19 de agosto 2019
La Policía del régimen retuvo por casi seis horas a cinco mujeres opositoras, que fueron detenidas ilegalmente cuando colgaban unas mantas, en las que exigen la liberación de todos los presos políticos. Las ciudadanas fueron llevadas a la estación uno y luego trasladadas a las Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocida popularmente como el Chipote.
Las mujeres detenidas son: Mirna Blandón, Tamara Dávila, Guisella Ortega, Amelia Urbina Ramos y Neyma Hernández. Inicialmente se habló de una sexta, Doris Hernández, pero no se ha podido confirmar la información.
Dávila narró a periodistas que ella junto a Blandón y Hernández fueron detenidas en la zona de Villa Fontana, a eso de las 5:50 de la mañana, por dos patrullas policiales, un carro y unas motos, en las que se movilizaban paramilitares.
La manta tenía la imagen de la bandera azul y blanco de Nicaragua, y la frase “Libertad ya”, en referencia a los todavía 132 presos políticos, incluida una mujer.
Relató que fueron llevadas la estación uno de Policía, donde también estaban detenidas Ortega y Urbina, quienes también andaban colgando mantas de protestas. Luego las cinco fueron llevadas al Chipote.
Amenazas verbales
Las mujeres aseguraron que no fueron golpeadas o interrogadas, los oficiales se dedicaron únicamente a preguntarles una y otras vez sus nombres y a qué se dedicaban o quiénes financiaban su protesta cívica.
“Nunca nos golpearon, pero si nos intimidaban todo el tiempo. Y hubo amenazas verbales”, mencionó Dávila.
Blandón indicó que la Policía nunca les dijo por qué las retenía, ni les brindó información de lo que pasaría con ellas.
Ortega, Urbina y Dávila fueron a las únicas que la Policía ordenó cambiarse de ropa y usar el uniforme azul, que es usado por los reos. Esto sucedió en el Chipote, donde además les tomaron decenas de fotos.
Las mujeres fueron llevadas en patrullas a sus viviendas, donde horas más temprano llegaron policías a comprobar si ahí vivían en realidad. “Cuando me trajeron ya habían dos patrullas fuera de mi casa”, señaló Blandón.
“Nos pusieron el uniforme azul (de 'reo político')... esto es intimidación, no hayan cómo detener a un pueblo que está decidido por su libertad”, dijo Dávila a periodistas tras ser liberada.
Repudio nacional e internacional
Tras conocerse la detención, las redes sociales se llenaron de mensajes exigiendo la liberación de las activistas. Las detenciones fueron denunciadas y rechazadas por defensores nacionales y extranjeros de los derechos humanos.
La directora para América de Amnistía Internacional, Erika Guevara Rosas, replicó en sus redes sociales los mensajes que exigían la liberación de las cinco mujeres que “firmemente hacían campaña por la liberación de las personas presas en el contexto de la represión del Gobierno de Ortega”.
Juan Sebastián Chamorro, director ejecutivo de la Alianza Cívica, comentó que “a estas líderes la dictadura les teme y por eso las secuestra y encarcela”.
El colectivo de derechos humanos “Nicaragua Nunca +” señaló que la detención de las mujeres “evidencia el nivel de represión sistematica que actualmente se mantiene en el Estado de Nicaragua, donde pensar y expresarse distinto al Gobierno se ha constituido en un crimen”.