12 de noviembre 2020
Pozos contaminados, casas inundadas y sembradíos destruidos por las corrientes es parte del panorama en el que se encuentran 14 comunidades de la ribera de Río Coco Abajo, en el Caribe Norte de Nicaragua, tras el impacto del huracán Eta. El sacerdote miskito Rodolfo French, encargado de la parroquia San Rafael, en Waspam, advierte que esta situación -una vez baje el caudal del río- generará hambruna en los comunitarios.
“Son comunidades sumamente pobres. El problema será después con el agua, los pozos contaminados, las pérdidas completas de la producción de arroz, porque están en tiempos de arroz, el plátano, la yuca, creo que lo peor para ellos va a ser cuando regresen a las comunidades”, advirtió.
A pesar de las difíciles condiciones de acceso a las comunidades, el sacerdote ha realizado visitas para conocer la condiciones en las que se encuentra la población, constatando que decenas de viviendas han quedado inundadas y varias presentan daños parciales.
French indica que son 14 comunidades las que han sido albergadas en Koom y Wasla, en Waspam. Además, detalla que algunos comunitarios han optado por buscar a parientes en la zona más urbana de Waspam, mientras baja el caudal del río.
Algunas de las comunidades albergadas -según el párroco- son Kiwastara, Anris, Ahyapura, Rayapura, Klampa, Sawa, Plankira y Boom, incluyendo algunos habitantes de Ilaya, ubicada en Honduras.
Hasta el siete de noviembre, el Ejército de Nicaragua informaba de la evacuación de 935 personas provenientes de ocho comunidades aledañas a Río Coco Abajo, en Waspam.
Las personas evacuadas se encuentran en ocho albergues habilitados en las comunidades Koom y Wasla. Algunos de los centros habilitados, detalla French, son en las instalaciones de las Iglesias morava, católica y evangélica, y una escuela en Wasla.
Comunitarios duermen “donde encuentran lugar”
Sin embargo, valora que los comunitarios no se encuentran en óptimas condiciones en estos albergues, pues todavía varios duermen donde han encontrado lugar, a veces sobre el suelo o algunas pocas colchonetas.
French calcula que son más de 2500 los comunitarios los afectados por las crecidas en Río Coco Abajo, pues asegura que recientemente les llevó esa cantidad en nacatamales y todavía “nos faltó para dar, por eso creemos que pueden ser poco más de esos 2500 comunitarios”.
El religioso afirma que varios pobladores están ansiosos por regresar a sus hogares. A las mujeres, además, les preocupan sus parejas que quedaron en las comunidades y que sus hijos están enfermos.
Afirma que en las zonas ha visto a bomberos, personal de salud, de la Policía y del Ejército, pero que no ha visto grandes cantidades de ayuda.
Detalló que han visitado las comunidades de Leimus y Koom. “Hemos hecho dos visitas para ver a la gente, caminar con ellas, recibirlas a donde llegaban, le entregamos un poco de comida cruda la primera vez y ya en la segunda vez le llevamos alimentación cocida”, precisó.
El informe preliminar sobre las afectaciones que dejó el huracán Eta en Nicaragua, publicado el nueve de noviembre por el Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Sinapred), detalla que 71 145 personas fueron evacuadas y 47 297 fueron albergadas en 325 centros. Además, señala que las pérdidas económicas pueden rondar 6128.4 millones de córdobas, unos 172 millones de dólares.
Entre las prioridades inmediatas están la atención a familias en albergues y en situación de inseguridad alimentaria, estimando un monto de 103.6 millones de córdobas para hacer frente a esa urgencia en las zonas afectadas por Eta.