2 de noviembre 2020
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Monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa, abogó por la “humildad” dentro de la oposición, en un contexto de abandonos en las filas de la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD). “El humilde no busca los primeros puestos, que el humilde no siempre llama la atención porque no le interesa llamar la atención. El humilde cuando hace el bien lo hace en el silencio”.
El prelado resaltó que la oposición vive en las “disputas, en esos protagonismos, en esas búsquedas de intereses personales o grupales, en esa sed de protagonizar, en esas salpicaduras de ofensas, de agresiones de posturas”.
La Alianza Cívica abandonó la Coalición Nacional el pasado lunes 26 de octubre para “impulsar una plataforma política y electoral unitaria e inclusiva”. Pocos días después anunciaron su salida de esa plataforma representantes de los sectores de la sociedad civil y el académico, entre ellos, Carlos Tünnermann Bernheim, coordinador general de la organización; el padre José Alberto Idiáquez, rector de la Universidad Centroamericana (UCA); la abogada constitucionalista Azahálea Solís; el académico Ernesto Medina; y el sociólogo Juan Carlos Gutiérrez, secretario técnico de la ACJD.
Además, los líderes de la Alianza en León, Estelí, Madriz y Chontales y varias directivas departamentales y municipales de la Alianza informaron que se mantendrán dentro de la Coalición.
“No basta con decir o salir en un vídeo o en una foto, en una viñeta radial o spot televisivo hablando de solidaridad con los que padecen alguna tribulación. Es necesario realmente llorar con el que llora, para reír con el que ríe, sufrir con el que sufre para alegrarse con el que se alegra, tener hambre y sed de justicia para entonces entender realmente al que sufre la injusticia y además ponerse en su lugar y luchar por él y con él”, aseguró el prelado.
Destacó que “es necesario ser misericordioso con los más cercanos, y los líderes ser misericordiosos entre ustedes. Sólo así podrán ser misericordiosos con el pueblo, porque nadie, nadie da, lo que no tiene”.
“Dichosos los que lloran”
El obispo, en su homilía realizada en la catedral San Pedro Apóstol, llamó a los nicaragüense a poner en “práctica las bienaventuranzas”. Dio lectura a los salmos que se dirigen “a los que lloran, a los que tienen hambre y sed de justicia. Todos ellos serán consolados y saciados”.
El obispo hizo énfasis del sufrimiento que ha causado en los nicaragüenses los muertos por las protestas de la rebelión del 2018 y los de pandemia del Covid-19. “El llanto del pueblo nicaragüense no es infecundo, es el llanto de los bienaventurados, el llanto de Jesús en el Getsemaní, es el llanto de las bienaventuranzas de este día”.
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