26 de mayo 2020
La asistencia de los estudiantes de Masaya se ha arralado al punto de ser casi nula en varios centros educativos públicos de Masaya a raíz de los entierros exprés y el aumento de los casos de coronavirus, en el departamento con el segundo mayor número de casos sospechosos de covid-19, 256, según los reportes del Observatorio Ciudadano COVID-19. A la vez, son cada vez más frecuentes los casos de maestros con síntomas de coronavirus, reveló a CONFIDENCIAL un trabajador de la delegación departamental del Ministerio de Educación de Nicaragua (Mined).
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Los alumnos llegaban a clase con regularidad hasta el 18 de marzo, día en que la vicepresidenta Rosario Murillo anunció el primer caso de covid-19 en el país. Justo al día siguiente la asistencia bajó entre un 50% y 40%, según reportaron los directores de los distintos colegios.
Las ausencias subieron aún más desde hace dos semanas, “apenas llegan diez estudiantes de un total de 300 en un turno”, comentó la fuente, lo que coincide con el inicio de la fase de transmisión comunitaria de la pandemia, como lo proyectaron epidemiólogos y salubristas independientes.
Con el aumento de casos llegaron también los entierros exprés que la población y los medios de comunicación han documentado. Se trata de fallecimientos de personas con síntomas respiratorios en los que las autoridades dan orden de entierro inmediato, muchas veces por la noche. “Se han dado dos o tres entierros cerca del colegio para el que trabajo, desde entonces hay más temor”, comentó una docente de Masaya, departamento que presenta el segundo mayor número de muertes por neumonía o sospechosas de COVID-19, solo después de Managua.
Ante la falta de estudiantes en las aulas, los delegados municipales mantienen su mensaje: las clases presenciales se mantienen. Nicaragua es el único país de la región que no ha dictado medidas de distanciamiento físico, por lo que las clases no se han suspendido en los centros públicos, mientras que algunos privados han pasado a la modalidad virtual. El Gobierno registra 279 casos de coronavirus y únicamente 17 fallecimientos.
“Hemos hecho reuniones para decirles a los padres que manden a los alumnos, pero los padres dijeron ‘tenemos miedo, no nos parece’. De hecho, solo llegaron los padres de quienes están asistiendo, los padres de los ausentes no llegaron del todo”, dijo la maestra.
“Con la reducción drástica de asistencia dicen que hay una gran campaña de desinformación, que no es verdad que los entierros son aquí y que son algunos maestros los que les indican a los estudiantes que no lleguen a clase”, añadió.
Profesores contagiados
“Tuve temperatura, perdí el olfato y gusto. Se los comuniqué a mis colegas para que no se me acercaran, ya que no pude dejar de asistir porque no me dieron subsidio”, contó la profesora. “El doctor me dijo que podía ser dengue y que volviera a la siguiente semana para un examen de sangre”.
Al menos cinco de sus compañeros de trabajo han presentado síntomas de covid-19 como fiebre y pérdida del olfato, de los cuales solo uno fue tratado como un caso “en seguimiento cuidadoso y responsable”, por “neumonía atípica leve”. Otros colegios de Masaya reportan docentes enfermos con los mismos síntomas. La Unidad Sindical Magisterial de Nicaragua ha reportado la misma situación en otras partes del país. En un comunicado, aseguró que ha confirmado la muerte de al menos siete docentes a la fecha, así como de “centenares de docentes, secretarias, conserjes y personal de seguridad de los centros escolares que presentan síntomas de covid-19 y que están de subsidio”.
Debido al aumento de casos de maestros enfermos, recientemente las delegaciones municipales informaron que las órdenes de subsidio ya no serían entregadas por escrito sino de forma verbal. “Los centros de salud, las clínicas no van a extender ningún documento, sino que van a decirle oralmente al paciente cuántos son los días que tiene de reposo y el médico en una hoja va a anotar los datos del trabajador y va a mandarle ese reporte a la Delegación. Todo de boca. El médico le dice de boca al paciente, el paciente de boca al director y el director le informa verbalmente al delegado cuál es el maestro y cuánto tiene de reposo para que no quede evidencia”, detalló.
Medidas tardías e insuficientes
La fuente reveló que hasta hace tres semanas les permitieron usar mascarillas a los profesores y a los alumnos. Antes insistieron en que el lavado de manos era más que suficiente. Los delegados y técnicos empezaron a portar mascarillas durante reuniones con los docentes.
Ningún maestro propone suspender clases. Aunque existe inconformidad con las decisiones que toma el Gobierno, nadie se atreve a manifestarla, dijo la fuente. “Les recalcan que más que docentes o trabajadores del Estado son militantes que deben estar al llamado”, añadió.
La fuente se quejó de que el trato a los trabajadores públicos de algunas instituciones del Ejecutivo ha sido prioritario e incluye mejores condiciones como acceso a mascarillas, alcohol en gel y otros insumos de higiene. “A Educación y Salud nos tratan de una manera diferente, nos tiran a la muerte segura”, expresó.
A pesar de todo, algunos profesores han tomado sus propias medidas, como enviar de regreso a cualquier estudiante que presente síntomas de gripe y tomar distanciamiento de sus colegas en caso de presentar un cuadro similar al de covid-19. Además, en algunos casos, deciden elaborar guías de estudio para que los alumnos puedan recogerlas cada cierto tiempo y estudiar desde sus casas.
Mientras tanto, el llamado del Gobierno y de quienes instruyen las órdenes a los maestros es a instar a la normalidad en las escuelas y colegios, a pesar de que el país se encuentra ya en fase de transmisión comunitaria, según lo ha registrado la Organización Panamericana de la Salud en su más reciente reporte.