19 de mayo 2020
Al menos 223 personas fallecieron en Nicaragua en solo doce días, a causa de neumonía, y “algunas” por covid-19, admitió implícitamente el mandatario Daniel Ortega, este 18 de mayo, al asegurar que hasta el 15 de este mes se registraban 309 fallecidos por estas causas, una cifra que casi triplica las 86 muertes por neumonía que el Ministerio de Salud (Minsa) registraba hasta este tres de mayo, cuando suspendió sin aviso la publicación del boletín epidemiológico semanal.
“En estos momentos, vinculada al coronavirus, hay mucha defunción también, porque ya la persona estaba en un estado propenso a padecer la neumonía; una gripe, una H1N1 puede derivar una neumonía, una gripe mal cuidada, una influenza como decimos”, justificó Ortega en una transmisión obligatoria en cadena nacional, después de haber permanecido ausente del cargo los últimos dieciocho días, acumulando una vacante de 63 días en un periodo de dos meses y una semana.
Desde un salón de reuniones semivacío en El Carmen, donde solo le acompañaron su esposa, vicepresidenta y vocera, Rosario Murillo; el presidente de la Asamblea Nacional, Gustavo Porras, y la ministra de Salud, Martha Reyes, Ortega alegó haber “contrarrestado” la pandemia, pero no anunció alguna medida sanitaria preventiva o de mitigación económica para enfrentar el aumento de los contagios durante la fase de transmisión comunitaria, que han confirmado los epidemiólogos y salubristas independientes.
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Hasta este 18 de mayo, al cumplirse dos meses desde la confirmación del primer caso positivo de covid-19 en Nicaragua, el Gobierno mantiene que solamente hay 25 casos confirmados, entre ellos ocho fallecidos. Sin embargo, a diario incrementan las denuncias de familiares y fuentes médicas sobre casos positivos no reconocidos por el Gobierno y fallecidos que son atribuidos a “neumonía atípica”, pero enterrados de manera semiclandestina, en sepelios exprés durante la noche o la madrugada.
Ortega tampoco informó sobre la cantidad de pruebas de covid-19 que se han realizado en Nicaragua y sus resultados. Sin embargo, este domingo CONFIDENCIAL publicó una investigación periodística en la que una fuente vinculada al Ministerio de Salud estimó que el Gobierno habría realizado 5900 pruebas de covid-19, de las cuales 1600 dieron positivas, un número 64 veces mayor al número de contagios que admite el Minsa, y que incluso supera el conteo independiente del Observatorio Ciudadano COVID-19.
El último monitoreo del Observatorio, basado en reportes médicos y denuncias de la población, reportó 1245 presuntos contagios, entre ellos 266 fallecidos por sospecha de covid-19 (233) o algún tipo de neumonía (33).
Cifra de muertes crece 260% en menos de dos semanas
En un nuevo intento por minimizar las muertes por covid-19, Ortega citó que, entre el primero de enero y el 15 de mayo de 2020, las muertes por neumonía, “algunas que tienen que ver indiscutiblemente con esta pandemia”, fueron 309.
“Aquí tenemos --dijo Ortega-- el cuadro de las defunciones por neumonía” de 2015 a 2020. Acto seguido detalló: 302 muertes, en 2015; 329, en 2016; 289, en 2017; 215, en 2018; 222, en 2019, y 309, en 2020. Luego comparó: 2016 “es el punto más elevado en este cuadro (...) y sin tener una epidemia como esta”.
Sin embargo, omitió que cuando el Minsa suspendió la publicación del boletín epidemiológico semanal, la cifra de muertes por neumonía era de 86, es decir que, según lo dicho por Ortega, en menos de dos semanas, estos decesos aumentaron en un 260%.
El pasado 30 de abril, en otra cadena nacional obligatoria, cuando atacó la campaña ciudadana #QuédateEnCasa, Ortega ya había intentado minimizar las muertes por covid-19 al comparar estas con el resto de decesos en el país, incluyendo accidentes de tránsito y suicidios.
Letalidad: menos casos, pero más muertes por neumonía
En su nueva comparación, Ortega también obvió que para la semana número 18 de 2020 --que fue la última reportada por el Minsa-- los casos de neumonía eran dos veces menos en relación al mismo periodo de 2019.
El pasado 14 de mayo, un análisis de CONFIDENCIAL comprobó que, por primera vez en los últimos cinco años, Nicaragua está registrando menos casos de neumonía en esta época, pero muestra una letalidad en aumento.
El salubrista Carlos Hernández, confirmó por su parte, en una entrevista concedida esa semana a Canal 10, que durante la Semana Santa la letalidad por neumonía bajó a 1.6%. Sin embargo, en la siguiente semana, la letalidad por neumonía se elevó a 6% y desde entonces se ha mantenido por encima de su promedio histórico.
A principios de abril, el doctor Hernández proyectó en una entrevista en el programa Esta Semana, que a mediados de mayo el país registraría un incremento exponencial de los casos de covid-19.
La semana anterior, en Canal 10, el especialista agregó que, tras el incremento de la letalidad de la neumonía, estarían los casos de coronavirus que no están incluidos en las cifras oficiales porque no se les hizo el test.
“Si no les hicieron la prueba a estos casos para descartar covid-19 quedan como neumonía, pero para nosotros la presunción de esta letalidad está directamente vinculada a casos covid-19. Eso es lo que está ocurriendo en los casos de neumonía”, reiteró Hernández.
Las cifras de Ortega: peor de lo que parecen
El cálculo sobre la gravedad de las cifras de Ortega --con un incremento del 260% en muertes por neumonía en menos de dos semanas-- incluso podría ser mayor, al considerar que su dato de 222 muertes por neumonía en 2019 en realidad no se corresponde con el boletín epidemiológico semanal de esa fecha.
CONFIDENCIAL confirmó que el mismo boletín epidemiológico de la semana 18 de 2020, compara que las muertes registradas por neumonía en ese mismo período de 2019 fueron 146, y no 222 como dijo Ortega.
Incluso, al comparar las 86 muertes por neumonía de la semana 18 de 2020 con las 146 de ese lapso de 2019, el boletín señala victorioso que “se observa disminución del 41% con respecto al año anterior”.
El salubrista Carlos Hernández también ya ha señalado en semanas anteriores que el aumento de muertes por neumonía resulta extraña, considerando que el Minsa se encuentra en su mejor momento de respuesta epidemiológica.
“En la revisión que hicimos en los últimos años nunca habíamos estado en una declaratoria tan baja de casos de neumonía, por debajo de mil casos por semana”. Sin embargo, alertó, “la letalidad cambió” y “a lo único que le podemos atribuir eso, es a que se trata de neumonías más severas, que solo pueden ser compatibles con covid-19”.
Aboga por el comercio y los transportistas; calla sobre médicos
Ortega dedicó una buena parte de su tercera intervención oficial en cadena nacional en plena pandemia, para criticar la decisión de Costa Rica de restringir el ingreso de transportistas extranjeros en la frontera con Nicaragua. Costa Rica tomó la medida tras detectar al menos 50 casos positivos de covid-19 entre los camioneros, incluidos más de treinta nicaragüenses.
“Por combatir la pandemia, no se puede crear una crisis y una pandemia que tendrá un impacto humanitario y que afectará a final de cuenta a la población centroamericana”, señaló Ortega, sin mencionar a más de treinta transportistas contagiados provenientes de Nicaragua, que fueron detectados al ingresar a Costa Rica la semana pasada.
El mandatario acogió la demanda de los transportistas de carga que urgen una respuesta rápida que regule y permita la “fluidez del comercio” en las carreteras, tras citar las consecuencias al tránsito de mercaderías en la región.
Ortega reclamó que “el gran total de los medios de transporte que están ahí, que no los dejan pasar en Costa Rica son 1010”.
Sin embargo, no dijo una palabra sobre las denuncias de los hospitales abarrotados por pacientes con covid-19 ni los más de 150 médicos y el personal de salud de los hospitales públicos contagiados por la falta de medidas de protección, después de que su Gobierno les expuso al prohibirles en las primeras semanas el uso de mascarillas o alcohol en gel para “no alarmar a la gente”.
A la fecha, más de 700 médicos han demandado la protección del personal de Salud que está en la “primera línea” contra la covid-19. El llamado también ha sido elevado por la Unidad Médica Nicaragüense, la Asociación Médica Nicaragüense y el Comité Científico Multidisciplinario, entre otros organismos e instancias nacionales e internacionales, incluida la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
A principios de mayo, epidemiólogos independientes alertaron que Nicaragua ya está en la fase de transmisión comunitaria. Es decir, que se perdió el rastro de infección del covid-19 y cualquier persona puede ser un potencial contagiado. Sin embargo, el Gobierno continúa sin reconocer esta última fase de transmisión, que a nivel mundial ha precedido el incremento exponencial de los casos de covid-19 y el eventual colapso de las capacidades hospitalarias.
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