5 de junio 2020
La mandataria transitoria de Bolivia, Jeanine Áñez, anunció este cinco de junio que este país cerrará sus embajadas en Nicaragua e Irán. Áñez justificó estos cierres en una política de redistribución presupuestaria para destinar más fondos a la lucha contra el coronavirus, que incluye otras medidas como la supresión de tres ministerios.
"No tenemos nada contra estos países y pueblos, nobles y hermanos, que respetamos y son amigos", argumentó Áñez, quien no dio detalles sobre cuándo se harán efectivos estos cierres o por qué se eligieron estas las embajadas. Tampoco informó sobre cuánto ahorro económico supondrán ni cuál será la representación diplomática para estos países.
La jefa de Estado interina comunicó que Bolivia cerrará sus embajadas de Nicaragua e Irán, en un mensaje por la televisión estatal sobre medidas de ahorro para aumentar recursos con los que afrontar la crisis por la covid-19. Estas medidas también suponen la supresión de los ministerios de Culturas y Deportes, que asume Educación, y de Comunicación, que pasa a Presidencia.
Distanciamiento con países de izquierda
Bolivia dio un cambio radical a su política exterior tras asumir Áñez el poder de forma interina el pasado noviembre, respecto a los casi catorce años de gobierno de su antecesor Evo Morales.
La diplomacia boliviana cortó relaciones con Cuba y se distanció de Venezuela, ahora también de Irán y Nicaragua, entre otros países que Morales tenía entre sus aliados políticos, para acercarse en cambio a naciones con las que el exmandatario estuvo confrontado, como Estados Unidos e Israel.
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La Paz y Teherán firmaron más de una decena de acuerdos en áreas como salud, defensa, investigación, minería y cooperación industrial con Morales en el poder, quien visitó Irán y recibió en Bolivia al entonces presidente, iraní Mahmud Ahmadineyad.
Ortega ya no es aliado de Bolivia
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, se reunió en numerosas ocasiones con Evo Morales. Y fue uno de los mandatarios que le expresó su apoyo en noviembre pasado, cuando denunció ser víctima de un golpe de Estado para sacarlo del poder en Bolivia.
Bolivia inició esta semana una nueva etapa de cuarentena flexible en parte del país, que incluye medidas para incentivar la economía, mermadas tras más de setenta días de restricciones desde que a finales de marzo pasado se decretó estado de emergencia sanitaria.