11 de agosto 2020
El sobrecumplimiento en las recaudaciones del primer trimestre, más los desembolsos de préstamos aprobados por los organismos financieros multilaterales —el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), fundamentalmente—, permitieron que, en medio de la debacle económica del país, el régimen se quedara a unas décimas de cumplir sus proyecciones semestrales.
Según el Informe de la Ejecución Presupuestaria enero- junio 2020, preparado por el Ministerio de Hacienda y Crédito Público (MHCP), se percibieron ingresos totales por 40 092.8 millones de córdobas, lo que fue “inferior a la meta programada del período en 0.6% que equivale a menos C$235.5 millones”, en particular por la caída observada en el segundo trimestre.
Cálculos elaborados por la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), muestran que, después de captar 22 727 millones de córdobas en ingresos a lo largo del primer trimestre del año, las arcas del Estado recibieron 2976.3 millones de córdobas menos durante el segundo trimestre, para quedarse en 17 365.8 millones, lo que implica una disminución de 14.6% entre un trimestre y otro.
Si bien fue posible suplir una parte de esa caída con el superávit logrado en el primer trimestre, la clave que permitió mantener funcionando el aparato estatal, fueron los 600.3 millones de córdobas en donaciones externas, y la recepción de casi 6000 millones de córdobas en desembolsos de préstamos concesionales atados a programas y proyectos.
El BCIE destaca como el mayor proveedor de recursos del régimen, con 3345.2 millones en el primer semestre (74.2% del total ofrecido para todo el año), con el BID como el segundo (973.0 millones y 34.9% del total para este año), y el Banco Mundial entregando 885.2 de los 2205.3 millones comprometidos para este 2020.
En el otro extremo, si bien se hace gala de cómo, dentro del disminuido presupuesto 2020, se pudo reportar sobrecumplimientos en las asignaciones y las ejecuciones presupuestarias, son las transferencias municipales las que siguen cayendo año con año, desde los 6416 millones de córdobas aprobados en 2019, hasta los 2941,9 millones en este año, o sea, 45.8% de la asignación del año pasado.
De esos casi 3000 millones, el Gobierno ya transfirió 1759 millones (59.8%) durante el primer semestre, de los que 1311.3 millones, son en concepto de transferencia de capital (66.1% del presupuesto anual), y 447.7 millones en transferencias corrientes.
Millones y millones menos
En el apartado estricto de la recaudación tributaria, los datos del primer semestre 2020 no solo no crecieron en comparación con el mismo periodo del 2019, sino que disminuyeron en 612.3 millones de córdobas (1.6%), al pasar de 38 222.3 millones, a 37 610.0 de córdobas, lo que se explica fundamentalmente por la disminución de 1218.9 millones (6.5%) del impuesto sobre la renta (IR).
“La principal razón que explica esta caída es el efecto que la pandemia ha tenido en la actividad económica, concentrándose las afectaciones en los sectores de servicios y recreación, industria, transporte, comercio y construcción”, señala el documento de Hacienda.
Esa menor actividad económica “implica una contracción importante en sus ingresos, y esa contracción no estaba estimada en el presupuesto 2020, lo que crea una nueva brecha fiscal. No sé cómo podría hacer el Gobierno para cerrarla”, señaló
“Si las recaudaciones siguen cayendo y la meta de gasto del gobierno continúa siendo la misma del 2019, el déficit fiscal se va ampliar. Esto puede traer como consecuencia otra baja en sus ratings crediticios por las agencias Fitch, S&P o Moody's, que había conseguido estabilizar a finales del 2019 y principios del 2020. Ya Fitch revisó su panorama a negativo”, advirtió el economista Rodrigo Quintana, exconsultor del Banco Mundial y del BID.
La mayor parte de la pérdida de impuestos sobre la renta, se explica por la menor colecta “en concepto de rentas del capital (-1323 millones) y el impuesto sobre la renta de actividades económicas”, que cayó en 59.7 millones, explicó un economista que aceptó hablar con CONFIDENCIAL, a condición de no divulgar su nombre.
Otro tributo que disminuye de forma significativa es el impuesto al valor agregado, específicamente el que se aplica sobre las ventas internas, que disminuyó en 938.3 millones, igualmente, por los efectos sobre la actividad y el consumo observados en el segundo trimestre del año, a causa de la epidemia de covid-19.
“El impuesto específico conglobado a los combustibles alcanzó una recaudación de 2553.4 millones, con subejecución de 13.2% (389.2 millones) con respecto a la meta programada. En relación a igual período 2019, resulta con una caída de 9.0%, equivalente a 251.3 millones. Estos resultados son producto de las afectaciones en el sector transporte de carga y de pasajeros, que en general han visto disminuida su capacidad por las afectaciones de la pandemia”.