31 de agosto 2020
Una ronda de contactos realizados con médicos que atienden en diez hospitales de seis ciudades del país –tanto del sector público como del privado- muestra que el sistema está viviendo una tensa normalidad, a la espera de lo que todos esperan será la segunda ola de contagios, en las primeras semanas de septiembre.
“Esto que estamos viviendo es la calma que precede a la tormenta”, dijo a CONFIDENCIAL un médico del sector público, con conocimiento del comportamiento epidemiológico del virus en el país, que pidió el anonimato, al igual que el resto de sus colegas.
El más afectado de todos es el Hospital Alemán, constituido en el principal centro de referencia para atender a las víctimas del covid-19, lo que llegó a desbordarlo durante la primera ola de la enfermedad.
“Hasta el viernes había pocos casos. Unos 20 hospitalizados en total”, dijo una fuente de ese hospital, que llegó a tener más de 300 hospitalizados.
En el Hospital Vivian Pellas no ha habido incremento de hospitalizaciones, y que, hasta este domingo, solo una persona estaba siendo atendida en la unidad destinada a los pacientes con covid-19.
Otros hospitales de Managua, como el Bautista, reportan solo dos pacientes atendidos por causa de la epidemia, mientras que en el Manolo Morales “no hay ingresos, porque a todos los que son sospechosos, se les traslada al Hospital Alemán”, explicó una fuente médica.
En Chinandega, donde se reporta la muerte de un cirujano por causa de la enfermedad, también se observa “una drástica disminución de casos, de hasta 90%”, dijo una fuente médica, asegurando que “hasta el momento no hay rebrote”.
Un médico que atiende en un hospital caraceño, refirió que “en este momento, los hospitales están vacíos. Nos habían dicho que esperáramos un aumento de casos en agosto, y nada, así que ahora nos dicen que será en septiembre, por lo que todo está normal, relajado, pero estamos atentos”.
Otro profesional de la salud, que labora en un hospital de la Región Autónoma del Caribe Norte, relató que en este momento tienen cerrada el área donde se atiende a los pacientes con covid-19, aunque, de todos modos, cuando tenían casos los trasladaban a Siuna o Bilwi.
“No nos han advertido nada, pero es muy probable que reinicie con fuerza la curva de contagios, porque así son los virus, pero también porque la gente no se está cuidando. Ahí los vemos que andan en las calles, sin usar suficiente protección”, lamentó.
Otro médico que labora en un municipio granadino, explicó que la mayoría de los casos que se les presentan son leves, por lo que no los internan, sino que los envían a sus casas, y los monitorean, “pero si el paciente se escucha cansado, si le cuesta respirar, y sus niveles de saturación de oxígeno están entre 90 y 94, los enviamos a Granada”.
Una tormenta perfecta
La situación de calma que viven los centros hospitalarios del país es “como una pausa. Las proyecciones indicaban que a final de mes, habría un incremento importante de casos, lo que no ocurrió, pero eso no significa que no vaya a haber un aumento de contagios, solo que no en las fechas predichas”, explicó el doctor Rafael Amador, epidemiólogo.
Aun cuando los datos oficiales se guardan como secreto de Estado, el experto basa su certeza acerca de la inminencia de la segunda ola, en que menos del 10% de la población ha sido expuesta, por lo que el 90% restante tiene riesgo de contagio.
“La transmisión comunitaria es mayor ahora. A la par, observamos el comportamiento relajado de la población, que acude a actividades deportivas, bares, no respeta el distanciamiento físico, así que lo que tenemos es una tormenta perfecta para fomentar un rebrote. Ninguna de las tres condiciones ha variado, y vemos que la gente se está relajando más”, advirtió.
Esa tormenta perfecta podría significar varios miles de muertos, de acuerdo con el testimonio de un médico granadino que habló con esta publicación, con la condición de mantener su nombre en el anonimato.
“Estamos esperando el inicio de una curva ascendente que será alta, muy alta, y se mantendrá así por un mes y medio. Un epidemiólogo nos explicó que se pronostican 9000 contagios solo a inicios del mes, y que al terminar la curva, a mediados de octubre, puede haber 3000 muertos más, porque no estamos siguiendo las medidas de cuido”, reveló.
A pesar de eso, un galeno que trabaja en el sector público, detalla que no percibe a sus colegas “ni muy emocionados, ni muy organizados para enfrentar” el rebrote. “Los veo igual que siempre: esperando casos… a la expectativa, pero no de forma dinámica, sino pasiva, y disminuyendo los medios de protección que se entrega a los médicos”.
“Es cierto que esto está disminuyendo, pero sabemos que no hay que confiarse, por lo que nos estamos preparando”, refirió un médico que labora en el Hospital Bertha Calderón.
“Es cierto que la gente tiene miedo de ir a los hospitales, pero no tiene sentido que estén temerosos, porque se les atiende en áreas separadas, y hacemos nuestro mejor esfuerzo por cuidarlos”, prometió, reconociendo que “muchos colegas se han contagiado y fallecido”.
Calculando… a ciegas
Una proyección es un cálculo de lo que puede llegar a suceder y, como tal, susceptible de ser correcto, o estar sobreestimado… o subestimado.
“Las proyecciones epidemiológicas se basan en modelos matemáticos. Por ejemplo, el Imperial College de Londres, basado en los datos oficiales, plantea que en noviembre y diciembre de 2020 viene la curva alta de mortalidad”, explicó el epidemiólogo Leonel Argüello.
Dado que “en Nicaragua se promueve el contagio de forma oficial”, los expertos esperan no una, sino varias olas que “van a venir reventando en diferentes momentos. Cuando se juntan, tenés una gran cantidad de casos como en la primera, que rebasó la capacidad hospitalaria. En este momento, los casos están comenzando a gotear en diferentes hospitales: hace una semana en cuatro de ellos había más de 100 pacientes y 14 intubados”, reveló.
“El problema es que no hay información oficial sobre los casos y esto hace que la población disminuya su valoración del riesgo y relaje las medidas de prevención del contagio. Por otro lado, como no tenés ubicación geográfica de los casos, no sentís la cercanía, no modificas tus prácticas higiénicas y de distanciamiento físico, que es fundamental”, añadió.
El número de 9000 contagios que informó el médico granadino, se queda corto ante las proyecciones que maneja el doctor Amador, quien señala sin ambages que serán muchos más.
Su cálculo es que unos 200 000 ciudadanos se han contagiado hasta ahora, aunque solo se hayan reportado los 9998 casos que cuenta el Observatorio Ciudadano hasta la semana pasada, o los 4494 contagios que admitía el Ministerio de Salud (Minsa), hasta el pasado martes 25 de agosto.
Finalmente, el galeno con conocimiento del comportamiento epidemiológico, admitió que sus colegas del Ministerio de Salud también esperan esa segunda ola, y que el ritmo de contagios sea mayor, debido a una mutación observada en el virus SARS-CoV-2, que le permite aumentar su capacidad de infectar nuevos huéspedes, pero al precio de disminuir su potencial de letalidad.
Con base en eso, esta fuente asegura que “no creo esa tasa de mortalidad, pero sí la de contagios. Ese número de 9000 suena creíble”, asevera.