6 de noviembre 2020
La campaña de reelección del presidente de EE.UU., Donald Trump, ha emprendido una ofensiva judicial para frenar el avance de su rival, el demócrata Joe Biden, quien acaricia la Casa Blanca después de haber declarado la victoria en varios estados clave.
Estas son las demandas con las que la campaña del gobernante desafía el proceso electoral:
Nevada, supuestos votos fantasma
Sin haber aportado pruebas, el equipo de Trump aseguró que hubo fraude en el estado clave de Nevada porque se permitió votar a unas 10 000 personas que ya no viven allí y, además, se contabilizaron los sufragios de personas fallecidas.
En este y otros casos, las alegaciones de la campaña se basan en bulos. Por ejemplo, las autoridades electorales de cada estado revisan con frecuencia las listas de votantes para eliminar los nombres de aquellos que han fallecido, por lo que no hay pruebas de que sea un problema generalizado.
La Justicia de Nevada todavía no se ha posicionado. Todas las demandas que Trump ha interpuesto podrían acabar en manos del Tribunal Supremo, la máxima instancia judicial del país.
Demanda contra el corazón demócrata de Georgia
La campaña eligió presentar su demanda en el condado de Chatham, donde se encuentra la ciudad de Savannah y que es de tendencia demócrata, por lo que podría beneficiar a Biden.
De nuevo, sin aportar pruebas, la campaña afirmó que en ese condado un observador republicano vio cómo se añadían ilegalmente 53 papeletas emitidas tarde a un montón de votos por correo que llegaron a tiempo. Para ser válidas, las papeletas en Georgia debían llegar antes de las 7 de la noche hora local de este martes, día de las elecciones.
Un juez de Georgia desestimó este jueves la demanda por falta de pruebas.
Michigan y los "rumores"
La campaña alegó que la secretaria de Estado de Michigan, la demócrata Jocelyn Benson, la máxima autoridad electoral en el estado, estaba permitiendo que se contaran las papeletas que se habían depositado por adelantado sin la supervisión de observadores de ambos partidos.
Por eso, pidieron que se detuviera el escrutinio y que se revisaran aquellas papeletas a las que los observadores republicanos supuestamente no habían tenido acceso.
Una magistrada rechazó este jueves la petición de la campaña de Trump porque dijo que estaba basada en "rumores" y, además, recordó que el escrutinio prácticamente ha terminado en Michigan, por lo que la demanda llegaba demasiado tarde.
Más acceso en Pensilvania
La campaña ha pedido que se permita a los observadores republicanos situarse a una distancia de menos de 1,8 metros (seis pies) de cualquier mesa donde se esté llevando a cabo el cómputo de votos, para supervisar mejor el proceso.
La Corte de la Mancomunidad de Pensilvania falló este jueves a favor de Trump, pero su decisión tiene un impacto limitado, ya que no detiene el escrutinio ni invalida ninguna parte del cómputo que se ha hecho hasta ahora en ese estado bisagra.
Ante el Tribunal Supremo por Pensilvania
Por otro lado, la campaña de Trump pidió el miércoles al Tribunal Supremo de EE.UU. que le permita unirse a una demanda que ya presentó el Partido Republicano estatal.
Los republicanos de Pensilvania habían pedido a la máxima instancia judicial del país que invalidara el fallo del Tribunal Supremo de Pensilvania que permite que se cuente el voto por correo que llegue como tarde el viernes, siempre y cuando se haya enviado el día de las elecciones.