30 de julio 2019
La última vez que golpearon al preso político Edward Lacayo, conocido como la “Loba Feroz”, en la Modelo fue hace dos semanas. Lo golpearon tanto que se desmayó y lo llevaron de emergencia y encapuchado a un hospital. Así golpeado fue llevado a juicio y condenado este lunes por tráfico internacional de drogas, denunció su madre Estela Rodríguez.
En conferencia de prensa, este martes, la madre aseguró que Lacayo tenía golpes en las costillas y moretones por todos lados. "La Loba" le dijo que, a raíz de la última golpiza, ya no lo maltrataron más, pero ella afirmó que no le cree y denunció que él continúa la 300, la celda de castigo conocida también como "El Infiernillo".
Un obrero que se convirtió en líder
Lacayo es un obrero que se convirtió en uno de los líderes de le rebelión en Monimbó, el barrio indígena de Masaya, que fue atacado el 17 de julio por policías y paramilitares para derribar decenas de barricada que la población autoconvocada había levantado exigiendo la renuncia de Daniel Ortega. Desde esas fechas se mantuvo clandestino en Nicaragua y Honduras.
Sin embargo, en marzo pasado fue capturado en el Ostional, Rivas, cuando se dirigía a Costa Rica. La Policía alegó que transportaba drogas y la Fiscalía lo acusó de narcotráfico internacional.
El lunes pasado, cuando se realizó el juicio, llegaron a declarar contra el reo político solo policías encubiertos, según denunció el abogado Julio Montenegro.
El defensor precisó que la Fiscalía no pudo probar en juicio que Lacayo fuera un narcotraficante y que, a pesar de eso, la juez Aracely Rubí dictaminó que era culpable. Según el abogado, él se dedicó a demostrar que el reo político no podía ser narcotraficante porque no posee riquezas, ni tiene una vida de lujos.
La madre de Lacayo presentó una fotografía de la casa sencilla, proveniente de una herencia familiar, como la única posesión de su hijo.
"Los narcotraficantes son otros"
“Los narcotraficantes son otros, mi hijo no.”, dijo Rodríguez en la conferencia de prensa. La Fiscalía pidió 15 años de prisión para el reo político, la pena máxima por el delito de tráfico de drogas.
Lacayo es parte de los 120 reos políticos que aún quedan en las cárceles de la dictadura y que son acusados de delitos comunes. El 11 de junio, el régimen liberó al último grupo de presos políticos, entre quienes estaban algunos de los principales líderes de la protesta cívica, que estalló con la Rebelión de Abril de 2018. "La Loba" es el último preso político del barrio indígena de Monimbó.
Los reos políticos fueron liberados mediante una cuestionada amnistía que el régimen se autorecetó, según ha denunciado la opositora Alianza Cívica.´
Por la libertad de Lacayo, han abogado el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, y organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional.