25 de abril 2019
El representante legal del Banco Corporativo (BanCorp), Luis Bárcenas, informó a la Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones Financieras (Siboif), el cierre definitivo de esa entidad, como consecuencia de las sanciones impuestas por Estados Unidos que lo incluyo en la lista OFAC del Departamento del Tesoro.
El cierre del BanCorp tiene dos consecuencias inmeditadas: por un lado, liquida un medio financiero ligado al grupo Ortega-Murillo y por el otro, provocará una importante pérdida en las reservas internacionales del Banco Central de Nicaragua (BCN), estimadas en unos 140 millones de dólares.
BanCorp, considerado también ‘el Banco del ALBA’, vivió un poco más de cuatro años: desde que inició operaciones el 6 de abril de 2015, hasta la decisión de cerrarlo de forma voluntaria y anticipada, este 22 de abril de 2019.
Al momento de su disolución, según las cifras del Banco Central al 31 de marzo 2019, BanCorp tenía depósitos por 202 millones en dólares y en córdobas por el equivalente de 74 millones de dólares, y préstamos por 80.5 millones de dólares, y un patrimonio de 23.1 millones. A la junta liquidadora que nombre la Siboif le tocará disponer de esos recursos.
El Banco nació vinculado a Albanisa, luego que documentos internos de la contraloría de Pdvsa mostraron el descontento de los venezolanos con el hecho que la Caja Rural Nacional fuera quien manejara los recursos provenientes de la cooperación que otorgaba esa nación sudamericana, que no tenía control alguno sobre Caruna.
Al pasar los fondos a BanCorp, (tanto los que estaban en poder de Caruna, como los que estaban depositados en diversos bancos del sistema financiero) Venezuela ganaba control sobre el manejo de los mismos, toda vez que ese banco terminaba siendo de su propiedad, como lo confirmó el entonces superintendente de Bancos, Víctor Urcuyo, cuando dijo que era de Albanisa, o como lo indicaba la presencia en su Junta Directiva, de Francisco López, vicepresidente de Albanisa, o de Jorge Martínez, presidente de Caruna.
Su papel en el manejo de la privatizada cooperación estatal venezolana se aceleró en 2017, cuando los depósitos en BanCorp aumentaron en 236.5% para cerrar en 10 154.7 millones de córdobas, equivalente a 329.8 millones de dólares, según el tipo de cambio vigente al 31 de diciembre de ese año.
La importancia del BanCorp dentro del esquema creado por la familia gobernante se hizo más evidente al conocerse que manejaba un fideicomiso de 75,449.3 millones de córdobas, (unos 2,450.4 millones de dólares), propiedad de Caja Rural Nacional (Caruna).
Tal como manda la Ley, en caso de cierre de una entidad financiera, la prioridad es devolver los recursos a los depositantes, pero la mayor parte de las disponibilidades e inversiones del ahora extinto banco –que informó el despido a sus 109 empleados- están colocados en el BCN.
Al 31 de diciembre pasado, BanCorp reportaba 11 094.8 millones de córdobas en el renglón de ‘Obligaciones con el Público’, expresadas en depósitos a la vista, de ahorro y a plazos, tanto en moneda nacional como extranjera, mientras que la suma de sus disponibilidades depositadas en el BCN y de sus inversiones en letras del Banco Central sumaban un poco más de 8884.1 millones de córdobas, monto que estaba respaldando las reservas internacionales netas del BCN.
En la práctica, esto significa que la mayor parte de los depósitos colocados en el BanCorp servía para respaldar las reservas internacionales del BCN, y que el retiro de esos recursos –unos 275 millones de dólares al cerrar 2018- ampliaría en unos 140 millones de dólares, el hueco financiero que arrastra el BCN, por la pérdida de sus reservas internacionales a lo largo de los últimos doce meses.
El daño comenzó desde el mes de marzo, cuando el BCN perdió 108 millones de dólares en reservas, de los que 47.2 millones se explican por el retiro de depósitos en BanCorp, en lo que tiene todas las trazas de ser una operación de autoprotección de los ahorrantes.
BanCorp alega inocencia
Un economista consultado por CONFIDENCIAL dijo que “sean de quien sean los depósitos, BanCorp deberá devolverlos, y para ello tendría que retirar sus depósitos o liquidar las inversiones que tiene en letras del BCN, donde están colocados la mayor parte de los depósitos, a menos que los depositantes decidieran mantener su plata allí”.
No se trata de cualquier ahorrante. Al 31 de diciembre de 2018, el 98% de los depósitos de ese Banco estaba concentrado en cuentas de más de 500 000 córdobas, lo que indicaría que se trata de depósitos de entes y/o personas relacionadas de importante capacidad económica, cuyos dueños harían todo lo posible para tratar de escapar de las sanciones estadounidenses. Sin éxito.
En un comunicado fechado el mismo 22 de abril, el ahora fenecido Banco recuerda que una de las razones para ser sujeto de sanciones por parte de OFAC fue “haber asistido, patrocinado, o proporcionado apoyo financiero, material o tecnológico para, o bienes o servicios en apoyo de, la vicepresidenta Rosario Murillo”.
Según el Banco, Murillo “nunca ha sido cliente” de ellos, ni se ha vinculado de manera alguna con las operaciones de esa entidad financiera, y que ni ella, ni “ninguna persona sancionada por OFAC, ha tenido refugio en Banco Corporativo”.
De diversas maneras, la entidad también rechaza la acusación de que lavaba dinero del FSLN, o que tuviera relaciones o negocios con Albanisa, y que ni Albanisa o Pdvsa tuvieran participación accionaria en BanCorp, y rechazan “los señalamientos que, basados en rumores e informaciones confusas, han lesionado nuestro negocio bancario”.
Reafirmando esa aseveración, una fuente de ese Banco dijo a Confidencial que “la cartera del Banco está limpia y no tiene allegados a Ortega, ni cuentas de él, su esposa o sus hijos. Ni siquiera DNP o Petronic tienen cuentas allí, ni del Grupo ALBA. Eso quedaría muy claro si se tomaran la molestia de leer los estados financieros publicados en La Prensa y El Nuevo Diario”.
El banco de papel
Una fuente bancaria dijo a CONFIDENCIAL que en realidad, sí hubo “plata de Albanisa” en la creación de BanCorp, pero también de los socios del banco que están “indignados con el gobierno y en especial con el sancionado Chico López, quien pese a todo seguía teniendo incidencia en esa entidad bancaria”, diciéndoles que “hay que aguantar, por el partido”.
Pero era muy difícil aguantar, en especial luego que a inicios de marzo, las demás instituciones financieras empezaron a rechazar los cheques de Bancorp, en la Cámara de Compensación del Banco Central, sin que el BCN hiciera nada para evitarlo.
Después, los bancos comenzaron a rechazar los cheques que emitían los clientes de ese Banco para tratar de pagar deudas, pese a que en ese momento Bancorp no estaba sancionado, con lo que en la práctica, ese Banco solo podía operar en efectivo, lo que es absolutamente inadmisible en el Siglo XXI.
La decisión de cerrar el Banco se tomó de forma unánime, el pasado lunes 22 de abril a las once de la mañana, en una sesión de la Junta General de Accionistas, tal como lo informó a la Superintendencia de Bancos, el representante del Banco Corporativo, Luis Bárcenas.
La razón es de todos conocida: las sanciones impuestas por el gobierno estadounidense, tal como lo reconoce el documento en el que Bárcenas afirma que “nuestro Banco se encuentra imposibilitado de seguir haciendo negocios debido a la sanción impuesta por la OFAC el día 17 de abril del presente año”.
Con base en ese considerando, Bárcenas solicita la autorización para proceder a la disolución voluntaria anticipada de esa entidad, conforme al artículo 15 de la Ley 561, que rige la actividad financiera en el país.
José Adán Aguerri, presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), dijo que están averiguando qué pasará con los 743 millones de córdobas con los que se compraría BanCorp.
“Queremos darnos cuenta cuáles son las rutas jurídicas” en esa fallida compra estatal, que evitó que las sanciones al BanCorp afectaran a entidades estatales, como el Banco Central. “Lo único concreto es que se disolverá el Banco y se perderá el empleo de muchas familias nicaragüenses”, comentó.
El líder gremial descartó que el cierre del BanCorp afecte al resto del sistema financiero nacional, ya que este ha tenido el “sumo cuidado” de no contaminarse. “A pesar de la salida de los depósitos y la reducción de la cartera de créditos, el sistema ha sabido sobrellevar la crisis”, defendió.
Y ahora, ¿quién les manejará su dinerito?
El cierre forzado del BanCorp al verse sin más opciones, producto de las sanciones estadounidenses- dejó en la orfandad financiera al grupo empresarial vinculado a la pareja presidencial, según una opinión expresada por la historiadora Dora María Téllez, al ser entrevistada en el programa online Esta Noche.
“BanCorp era la última institución financiera a la cual podían recurrir los Ortega Murillo, y los negocios de Albanisa. Era la retaguardia financiera a la que quedaron limitados después que todo el sistema financiero privado se viera obligado a cerrar las cuentas vinculadas a Albanisa, a Pdvsa y a la familia Ortega Murillo”, dijo Téllez.
“Este nocaut al Bancorp liquida el último centro financiero al cual ellos podían recurrir. Después de eso, les quedan dos opciones: andar cargando la maleta de dinero, o recurrir a centros financieros internacionales, tratando de perder la pista del dinero”, graficó.
“Es una pérdida importante para el grupo Ortega Murillo, y para los negocios que estaban basados en el dinero venezolano”, en especial, después que no se pudo realizar la venta forzada al Estado de Nicaragua, reiteró Téllez.
Cronología de un adiós
11 de septiembre de 2014: se publica la resolución SIB-OIF-XXII-290-2014, en La Gaceta 173
6 de abril de 2015: inicia operaciones
Noviembre de 2017: Caruna cede a BanCorp a través de cinco fideicomisos irrevocables un total de 2450.4 millones de dólares.
9 de febrero 2019: Estados Unidos anuncia que sanciones a Pdvsa, también afectan a BanCorp
18 de febrero de 2019: Unired ACH informa a BanCorp que le retirarían su afiliación al sistema.
5 de marzo de 2019: BanCorp sale de la Red ACH, por lo que ya no puede hacer transferencias electrónicas.
7 de marzo de 2019: la Asamblea Nacional obedece una orden de Daniel Ortega, y decreta que el Estado comprará el BanCorp por 743 millones de córdobas, pagaderos a cinco años plazo.
12 de marzo de 2019: BanCorp devuelve sus depósitos a Albanisa y los fideicomisos a Caruna.
17 de abril 2019: Estados Unidos anuncia sanciones directas contra el Banco.
22 de abril de 2019: Luis Bárcenas, representante del Banco Corporativo, informa a la Siboif el cierre definitivo de ese Banco.