29 de mayo 2020
El Gobierno de Daniel Ortega señaló a los periodistas nicaragüenses de crear noticias falsas para formar una “pandemia de odio y miedo”. Este ataque estatal, que ha predominado en los últimos años, no es exclusivo de su gestión. En Brasil, Ecuador, Honduras, Perú y Venezuela también los padecen más periodistas.
“En general, los ataques no han cesado y, a propósito del coronavirus, se han impuesto restricciones al ejercicio periodístico, impedimentos de acceso a información, detenciones arbitrarias y aprobación de leyes restrictivas”, informa la plataforma Voces del Sur, que monitorea las denuncias y agresiones a la prensa en la región.
Según su informe “Covid-19: un pretexto para coartar el trabajo de la prensa”, los periodistas de estos países han sido desacreditados, difamados e incluso, hay casos donde fueron retenidos por publicar “noticias falsas”, como ha ocurrido en Venezuela.
En Nicaragua, la vocera y vicepresidenta, Rosario Murillo, ha señalado públicamente a los comunicadores de ser promotores de odio. “Supimos que, a falta de ideas y propuestas, pretenden crear, seguir creando, realidades falsas”, dijo. Además, han promovido en sus medios de comunicación, universidades públicas y redes sociales, campañas difamatorias dirigidas hacia periodistas y también han hecho “experimentos sociales” con información falsa para tratar de engañar a los comunicadores.
“Es una obligación del Estado proveer información veraz, cierta y oportuna. Es un derecho de los ciudadanos de conocer esa información. Cualquier información que es dolosamente alterada, cualquier información que no es correcta por negligencia debe ser evitada. No puede ningún Estado ocultar la situación que guarda ese país porque no le permite a ese estado poder enfrentar la pandemia y le genera mucha incertidumbre a la población”, dice Joel Hernández, presidente de la CIDH.
Bolsorano, en Brasil: “Leer la prensa envenena”
El presidente de Brasil, Jair Bolsornaro, es uno de los mandatarios que más ha atacado a los periodistas de su país. Los ha clasificado como “prensa canalla y mentirosa”. Estos ataques han aumentado en el contexto de la pandemia. Incluso, recién confirmó que por esta causa él, desde hace años, no lee los diarios.
“Todos han sido cancelados. No recibo periódicos o revistas. Quien los quiera que vaya a comprarlos porque leer la prensa envenena”, dijo.
En 2019, el Knight Center of Journalism in The America reportó 116 ataques hacia los periodistas dirigidos por el presidente. “Es la primera vez que tenemos en Brasil a alguien que ocupa la presidencia de la república y realiza ataques sistemáticos contra los medios y los periodistas”, dijo la presidente de Fenaj, María José Braga.
Los ataques también han sido reproducidos por algunos de sus simpatizantes. Según Voces del Sur, hasta el 21 de abril habían reportado 13 agresiones y ataques en contra de comunicadores por grupos afines a Bolsonaro. También, han reportado restricciones al internet.
“El presidente Jair Bolsonaro ha sido el principal responsable de generar un discurso estigmatizante frente a los medios de comunicación, a quienes los ha desacreditado públicamente. Además, los ha cuestionado respecto a su cobertura informativa y no ha querido darles declaraciones, asegurando que no puede 'perder el tiempo'”, reportan.
Venezuela: Más de 20 ataques a la prensa
En Venezuela los comunicadores se enfrentan a la cárcel. Uno de los casos más emblemáticos fue el del periodista venezolano, Darvinson Rojas, quien estuvo detenido durante 12 días por publicar información sobre el covid-19. Los oficiales llegaron a arrestarlo, por los supuestos delitos de instigación al odio e instigación pública. Sin embargo, la verdadera causa fue publicar unas cifras sobre la pandemia que no coincidían con las oficiales.
Pero este no es el único caso de violación a la libertad de prensa que se vive en ese país, según reportó Ipys Venezuela al informe de Voces del Sur, entre el primero de marzo y el 21 de abril ocurrieron 14 detenciones y más de 20 agresiones a periodistas y medios de comunicación.
“Las restricciones de libertad contra los trabajadores de la prensa se han convertido en el principal patrón de violación contra los derechos informativos de medios de comunicación y periodistas desde que se anunciaron los primeros contagios en el país”, dice el documento.
Guatemala: Falsas acusaciones contra la prensa
Desde el inicio de la presidencia de Alejandro Giammattei, en Guatemala, los ataques a la prensa han ascendido. Pues según denuncian más de 100 periodistas, han sido acosado, intimidados y censurados. Y esto no ha parado a pesar de la emergencia sanitaria mundial.
A los periodistas, Giammattei los ha acusado de solicitar información sensible de los pacientes contagiados con el nuevo coronavirus.
Incluso, dijo que unos periodistas irrumpieron el Hospital Nacional de Villa Nueva, donde están internados algunos contagiados. Pero estas acusaciones no han tenido fundamentos.
“En todo momento hemos pedido información que sería pública en cualquier país del mundo que se precie de ser una democracia y que esté respondiendo a esta crisis con responsabilidad. Allí tiene como ejemplo a los gobiernos de México, El Salvador y Costa Rica. Caso contrario es la dictadura nicaragüense”, responde un editorial de Nómada.
Además, que al igual que homólogo en Nicaragua, Giammattei centralizó la información sobre la evolución de la pandemia, al suspender las conferencias de prensa.
Honduras y Perú: Discursos de odio y detenciones
En este país han ocurrido más de 19 violaciones que atentan con el derecho a libertad de prensa, denuncia el Comité por la Libertad de Expresión (C-Libre). Estas incluyen agresiones físicas, verbales, discursos estigmaticantes y detenciones. El comisionado especial para atender el covid-19, Lisandro Rosales, tildó a los comunicadores como "gente amargada que ni colegiada está".
"La situación para la prensa hondureña es muy compleja, pues en el marco de la pandemia se han reportado despidos, suspensiones y la deducción de salarios, una realidad que se extiende en la región latinoamericana", dice el informe de Voces del Sur.
Desde el inicio de la pandemia en Honduras el presidente, Juan Herández Alvarado, comenzó acciones para coartar la libertad de la prensa al suspender el artículo 72 de la constitución, que le otorga garantías a los periodistas de no ser objeto de “persecución” por ejercer su trabajo, incluso durante un período de estado de sitio.
En Perú, ante la falta de acceso a la información los periodistas fueron obligados a solicitarle al Gobierno ser incluidos en las conferencias virtuales sobre el covid-19, para así hacer preguntas sobre las acciones de la presidencia ante la pandemia. Además que según denunció la el Instituto de Prensa y Sociedad (Ipys Perú) se han reportado al menos dos detenciones arbitrarias hacia periodistas.
Una de las más recientes ocurrió el ocho de mayo pasado, cuando el periodista Sandor Renilla fue acusado por "perturbar la tranquilidad pública" por haber publicado la historia de una mujer de 51 años que falleció con síntomas del covid-19 porque a pesar de llamar al Ministerio de Salud no fueron atendidos.
"La denuncia fue interpuesta por el asesor jurídico del hospital Regional de Nuevo Chimbote. El documento está firmado por el director del hospital. En tiempos de pandemia este delito tiene penas de hasta seis años de cárcel", dice el Ipys.