adopten nuevas sanciones. ¿Hay riesgo de que una decisión de ese tipo agrave la situación económica del país?
Todavía hay una serie de instrumentos que puede aplicar la comunidad mundial, pero cada instrumento que apliquen, cada sanción que impongan —a menos que sean sanciones individuales— hará que nuestra economía tenga menos crecimiento, más desempleo, más miseria… y yo no sé hasta cuándo puede aguantar el Gobierno viendo al pueblo en la miseria.
Si en vez de eso, están dispuestos a mantener este impasse político; a no hacer ningún cambio, a despecho de lo que suceda en la economía de Nicaragua, entonces tendremos un futuro muy lamentable.