30 de diciembre 2020
El escritor y periodista cubano, residente en México, Carlos Manuel Álvarez, autor del libro de crónicas La tribu. Retratos de Cuba (2017), de la novela Los caídos (2019), ambos editados por Sexto Piso, y director del diario independiente El Estornudo, ha sido arrestado unas cuatro veces en las últimas semanas en Cuba. Las cuatro detenciones han sido arbitrarias, sin un proceso judicial en su contra en curso y, por tanto, violatorias de la Constitución de 2019 que rige en la isla.
El primer arresto se produjo el pasado 26 de noviembre cuando un grupo de policías, disfrazados de trabajadores de la salud, allanó violentamente la sede del Movimiento San Isidro en La Habana Vieja, y detuvo a una docena jóvenes allí reunidos, algunos de ellos en huelga de hambre. Álvarez, de visita en La Habana, con todas las garantías que ofrece la Ley Migratoria cubana de 2013, decidió permanecer en dicha sede en solidaridad con los huelguistas.
La segunda detención del periodista, colaborador habitual de El País y The New York Times, se produjo días después del allanamiento del Movimiento San Isidro. Esta vez se trató de un interrogatorio de varias horas en una casa de la Seguridad del Estado, en las afueras de La Habana. La práctica de los interrogatorios, también anticonstitucional, es bastante común en Cuba. Cualquier persona de interés para el Ministerio del Interior de la isla (funcionarios vacilantes, intelectuales reformistas, artistas inconformes, periodistas extranjeros u opositores políticos) es sometida a esos interrogatorios.
El tercer arresto de Carlos Manuel Álvarez se produjo en Cárdenas, ciudad de la provincia de Matanzas, donde vive su familia. Desde que llegó a esa ciudad, después del allanamiento de San Isidro, el escritor, así como varios de los cientos de jóvenes que se manifestaron pacíficamente en el Ministerio de Cultura, el 27 de noviembre, tuvo presencia policial frente a su domicilio. Una tarde en que intentó salir de su casa, fue nuevamente conducido a una estación de policía.
La cuarta detención tuvo lugar hace pocos días en La Habana, donde Álvarez tenía prevista una conferencia virtual con el periodista salvadoreño Óscar Martínez, colaborador de El Faro y uno de los principales críticos del gobierno derechista de Nayib Bukele. La conferencia se trasmitiría en el Instituto de Artivismo Hannah Arendt (Instar), un centro independiente que encabeza la artista Tania Bruguera. Esta vez, la policía política trasladó a Álvarez, a la fuerza, a la ciudad de Cárdenas.
Seguramente no será este el último arresto del escritor. Artistas como Tania Bruguera y Luis Manuel Otero Alcántara ya no pueden contar los suyos con los dedos de una mano. El arresto preventivo y el interrogatorio express son mecanismos perfectamente rutinarios en un sistema de seguridad que hora con hora niega la voluntad de construir un “estado socialista de derecho”, como explícitamente proclama la Constitución de 2019.
*Artículo publicado originalmente en La Razón de México.