13 de marzo 2019
El uruguayo Luis Ángel Rosadilla, enviado especial de la Secretaría General de la OEA a Nicaragua, informó este martes que permanecerá en el país hasta el 22 de marzo, con el fin de evaluar su participación en las negociaciones para superar la crisis en el país.
Rosadilla dijo a periodistas en Managua que su misión es conversar con las autoridades nicaragüenses, con la delegación de la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, con las distintas fuerzas políticas, con las organizaciones sociales y "con quien pida para hablar".
"Por eso he venido con cierto tiempo para conformarme una idea de la situación sobre la realidad, e informar a la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre las diversas posibilidades, si es que existen, de eventualmente participar" en la mesa de negociación, explicó.
Rosadilla no precisó en calidad de qué participaría la Secretaría General de la OEA, si como testigo, acompañante, mediador o garante.
Consultado sobre su eventual participación en el diálogo en Nicaragua sin la liberación de los "presos políticos", que es una de las razones por las que la opositora Alianza Cívica se ha retirado de forma temporal de las negociaciones, el político uruguayo sostuvo que "todo eso es lo que vamos a evaluar".
"Trabajaremos todo el tiempo que sea necesario buscando aportar, si es posible, un grano de arena, en un clima, que reitero, es de los nicaragüenses", señaló Rosadilla, quien expresó su buena fe de "colaborar en este proceso" en Nicaragua, aunque, aclaró, sin "invadir lo que es naturalmente propiedad de los nicaragüenses".
El Gobierno de Daniel Ortega invitó a la Secretaría General de la OEA a participar en la mesa de negociaciones, que actualmente está en un punto muerto.
El Gobierno hizo esa invitación después que exhortara a la comunidad internacional a suspender toda sanción contra el Estado nicaragüense en el marco de la crisis sociopolítica que estalló en abril pasado y que ha dejado cientos de muertos, de detenidos y miles en el exilio.
También un día después de que la Conferencia Episcopal de Nicaragua declinará participar como testigo y acompañante en la mesa de negociaciones.
Además, luego de que la Alianza Cívica anunciara que reconsiderará su participación en ese foro, del cual se ha retirado hasta que el Ejecutivo de "señales de voluntad política" para continuar con las negociaciones.
La Alianza Cívica anunció el domingo su retirada de la mesa de negociación con el Gobierno, hasta que el presidente Ortega libere a cientos de "presos políticos" y cese la represión y los "secuestros".
Sobre Nicaragua penden sanciones de EE.UU. con la Ley Magnitsky Nica y la amenaza de la Unión Europea de otras medidas similares contra Ortega y sus allegados.
Además, el Consejo Permanente de la OEA ha comenzado a aplicar la Carta Democrática Interamericana a Nicaragua, lo que podría culminar con su suspensión del organismo continental.