22 de diciembre 2020
La oposición organizada en la Unidad Nacional Azul y Blanco y en la Alianza Cívica se prepara para los diferentes escenarios frente a las elecciones presidenciales y legislativas del 7 de noviembre de 2021 y entre las posibilidades se encuentran: que Ortega decida no otorgar reformas electorales ni condiciones para un proceso libre, transparente, y competitivo.
La otra opción es que Ortega se “robe las elecciones”, dice Eliseo Núñez, analista político de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, pero también avizora otro escenario en el que el caudillo sandinista permita la realización de elecciones, sin condiciones, y que la oposición se prepare para evitar que Ortega se las robe.
Según Núñez, la oposición tendrá que decidir si está preparada para disputarle a Ortega el resultado, en un escenario fraudulento, y de esto dependerá si deciden participar o no en el proceso.
Ivania Álvarez, miembro de la Unidad Azul y Blanco, expresó durante la entrevista realizada en el programa Esta Semana, que se están desarrollando mecanismos que permitan, a la Unidad, proponer al candidato presidencial y a los candidatos a diputados a través de un mecanismo participativo.
“Ese es un acuerdo que se ha venido trabajando sobre la selección de liderazgos. (...) Básicamente es en dos etapas, (selección) de candidatos a presidente y vicepresidente y otra etapa de selección de candidatos a diputados”, dijo Álvarez.
Esto significa que serán los territorios de la Unidad los que se encarguen de escoger a estos candidatos, abandonando así la cultura de los partidos políticos tradicionales nicaragüenses de hacer la selección de dedo.
La organización territorial se ha ampliado, relata Álvarez, pues según sus datos, a inicios de año tenían presencia en 30 municipios, y ahora la tienen en los 152 municipios del país.
Para estar listos, la oposición tendrá que estar unificada de tal manera que pueda reaccionar y adaptarse a lo que Ortega ceda, entre los meses de enero a marzo, según dice Núñez.
“Debería de poder adelantarse la oposición (a las decisiones de Ortega). En su visión (Ortega) va a escoger entre abril y mayo qué cosas puede dar. Entre enero o febrero tenés que tener una plataforma con liderazgos definidos y esos van a definir si se participa o no en las elecciones”, dijo Núñez.
Una de las primeras acciones de Ortega para dificultar este camino de selección, se hizo con la aprobación de la Ley Especial de Regulación de Agentes Extranjeros que inhibe a los opositores de participar en elecciones si reciben fondos de gobiernos u organismos de otros países.
A esto se suma la aprobación de la “Ley de defensa de los derechos del pueblo a la independencia, la soberanía y autodeterminación para la paz”, que imposibilita que sean candidatos a cargos públicos todos aquellos que el régimen considere “golpistas”, es decir, los opositores.
“Ortega está apostando a escoger a los opositores y eso es inaudito en una democracia”, se quejó Núñez.
Lo que sí da esperanzas a los adversarios políticos de Ortega es que, aseguran, ahora son más personas las que hablan de libertad en el país. No era así antes del estallido de abril del 2018.
Sin embargo, los opositores primero tienen que encontrar la manera de vencer el estado policial que el régimen orteguista ha impuesto y que, entre otras cosas, limita la movilización de quienes adversan al gobierno.
Ahora, ese método de represión está evolucionando a niveles mayores y no se permite que los líderes de la oposición salgan de sus casas, como denunció Félix Maradiaga este 21 de diciembre, cuando la policía le informó que lo mantenía “casa por cárcel”, sin dar mayores explicaciones.