24 de septiembre 2019
Ivett William Joseph, madre del joven Evans Taylor Williams, quien murió ahogado el 11 de septiembre en la Bahía de Bluefields “a vista y paciencia” de agentes de la Policía de esa ciudad, explicó en conferencia de prensa que su hijo, antes de caer en el agua, fue golpeado por los oficiales, le fracturaron el brazo y luego lo dejaron morir.
“La Policía le cayó a golpes (antes de morir), él sabía nadar, ellos lo dejaron morir, no lo auxiliaron, pido justicia”, dijo Ivett, quien interpuso una denuncia ante el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), por omisión de auxilio por parte de los oficiales.
Según versiones de los testigos, el joven pretendía viajar por vía acuática hacia el municipio de Kukra Hill, en el mismo Caribe Sur, cuando los policías llegaron a detenerlo porque tenía orden de captura. El muchacho saltó de la panga y se dirigió a un callejón sin salida. En ese lugar, los oficiales lo golpearon y le quebraron el brazo.
“La Policía le cayó a golpes, tengo testigos, me lo golpearon, tenía el brazo fracturado, y cuando entré a la morgue le pregunté al forense por qué mi hijo tenía golpes. Él me dijo que se había golpeado con la panga. Fui ante el jefe de la Policía (a denunciar) y solo se burló y dijo que sentía condolencia”, narró Ivett a los medios de comunicación.
En un video que circula en redes sociales se observa cuando Evans saca varias veces las manos, pidiendo ayuda a los policías. El hombre trata de flotar y los agentes no hacen nada para sacarlo del agua. Fue hasta que la víctima dejó de salir a flote que un grupo de hombres decidió sacar el cuerpo de la víctima.
"Barrabás", con antecedentes policiales, fue perseguido por la Policía Nacional por sospechas de algún delito, Barrabás en su huida se lanzó al agua en la bahía de Bluefields, y la Policía pudiendo auxiliarlo después que rogaba por su vida lo dejó morir. “ 1/2 #LaRadioDeTodos pic.twitter.com/Xj9K3Rm5ED
— LaOvejaNegra (@AmorXNicaragua) September 11, 2019
Susett Quinn Joseph, tía de Evans, aclaró que los rumores de que su sobrino era un “delincuente” no son ciertos. Asimismo, explicó que él sabía nadar y que incluso le enseñó a sus otros hermanos a flotar.
“Mi sobrino sabía se ahogó porque le pegaron patadas, le quebraron su costilla, tenía el brazo quebrado, por eso cuando pedía ayuda solo levantaba uno, pero no le ayudaron. Mi sobrino si era drogadicto, él recogía chatarra para fumar su droga, pero no era delincuente. Le pido a la gente que no ande hablando cosas que no son, no era tampoco ningún violador. Pedimos justicia”, declaró Susett.
Desprecio a la vida
Norlan Gómez, abogado del Cenidh, declaró que la conducta de la Policía es indignante y que, incluso, “no existen palabras para expresar el desprecio a la vida”. El defensor recordó las fatídicas imágenes que circularon en las redes sociales en las que se aprecia que los oficiales ni se inmutan ante la solicitud de auxilio de Evans.
“Este hecho no tiene que ver directamente con el contexto sociopolítico, pero los defensores hemos podido apreciar que, a lo largo de este año y medio, la Policía ha venido degradándose institucionalmente hasta caer en el desprecio a la vida que pudimos apreciar en el caso de Evans”, manifestó.
Gómez explicó que la madre de Evans realizó algunas gestiones para tener acceso a la justicia. Para ello acudió al Ministerio Público, sin embargo, en esta institución del Gobierno no le quisieron recepcionar su denuncia. Luego acudió a la Procuraduría de Derechos Humanos, y la remitieron nuevamente al Ministerio Público, donde la recibió el comisionado Luis Valle, quien le negó la recepción de la denuncia porque el muchacho había muerto ahogado.
“Estamos indignados por el actuar de la Policía. Sabemos bien que este joven no se ahogó así no más. Los testigos nos dijeron que antes de tirarse al agua de la bahía fue golpeado. Él pidió auxilio para que lo socorrieran porque no podía más. La golpiza que le dieron lo llevó en ese momento. Él trata de salir, pero se queda en ese punto, tristemente extiende su mano, y sin embargo, la Policía se estaban burlando de él. Un Policía que estaba en una de las pangas tiró un manotazo en lugar de auxiliarlo, lo dejaron morir”, exclamó Elías Quinn Joseph, tío de Evans.
Condenan a cuatro años y medio a preso político
La sentencia del preso político Álvaro Mallorquín, que fue condenado a cuatro años y seis meses de cárcel, es el resultado de un proceso judicial plagado de irregularidades, denunció la organización Defensores del Pueblo, que dirige el abogado Julio Montenegro.
El comerciante del Mercado Oriental fue condenado antes a nueve meses de prisión por portación ilegal de armas. En esta ocasión lo declararon culpable de robo agravado en perjuicio de una cambista. Su esposa aseguró que se trata de una represalia por participar en los tranques instalados en el mercado para prevenir los saqueos de negocios.
Montenegro expresó que hubo muchas inconsistencias en el proceso judicial, por ejemplo, el dato sobre la cantidad de dinero que supuestamente robó Mallorquín. La víctima dijo que eran 30 000 dólares, mientras que algunos testigos expresaron que habían sido 3 000 dólares.
“De acuerdo a nuestras normas procesales, esta persona debería estar libre. El hecho imputado no corresponde a la realidad. Hay muchas inconsistencia en la declaración de los testigos. Me refiero entre policías y testigos de la parte acusatoria”, explicó Montenegro.
El abogado agregó que todas las pruebas que presentó en el juicio fueron eliminadas por la autoridad judicial, contrario a lo que sucedió con la parte acusadora. Solamente se le permitió tener cuatro pruebas testificales, que pese a ser asertivos en sus testimonios, no fueron tomados en cuenta por la juez al momento de dictar veredicto.
“Nuestros testigos confirmaron que el acusado estaba en otro lugar, a la misma hora (en que sucedió el delito). Pero la autoridad judicial estimó considerarlo culpable. Nosotros vamos a seguir agotando las etapas legales necesarias y apelaremos este fallo”, finalizó Montenegro.