15 de agosto 2019
El Movimiento Campesino de Nicaragua informó este miércoles que, el renacido interés del presidente Daniel Ortega en construir un canal interoceánico, es una amenaza de expropiación contra los habitantes del campo en el sur del país.
"Para nosotros es una amenaza por cómo ha venido arrebatando propiedades a los campesinos, no de ahora, en los años 80 también confiscó muchas tierras, y de ahí se convirtió en una guerra civil con 50.000 muertos", dijo el líder campesino Medardo Mairena, en una conferencia de prensa.
Ortega anunció anoche que no ha renunciado a la construcción de un canal interoceánico en Nicaragua, a pesar del aparente fracaso del proyecto de 50.000 millones de dólares iniciado en 2013, junto con el empresario chino Wang Jing, con la promesa de abrir operaciones en 2018.
No obstante, el Movimiento Campesino advirtió que "nunca ha existido tal proyecto, lo que ha existido es la intención de robarnos nuestras tierras", insistió Mairena.
La expresidenta del Movimiento, Francisca Ramírez, agregó desde el exilio que "cualquier iniciativa es falsa (...) es un acto de desesperación, el régimen de Ortega quiere desviar la atención de todos los crímenes de lesa humanidad que ha cometido en Nicaragua, y que quiere mantener a sus bases sobre la mentira".
El Gobierno de Ortega, quien también presidió Nicaragua entre 1980 y 1990, es señalado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) como responsable de crímenes "de lesa humanidad" en el marco de una crisis sociopolítica que inició en 2018, después de 11 años de su vuelta al poder.
Los campesinos insistieron en que Ortega no tiene recursos ni base legal para aspirar a construir un canal interoceánico, ya que la ley obliga a Nicaragua a deshacer el proyecto si pasan seis años sin garantizar el financiamiento, lo que se cumplió el 13 de junio pasado.
"Aquí no hay 'san proyecto', el interés aquí es robar tierras, y justificar la corrupción. Nos está instigando, ya sea para asesinarnos, o para secuestrarnos nuevamente, es capaz de cualquier cosa para seguirle haciendo daño a los nicaragüenses", destacó Mairena, un "expreso político".
Los campesinos son identificados en Nicaragua como uno de los sectores más rechazados por Ortega, especialmente desde que en 2013 iniciaron una serie de más de 60 marchas en contra del proyecto del canal.
Datos de la opositora Unidad Nacional Azul y Blanco indican que solamente en el mes de julio pasado cerca de 20 opositores fueron asesinados en Nicaragua, la mayoría campesinos.
El Movimiento Campesino llamó a la comunidad internacional a tomar acciones desde el exterior, ya que el Gobierno de Ortega mantiene una política de "ejecuciones selectivas" contra sus críticos.
"Le preguntamos a la comunidad internacional: ¿hasta cuándo, hasta dónde, cuántas vidas más tenemos que dar los nicaragüenses para que aquí haya justicia, cuántos asesinados, secuestrados, torturados más?", reclamó Mairena.
Según la CIDH al menos 328 personas han muerto en medio de la crisis sociopolítica de Nicaragua, aunque organismos locales cuentan 595 y el Gobierno admite 200.
Adicionalmente la crisis ha dejado miles de heridos, centenares de presos y desaparecidos, y más de 62.000 nicaragüenses en el exilio.