17 de diciembre 2020
La manera relajada con que la población salió a las calles a festejar la Purísima, podría acelerar la curva de crecimiento de contagios de covid-19, en un momento en que se observa un leve incremento en el número de casos en el país, en opinión de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides).
Ese centro de pensamiento presentó este martes su más reciente Informe de Coyuntura a diciembre 2020, en el que no solo ofrecieron su pronóstico de que el desempeño de la economía será de -2.5% en este año, y de 1.0% en 2021, sino que advirtieron del riesgo de que el fin de año traiga consigo un aumento de la tragedia.
“Los efectos de la Gritería se verán después del 24 de diciembre”, dijeron los economistas de la Fundación, quienes advirtieron que observan una relajación de las medidas de distanciamiento físico. “Si no se mantienen las medidas de protección, la segunda ola será efectiva”, advirtieron.
“Si bien las autoridades han aplicado diferentes medidas de prevención y mitigación, buena parte del comportamiento de la sociedad obedece a la percepción de riesgo de la gente, y parece que esa percepción de riesgo es menor en este momento”, añadieron. Si el país ha escapado hasta ahora al terror de una segunda ola, no es por el Gobierno, que destacó como un organizador de actividades masivas, sino que “ha dependido mucho de las personas”, aclararon.
Aunque el Gobierno insiste en que la epidemia solo se ha saldado con un total de 162 muertes, los datos del Observatorio Ciudadano covid-19 hablan de 2822 fatalidades, mientras que un análisis de sobremortalidad efectuado a partir de los datos publicados en el Mapa Nacional de Salud Pública del mes de septiembre, arroja el escalofriante total de 8454 fallecidos, o sea, 52 veces más que la cifra oficial, y más de 250 000 contagios.
Los datos más recientes recopilados por el Observatorio reflejan que se está revirtiendo la tendencia a la baja que se venía observando. “No está creciendo considerablemente, pero sí hay un incremento relativo en el ritmo de contagio en las últimas semanas”, dijo el economista Camilo Pacheco, investigador de la Fundación.
“Si se relajan las medidas en estas fiestas navideñas, podríamos ver un aumento en el número de casos a finales de diciembre, o inicios de enero”, advirtió al ser entrevistado en el programa Esta Noche, que solo se transmite en línea por causa de la censura televisiva del Gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Regresando a 2013
Según Funides, cuando se recopilen las estadísticas de 2020, comprobaremos que la economía nicaragüense se habrá derrumbado solo -2.5%. Los cálculos presentados en abril, durante lo peor de la epidemia, sugerían que el desplome sería catastrófico: entre -6.5% y -13.7%, según el escenario que viviera el país. Los datos de octubre ya hablaban de -5.0% para todo el conjunto del año.
En el contexto de una mayor publicación de datos por parte del Banco Central de Nicaragua, y de encuestas con empresas y entrevistas con empresarios, la Fundación revisó su proyección de la actividad económica que “sugiere que la caída será de -2.5% en 2020, lo que implica una menor contracción en comparación con 2019”, explicó Pacheco.
El impacto de la pandemia se fue dosificando a lo largo de los trimestres, afectando de manera más intensa al segundo, cuando los entierros exprés le mostraron a la ciudadanía que convenía quedarse en casa.
“En el tercer trimestre todavía hubo contracción en términos interanuales, pero se ve que la economía muestra señales de que esta contracción es menor. Esperamos que en el cuarto trimestre continúe una dinámica similar, como una especie de recuperación gradual, solo que, evidentemente, todavía cerraremos este año en contracción”, detalló el investigador.
Los números no pueden negar que “este es el tercer año consecutivo de caída, e implica un retroceso de al menos siete años en términos de pobreza y de ingreso per cápita”, aun cuando la caída es menor de lo que se esperaba cuando inició la pandemia en el país.
En términos de ocupación laboral, los números sugieren que el desempleo abierto disminuirá en 30 000 personas, al pasar de afectar a 202 000 ciudadanos (6.2% de la PEA), al cierre del presente año, a 172 000 (5.2%) en el próximo.
Mejora por huracanes
También se observa una leve recuperación del PIB per cápita, que “luego de caer tres años, aumentará en 0.9%, para ubicarse en 1875 dólares. La pobreza prácticamente no se mueve, porque 1% es un incremento relativamente bajo, y se necesitan mayores niveles de crecimiento para reducir la pobreza, que seguirá afectando a alrededor de un tercio de los nicaragüenses”.
En 2017, la pobreza afectaba al 20.3% de los pobladores (1.3 millones de personas), y creció año con año, hasta afectar al 29.9% en 2020 y en 2021, equivalente a dos millones de personas.
Igual que en 1998, las perspectivas de crecimiento para el año posterior a los huracanes Eta y Iota, son mejores que las del año previo. Los generosos montos ofrecidos por los organismos financieros multilaterales, permitirán que la Administración Ortega disponga de mayores recursos para invertir en 2021, con lo que el crecimiento esperado pasó de 0.3% a 1.0%.
“Hay elementos negativos y otros positivos, como el gasto para la reconstrucción, de tal forma que en el neto, lo positivo termina siendo mayor. Es como lo que sucedió cuando el huracán Mitch devastó al país en 1998, pero impactó positivamente el siguiente año, gracias a la inversión pública en la actividad económica”, comparó.