14 de julio 2019
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Los jóvenes que -un año atrás- fueron desalojados por paramilitares, de la UNAN-Managua y replegados a punta de balas hasta la parroquia Divina Misericordia, regresaron al templo que los acogió aquella noche oscura en la que se toparon con la muerte. Al cumplirse el primer aniversario del ataque los jóvenes participaron en una misa en la que recordaron a sus compañeros asesinados. Los familiares de los asesinados se unieron a ellos y exigieron justicia.
La parroquia, cuyas paredes conservan los orificios de las balas, fue rodeada por unas veinte patrullas de la Policía Nacional y agentes antidisturbios que desde el exterior del templo hacían fotografías e intimidaron a los asistentes. De forma simultánea, trabajadores de la UNA-Managua se ubicaron en el portón que queda frente a la parroquia para celebrar, con música de propaganda sandinista, el ataque de los paramilitares a los jóvenes que hace un año estaban atrincherados en el recinto universitario.
Mientras los exatrincherados y familiares recordaban el asesinato de Gerald Vázquez y Francisco Flores, quienes murieron mientras demandaban autonomía universitaria y libertad para Nicaragua; en el otro extremo, en todos los portones de la UNAN había una inusual pancarta roja con la leyenda “13 de julio Día de la Dignidad y Alegría Universitaria”.
La Policía Nacional rodeó la parroquia Divina Misericordia mientras se celebraba una misa por el primer aniversario del ataque a ese templo. Jorge Torres | EFE
Para Jonathan López, ex atrincherado de la UNAN-Managua, la celebración de las autoridades orteguistas de esa universidad fue “un mal intento de boicot”, ya que evidenció que tienen bajo poder de convocatoria y “cualquier persona que pase por ahí puede ver que sólo son personal administrativo y profesores”, por lo que el “más allá de sentir enojo, nos da lástima que se presten a ese juego”.
Mientras tanto, el catedrático Ernesto Medina, criticó la celebración de las autoridades orteguistas de la UNAN-Managua, ya que “hablan de la recuperación del recinto y dan vivas a la policía” cuando en realidad “se conmemora el brutal y cobarde ataque en contra de estudiantes que protestaban contra la represión y contra los atropellos a la autonomía universitaria”.
La brutal masacre a los atrincherados de la UNAN contada en Twitter
“No puede haber paz sin justicia”
Pese a la presencia policial y la celebración orteguista, la celebración eucarística transcurrió en calma. Durante la homilía el sacerdote Raúl Zamora, quien un año atrás arriesgó su vida para rescatar a los estudiantes atrincherados, dijo que solamente su fe en “el señor nos dio las fuerzas a quienes estábamos este templo” mientras los paramilitares dispararon.
El religioso enfatizó que “no puede haber un auténtico perdón sin reparar lo que se hecho”, “no puede haber paz sin justicia”, dijo. Luego pidió por todas las víctimas de la represión en Nicaragua y por las personas que les han causado este sufrimiento.
Susana López demanda justicia por el asesinato de su hijo Gerald Vásquez, quien fue asesinado durante al ataque al templo Divina Misericordia. Jorge Torres | EFE
Entre las personas que asistieron a la misa se encontraba Vanessa González, prima de Francisco Flores, uno de los jóvenes asesinados en ese templo. Ella asegura que, a un año de su muerte, “el dolor siente como si la noticia nos hubiera llegado ayer”, es por ese motivo que “seguimos proclamando justicia”.
Al final de la eucaristía Susana López, madre de Gerald Vásquez, tomó la palabra y enfatizó “pedimos justicia para todos los asesinados por el régimen Ortega Murillo, libertad para Nicaragua”, luego de una pausa expresó su anhelo de un cambio político en Nicaragua “esperamos que muy pronto ellos (los gobernantes) reconozcan que le han hecho un daño al pueblo de Nicaragua y que ya no los queremos más”.
La madre de Gerald Vásquez demanda justicia por el asesinato de su hijo y demanda libertad para Nicaragua. pic.twitter.com/mwTBGQYf8Y
— Ivette Munguía (@Ivymunguia) 13 de julio de 2019
A la misa también asistieron varios expresos políticos, los miembros de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) y la Alianza Cívica por la justicia y la Democracia.
