28 de agosto 2020
La universitaria Valeska Alemán fue identificada en 2018 como uno de los "rostros de la rebelión" contra la dictadura de Daniel Ortega, tras grabar a policías y paramilitares disparando contra estudiantes atrincherados y desarmados en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua). Fue encarcelada y liberada y para resguardar su vida, decidió exiliarse primero a México y luego decidió cruzar a Estados Unidos, que ahora la ha repatriado a Nicaragua.
"Fue una de las activistas más reconocidas en Nicaragua, protestando contra un Gobierno que ha encarcelado y asesinado a sus opositores", así describe un perfil publicado en The Washington Post sobre la joven que, junto a más de cien nicaragüenses, fue repatriada por el Gobierno de Estados Unidos.
Cuando la joven nicaragüense llegó a la frontera de Estados Unidos en julio, la Administración de Donald Trump "había lanzado una política de la era de la pandemia que envía a los nicaragüenses directamente de regreso a su país sin permitirles solicitar asilo".
"Diecisiete días después de cruzar a Texas, la embarcaron en un avión de regreso a Managua con más de 100 nicaragüenses, casi todos opositores al presidente Daniel Ortega", reseña el texto escrito por el periodista Kevin Sieff, con el apoyo de reporteo del periodista nicaragüense Ismael López.
A pesar de que la joven de 22 años cargaba una mochila "llena de documentos" para mostrarle a los funcionarios de inmigración estadounidenses en los que mostraba que el Gobierno de Ortega "parecía dispuesto a matarla", no le dejaron demostrar nada.
Teme ser encarcelada, afirma Valeska Alemán
La joven explicó al diario que cuando aterrizó de regreso en Nicaragua, se sintió "como si llevara una bomba de relojería", volviendo luego de huir denunciando los abusos del régimen y esperando ser encarcelada de nuevo.
Ella ya fue capturada y retenida en El Chipote en dos ocasiones. Desde la cárcel grabó un video en el que delataba a algunos de sus compañeros, aunque al ser liberada dijo que lo hizo bajo tortura.
Antes había sido capturada en junio de 2018, cuando regresaba de dejar víveres a otros estudiantes. En esa ocasión unos encapuchados la raptaron, obligándole a subirse a un vehículo, junto a otros universitarios. A ella le arrancaron una uña del pie derecho.
“Nos tiraron al suelo, todos estaban armados, tenían escopetas. Nos revisaron, nos subieron a la tina (de la camioneta) con las manos en la cabeza y lo empezaron a golpear a él (a Bryan)”, relató la joven estudiante de Derecho de la UNAN-Managua a El Nuevo Diario.
Volver a Nicaragua la hizo pensar: "me van a meter de nuevo en la cárcel", "me van a torturar de nuevo", confesó al diario estadounidense.
Alemán viajó con una familia de solicitantes de asilo nicaragüenses a la frontera de Texas. Todos fueron repatriados, sin oportunidad de presentar solicitud de asilo político.
Espera irse de Nicaragua
La universitaria fue llevada "en vehículos gubernamentales primero a una cárcel", donde fue interrogada, y luego a la casa de familiares en Managua.
"En los días que siguieron, dijeron, los vehículos de patrulla estaban afuera de las casas. La policía se presentó y afirmó que necesitaban buscar armas", narra el texto de The Washington Post.
Ella junto a otro de los repatriados intentaron volver a salir del país, pero cuando llegaron a la frontera con Honduras, "vieron hombres uniformados por todas partes y se volvieron", contaron.
Ahora se quedan en casas seguras separadas, esperando que no los hayan seguidos. "La única opción es irse", dijo Alemán.
"Así que lo intentaremos de nuevo cuando podamos", insistió la joven universitaria.