1 de agosto 2020
La salida de la empresa tabacalera Batca de Nicaragua sería una mala señal para los inversionistas extranjeros, provocada por el Gobierno de Nicaragua, consideran líderes empresariales de las cámaras del Cosep.
Fuentes empresariales del sector privado revelaron a CONFIDENCIAL que Batca planea vender sus activos y cerrar su sucursal en Nicaragua, ante la crisis que enfrenta la empresa, agravada por la reforma tributaria y el contrabando. Lo irónico es que el Ejecutivo ya estaba empujando a la empresa internacional a cerrar operaciones en Nicaragua, pero ni siquiera ha evaluado la reforma tributaria de 2019, como prometió hacerlo.
Desde la década de los años 90 del siglo pasado, Nicaragua dejó de producir cigarrillos para constituirse solo como un comercializador de productos elaborados principalmente en Honduras, hasta que la sociedad anónima llamada Tabacalera de Nicaragua S.A. (Tanic), vendió sus acciones a la compañía de origen británico, a inicios del siglo XX.
“El Gobierno sabía de esta posibilidad, [del retiro de la empresa] desde que en noviembre se despidió a un tercio del personal”, dijo Carmen Hilleprandt, presidenta de la Cámara de Comercio y Servicios de Nicaragua (CCSN).
“El Gobierno tuvo la posibilidad de prevenir, ya que en varias ocasiones se les expresó el problema en que estaban poniendo a la empresa y se les mostraron los números para que vieran que [el negocio] no estaba funcionando”, incluyendo una comparación de las tasas que pagaba ese producto en el resto de Centroamérica, relató.
El impacto en diversos ámbitos
La presidenta de la Cámara de Comercio reconoce que la empresa tabacalera no es una gran generadora de empleos directos, “pero la comercialización del producto sí genera muchos empleos en pulperías y distribuidoras”, por lo que la disminución de las ventas en casi 50%, representa un duro golpe que se multiplica en diversos ámbitos.
“Esta empresa tenía planes de ampliar su flotilla vehicular y construir más sucursales”, reveló a la vez que valoraba a entidades como la empresa tabacalera que “dejan en el país valor agregado por sus buenas prácticas, altos salarios, e inversión en capacitación para su personal”.
Cuando se consume el retiro, desaparecerá la estructura administrativa, comercial y de mercadeo de Batca en Nicaragua, pero sus productos mantendrán su presencia en el mercado local, dado que elegirán a otra compañía con capacidad para distribuir productos de consumo masivo en todo el territorio nacional.
British American Tobacco sucursal Nicaragua emitió el jueves un comunicado indicando que la nota publicada en CONFIDENCIAL titulada: Tabacalera confirma el cierre definitivo de sus operaciones en Nicaragua, “no fue brindada, ni está avalada por una fuente oficial de nuestra empresa”.
En efecto, CONFIDENCIAL publicó dicha información con base en fuentes empresariales del sector privado.
Batca confirma que “la industria tabacalera legalmente establecida en Nicaragua se encuentra en situación crítica y extremadamente difícil, derivado de los efectos negativos que las reformas a la Ley de Concertación Tributaria han tenido sobre la industria de cigarrillos y el aumento descontrolado en el comercio ilícito de cigarrillos”.
Agrega que la empresa está obligada a “evaluar nuestro actual modelo de negocio… nos encontramos estudiando todos los escenarios posibles que pudieran devolverle la sustentabilidad a la operación”.
Mala señal
Mario Hanón, presidente de la Asociación Nicaragüense de Formuladores y Distribuidores de Agroquímicos (Anifoda), y candidato a la presidencia del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), reaccionó asegurando que “como empresario, y como nicaragüense, digo que [el retiro de Batca] sería una gran pérdida para nuestro país”.
“Como Cosep, nos duele mucho el cierre de esta empresa privada, que tiene incidencia en la vida social y económica del país, a través de la generación de empleos y del pago de impuestos”, señaló lamentando que lo triste de “perder a una empresa que forma parte de la vida económica del país. Aunque nombren a un distribuidor, se perderá un montón de empleos”, lo que considera inaceptable en estas dificultades.
Hanón también marcó a la reforma fiscal de 2019, como la razón que terminaría de sellar el retiro de esta empresa, reforma que “fue promulgada con la promesa de evaluar su impacto en poco tiempo, y esas correcciones nunca llegaron”.
“Si el Gobierno hubiera cumplido la ley, habrían podido determinar cuánto de la misma —que es eminentemente recaudatoria— había ido en detrimento del comercio, de las empresas y las industrias, y evitar que ocurrieran cosas como estas”, aseguró el candidato.
Hanón considera que este tipo de decisiones significan un perjuicio para el país, porque “Nicaragua se ve como un lugar de alto riesgo, lo que dificulta las negociaciones entre empresas privadas, y ya no se diga los multilaterales, que también lo incluyen en su evaluación. Es muy lamentable”, insistió.
Si se confirma, “esta es una pésima señal. Una noticia lamentable. Un mal mensaje, porque es una inversión extranjera que se pierde”, dijo la presidenta de la Cámara de Comercio, Hilleprandt, recordando que la multinacional invirtió alrededor de ocho millones de dólares para construir el edificio que alberga su centro de distribución y sus oficinas administrativas, “creyendo en la importancia de invertir en este país”.
“Nicaragua no está para dejar ir las inversiones, sino para atraer más inversiones, en especial ante el cierre de los [organismos financieros] multilaterales”, aseguró.