15 de agosto 2019
El Gobierno del presidente electo de Guatemala, encabezado por el conservador Alejandro Giammattei -que alcanzó el poder al cuarto intento- enfrentará serios retos en el campo de la migración, la corrupción, la violencia, el narcotráfico, la pobreza, la desnutrición y el desempleo, mientras su política exterior sigue siendo un misterio.
“Cualquiera que hubiese ganado, (Gianmmattei o la candidata derrotada, Sandra Torres) se iba a encontrar con un país realmente destruido”, aseguró el analista político guatemalteco Gustavo Berganza, en declaraciones al programa Esta Noche, que se transmite en línea.
El País de la Eterna Primavera se ha visto “inmerso en los caprichos de la política exterior de Trump, con el problema de los migrantes, que son un gran aporte para la economía de ese país”, señaló asegurando que los migrantes representan entre el 10% y el 12% del PIB estadounidense, de modo que “una expulsión masiva, tendrá consecuencias negativas para esa economía”, aseveró.
Por otra parte, dijo que, “si se lleva a cabo el acuerdo de tercer país seguro, eso pondrá muchas presiones sobre la economía guatemalteca, que ya tiene un problema de desnutrición crónica que afecta al 54% de los niños menores de años, lo que es una gran tara para el desarrollo”, sin soslayar que la pobreza afecta al 60% de los dos habitantes.
Como se ve, cualquiera de los dos candidatos encontraría formidables retos internos que vencer, lo que no es necesariamente cierto en el ámbito internacional, donde “el presidente Gianmattei no ha pergeñado ningún tipo de programas”, dijo el entrevistado.
Por su parte, “el canciller Pedro Brolo es una persona joven que trabajó en el ministerio de Relaciones Exteriores durante algún tiempo, y luego fue su candidato a alcalde, pero no hemos sabido cuál será su posición ante Centroamérica o de cara al multilateralismo, que es una de las grandes bajas durante el Gobierno de Jimmy Morales”, refirió.
Durante el periodo presidencial que concluye “el Gobierno se enfrentó a la ONU y a la Unión Europea; asumió una posición muy ambigua con respecto a Nicaragua, y se acercó mucho a Honduras, pero no sabemos qué cambios o qué continuidad habrá con el canciller Brolo”, admitió.
Amigo de los empresarios
La victoria electoral del médico y exdirector del Sistema Penitenciario estaba marcada desde el momento en que él y la candidata Torres pasaron a segunda vuelta, en especial después que una encuesta encontró que hasta el 54% de los entrevistados, decía que nunca votaría por ella.
Gianmmattei ganó con el 57,95% de los votos, en un ejercicio electoral en el que solo el 43% salió a votar, número que, por otra parte, no sorprende a Berganza, siendo que “ese es más o menos el promedio de los últimos años”.
“Este fue un proceso atípico, que desde el principio se caracterizó porque hubo muchos procesos judiciales que sacaron de la contienda a cuatro candidatos que eran relevantes -dos de ellas acumulaban el 22% del electorado- y eso ocasionó frustración y hasta cierto punto, un descrédito del proceso electoral”, explicó.
Más que una victoria del ahora presidente electo, su triunfo en las urnas “es el reflejo de la incapacidad de Sandra Torres para poder ir más allá de su base electoral. Lamentablemente para Gianmmattei, no es que se haya votado por él, sino que se votó para prevenir que Sandra Torres llegase al poder”, dijo Berganza.
“Lo que vemos en estos resultados, es que Sandra Torres se quedó casi al mismo nivel de lo que había conseguido en primera vuelta. Fue una victoria contra Sandra Torres, más que una victoria de Gianmattei”, reiteró.
Aunque aún hay muchas cosas por definir, el analista opina que la del futuro presidente chapín tiene “una visión muy conservadora, y proempresarial; un llamado a los valores de la familia tradicional, en contra del aborto, la homosexualidad y el matrimonio igualitario. En términos económicos, haber nombrado a un expresidente del Cacif [el equivalente guatemalteco del Cosep] como ministro de Economía, muestra la tendencia de su gobierno”, enfatizó.