7 de octubre 2020
Tras dos años de crisis sociopolítica en Nicaragua y en la antesala de los comicios presidenciales de noviembre de 2021, los nicaragüenses demandan como garantías mínimas para participar de unas elecciones: “observación internacional, un sistema electoral confiable y seguridad ciudadana”, revela la segunda edición del informe sobre el “Estado de la Democracia en Nicaragua 2020”, elaborado por la Fundación Nicaragüense Para el Desarrollo Económico y Social (Funides).
El informe detalla que, ante los futuros comicios de 2021, consultaron en la Encuesta Socioeconómica de Propósitos Múltiples (ESPM) 2020, ¿cuál es la condición más importante que debe cumplirse para que usted participe en las próximas elecciones presidenciales?, resultando que los nicaragüenses indican que es necesario: elecciones observadas por organismos internacionales en un 25%, un sistema electoral confiable con el 23% y seguridad ciudadana con un 20%.
Sin embargo, el 15.2% de los nicaragüenses aseguró que “no piensan votar en ninguna circunstancia”.
El tamaño de la muestra de la ESPM 2020, detalla Funides, fue de 413 informantes, se realizó casa a casa y tiene un margen de error de 4.9 puntos en resultados totales, por lo que el nivel de confianza es del 95%.
Nicaragüenses apoyan solución pacífica
Los datos de la ESPM 2020 de Funides revelan además que una marcada desconfianza para el Consejo Supremo Electoral (CSE), encargado de realizar las elecciones en el país, ya que cerca del 50% señaló que no confía en la “validez y legitimidad” de las elecciones. En contraste, el 44.1% dijo confiar en los procesos electorales.
Este tipo de resultados donde se ven claramente divididos los nicaragüenses, explica el informe de Funides, revelan que Nicaragua “se encuentra altamente polarizada”.
No obstante, los ciudadanos consultados apuestan en común, en un 50%, a una solución pacífica a la crisis sociopolítica, inclinándose a la posibilidad de un “diálogo nacional entre el Gobierno, políticos y sociedad civil”. En consonancia, un 30% dijo apoyar una negociación internacional y el 27% se inclina por reformas electorales con un adelanto de elecciones.
Sin embargo, el 30% apoya las acciones represivas del régimen de Ortega, pues piden que los opositores “dejen de protestar” y un 4% apuesta por un “enfrentamiento armado”.
Baja confianza en organizaciones opositoras
En el caso de la participación electoral, de acuerdo a la ESPM 2020 de Funides, el 48.4% de la población dijo que “siempre” vota cuando hay elecciones nacionales en el país, mientras que el 26.6% solo ha votado “algunas veces” y el 20.1% “nunca” lo ha hecho, aunque cumplen con la edad para ejercer su derecho.
En este contexto, los ciudadanos consultados dijeron confiar entre un 18% y un 30% en organizaciones opositoras al régimen de Daniel Ortega. El informe del Funides detalla que el nivel de confianza en la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD) en 2020 fue del 18.4%, la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) con 20.4%, la Coalición Nacional con 20.2%, los movimientos estudiantiles con un 30.8% y el Movimiento Campesino con un 31.1%.
A su vez, las agrupaciones, organizaciones o instituciones con más confianza siguen siendo las universidades (44.3%), la iglesia católica (43.7%), iglesia evangélica (45.4%), bancos (39%), medios de comunicación (38.9%), ONG´s (27.5%) y la empresa privada (22.4%). Cabe mencionar que todas estas han bajado el nivel de confianza respecto a los indicadores de 2019, con la excepción de la Iglesia Católica que subió un 0.1 punto porcentual.
Retrocesos en temas democráticos
Funides remarca que, si bien el país mantiene niveles de violencia contra opositores, aunque se mantienen "bajos niveles de confianza entre la población en instituciones públicas en 2020" estos "son mayores a 2019”.
La mayor baja en la confianza en los poderes del Estado, incluyendo; Gobierno, poder Electoral, Asamblea Nacional y sistema de Justicia, se tuvo en 2018, cuando pasaron de entre 40% y 25% a entre 15% y 20%. Sin embargo, la tendencia que revela Funides en este 2020 es un "aumento en la confianza", aunque rescatan que esta es relativa, puesto que se da en dependencia del contexto en el que los ciudadanos son consultado.
Apunta además que, actualmente, los nicaragüenses consideran que el mayor problema que tiene el país es por la situación económica 53.4%, sanitaria 19.4% y política 15%.
Sin embargo, instituciones internacionales como Variedades de la Democracia (V-Dem), citada por Funides en su informe, identifica que en Nicaragua hay retrocesos vinculados a la libertad de expresión ampliada, elecciones transparentes e independencia judicial. “Se resalta que la falta de independencia de los poderes del estado impide limitar posibles excesos del poder Ejecutivo”, reseña el informe del Funides.
A su vez, oficinas de investigación como Economist Intelligence Unit mantienen su clasificación de régimen autoritario para Nicaragua en 2020, y lo posiciona como el segundo país con mayor deterioro democrático en América Latina y el Caribe desde 2006, superado únicamente por Venezuela.
El informe de Funides, a través de la ESPM, refleja que entre quienes indican que saben qué es democracia y responden con un concepto cercano a la democracia liberal, un 41.7% se encuentra "insatisfecho" con el funcionamiento de la democracia en Nicaragua.
Funides concluye que en el país, en materia de democracia, continúan existiendo "grandes retos para la construcción de una Nicaragua que se envuelva bajo los preceptos democráticos, constitucionales y republicanos, más cohesionada y tolerante, y que permita construir una nación donde podamos viven en paz".