24 de julio 2020
Los reportes semanales del Ministerio de Salud (Minsa) admiten implícitamente la muerte de pacientes por covid-19 que, sin embargo, son excluidos de las estadísticas oficiales, alegando que fallecen debido a “otras complicaciones” como neumonía, infarto, diabetes e hipertensión. Sin embargo, aunque “han intentado ocultarlas a pesar de que son sospechosas de covid-19” los datos de esas otras muertes reportadas, por las mismas autoridades gubernamentales, evidencian que Nicaragua es el país más afectado de Centroamérica por la pandemia, afirma el epidemiólogo Rafael Amador.
“Lo que trató de hacer (Daniel) Ortega en su discurso del pasado 19 de julio es hacer pensar a la población que solo 91 personas (aunque el Minsa reportaba a esa fecha 99 personas) han fallecido por covid-19 y engañar ocultando las cifras de otras muertes que, aunque tenían enfermedades preexistentes, se debe sospechar que fallecieron por covid-19 porque fue lo que aceleró que murieran”, detalla Amador.
Amador detalla que siguen tratando “de ocultar la dimensión real de la pandemia haciendo pensar que esas personas se iban a morir porque tenían otra enfermedad con la única intención de reducir el impacto de la pandemia y hacer creer que todo lo tienen bajo control”.
Un ‘análisis de la sobremortalidad’, muestra que, entre el 11 de marzo y el 30 de junio de 2020, en Nicaragua murieron 4429 personas más que el promedio de los últimos tres años, por neumonía, infarto, diabetes, e hipertensión. “Toda esa sobremortalidad habría que clasificarla como muerte sospechosa, atribuible a covid-19”, aseguró el doctor Carlos Hernández, salubrista integrante del Comité Científico Multidisciplinario, en el programa Esta Noche, que se transmite en línea, debido a la censura televisiva del Gobierno de Daniel Ortega.
Los cálculos se hicieron con base en la información suministrada por las máximas autoridades del Gobierno el 19 de julio, cuando se informó el deceso de 12 100 personas, acaecido durante esos 111 días, de donde resulta un promedio de 109 muertes al día, superior en 1.7 veces al promedio de los tres años previos, que fue de 65.6 muertes al día.
“Quieren ocultar pésima gestión”
Las investigaciones médicas apuntan que solo el 5% de los pacientes con covid-19 desarrollarán la enfermedad de forma grave, y quienes están en mayor riesgo son las personas que padecen enfermedades crónicas y comorbilidades como diabetes, hipertensión, enfermedades cardíacas, cáncer, entre otras.
A inicios de junio, un reportaje de CONFIDENCIAL mostró cómo el Minsa utiliza la comorbilidad para ocultar las cifras reales sobre la pandemia. “Están queriendo justificar ese montón de muertes, poniéndoles otro nombre y eso lo sabe todo el mundo. Lo que pasa es que no hay forma de probarlo porque aquí quien tiene los datos es el Gobierno. Y esta no es una posición política, es una posición evidentemente profesional”, dijo el médico experto en diabetología, Hugo Villareal.
Amador explica que esas cifras presentadas ahora por el mismo Gobierno “desnudan” la dimensión real de la pandemia aunque “siguen apostando que la población no se de cuenta de la pésima gestión que han tenido, pero sus mismas cifras hoy los delatan”.
Las más de 4000 muertes por covid-19 ubicarían a Nicaragua a la cabeza en Centroamérica de fallecimientos por covid-19, seguido de Guatemala donde se registran 1443 muertos por covid-19, Panamá con 1180 y Honduras con 1006.
Por debajo estarían El Salvador (372 fallecidos) y Costa Rica con 81 muertes por la pandemia del nuevo coronavirus.
“Se les cae la mentira”
Para el doctor Eddy Valverde, integrante de la Unidad Médica Nicaragüense, “es evidente que sus propios números (del Gobierno) delatan que hay un incremento de la mortalidad en Nicaragua” y eso “solo se puede asociar al covid-19”.
“Es una manipulación grosera de las estadísticas las que han hecho. Estos números que presentaron dejan al descubierto lo que se ha denunciado porque todos hemos visto cantidad de muertes en barrios y comunidades de todo el país, además que en ningún país del mundo hay un aumento de mortalidad tan grande de un año a otro”, explica.
Valverde dice que el Gobierno ha ocupado “diferentes estrategias para camuflar” las muertes por covid-19. “La primera forma es no diagnosticarlo, a muchos pacientes se les niega hacer la prueba y así no entran en las estadística. En segundo lugar las muertes las tipifican con otros nombres como pasó con la neumonía atípica”, indica.
“Ortega tendría que reconocer su falta de gestión ha causado efectos desastrosos. Creo que es la peor gestión en todo el continente y la cantidad de muertes te dicen que su manejo de la crisis sanitaria es caótico y perverso”, denuncia el médico.
Incremento de muertes
La proyección estadística que usó el experto del Comité Científico Multidisciplinario, Carlos Hernández, muestran el promedio diario de 12 de causas de muerte, en los años 2017, 2018 y 2019, comparados con los 111 días que hay entre el 11 de marzo y 30 de junio.
Las cifras se disparan a niveles exagerados cuando se trata de cuatro dolencias que se agravan con la incidencia del covid-19: hipertensión, diabetes, infarto y sobretodo neumonía, que multiplican por dos, tres, y hasta catorce veces, su promedio de muertes diarias.
El comportamiento más alarmante es el de la neumonía, a la que se le achaca un promedio de 2.2 muertes diarias en 2017, 1.6 en 2018, y 1.5 en 2019, para dispararse hasta los 21.1 muertos en el período estudiado en 2020, lo que significa un factor de 14 veces, que la llevó de ser “la novena causa de muerte en los tres años anteriores, a ser la principal causa de muertes en 2020”.
Un nuevo repunte de casos
El Ministerio de Salud (Minsa) asegura que hasta el 21 de julio se registran un total de 108 fallecidos por la pandemia y 3439 casos del coronavirus SARS-CoV-2, de acuerdo al reporte de menos de dos minutos leído por la ministra de Salud, Martha Reyes.
Las cifras oficiales contrastan con los 8508 casos sospechosos y 2397 fallecidos que reporta el monitoreo independiente del Observatorio Ciudadano COVID-19, en su último informe hasta el 15 de julio.
A cuatro meses desde que se reportó el primer caso de covid-19 en Nicaragua, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) duda de esas cifras y afirma que no ha podido “evaluar correctamente” la situación de la pandemia en este país debido a la “falta de información oficial transparente”, por lo que el organismo regional está monitoreando “las fuentes no oficiales” para entender lo que está sucediendo en esta nación centroamericana.
El doctor Amador advierte de un nuevo repunte de casos de covid-19 para finales de julio o inicios de agosto tomando en cuenta que “la gente ha empezado a bajar la guardia y que se han hecho muchos actos masivos aunque pequeños en muchos municipios del país”.