1 de mayo 2020
Luego de quince días de ausencia, tras su último discurso público, Daniel Ortega, reapareció en una comparecencia televisiva desde sus oficinas en El Carmen, para pronunciarse en contra del resguardo domiciliar que promueve la sociedad civil como prevención de la covid-19, calificando estas medidas como “extremas” y “radicales”. Dirigentes políticos de la oposición consideran que el "vacío" discurso de Ortega tuvo por único objetivo justificar la "incapacidad" y "negligencia" del Gobierno.
En su intervención por la conmemoración del Día Internacional de los Trabajadores y por los ocho años de fallecimiento del comandante del FSLN, Tomás Borge, Ortega cuestionó la campaña “Quédate en casa” porque, a su juicio, destruiría la economía nicaragüense, que es “cada vez más informal”.
"El quédate en casa, destruye el país. Por esa vía se destruye el país", alegó y justificó no implementar medidas de distanciamiento social. "Si le decimos a la gente: 'quédense en casa', ¿quién va a fumigar?", ironizó.
“Los médicos no pueden quedarse en su casa”, “las enfermeras no irían a trabajar”, cuestionó Ortega, en un ataque frontal contra la campaña para prevenir la covid-19, omitiendo que el personal médico es precisamente uno de los servicios esenciales que no suspenden sus labores durante una cuarentena.
“Les vamos a decir que se queden en casa y no busquen la atención. Cómo se van a quedar en casa. ¡Se mueren! (…) Aquí no se ha ido a casa el sistema de Salud, ni se han ido a casa los pacientes porque estarían todos muertos”, agregó.
Ortega insistió que las epidemias “son un asunto de siempre” y recordó, como ejemplo, la muerte de dos de sus hermanos en los años cuarenta por “tos chifladora”.
El comandante sandinista dijo que su Gobierno mantendrá “las actividades normales”, tomando en cuenta las recomendaciones de las autoridades de salud, pero “sin caer en medidas extremas, radicales, que harían matar al país”.
La Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) alertó este martes que mantener el discurso y la política actual del Gobierno, enrumba al país a acumular 119 703 afectados y hasta 650 potenciales fallecidos por la pandemia de la covid-19 de aquí a mediados de junio, mientras que el comportamiento de la economía se desploma hasta -13.7%.
Ortega minimiza muertes por covid-19
En su discurso televisado en cadena nacional, Ortega leyó dubitativo un informe, que tuvo que ser corregido en varias ocasiones por su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, y algunos de sus funcionarios. El comandante miminizó la mortalidad de la pandemia en Nicaragua, al asegurar que solo cuatro personas han muerto por el covid-19 desde el 11 de marzo, cuando la Organización Mundial de la Salud decretó el brote de coronavirus como pandemia, hasta el 30 de abril, mientras en ese mismo periodo por otras causas y enfermedades fallecieron 2829 personas.
Para contrarrestar la tristeza de las muertes, Ortega festejó 14 571 nacimientos en ese mismo periodo de tiempo.
“Ortega normaliza las epidemias. Así fueron, así han sido, así son. Todo para decir, ni modo. Justificando su negligencia y su manifiesta incapacidad total”, cuestionó la exministra de Salud y comandante guerrillera, Dora María Téllez.
Para Téllez el discurso del comandante del gobernante Frente Sandinista es una burla a los muertos, a sus familias y para todo el pueblo nicaragüense. “Todo para tratar de tapar su incapacidad total de enfrentar la pandemia”, cuestionó desde su cuenta de Twitter.
[cita]“Régimen represivo, incapaz, inepto, descarnado. Los que pasan todo el día en su casa, escondidos hasta del sol, le dicen a todos que salgan al contagio” -- Dora María Téllez, comandante guerrillera y exministra de Salud.[/cita]
Ortega insistió en que 43 días después de confirmado el primer caso de coronavirus en Nicaragua, hay solamente 14 personas contagiadas, se le ha dado seguimiento a 162 personas y se ha brindado charlas a cuatro millones de nicaragüenses.
Además manifestó que se han realizado 18 891 charlas sobre medidas preventivas contra la covid-19 y se han fumigado 29 mercados y 31 terminales de buses. También dijo se desinfectaron 427 escuelas y 187 unidades de salud de todo el país.
Contra sacerdotes y empresarios
Según Ortega, quienes en Nicaragua piden medidas de cuarentena son los mismos que intentaron darle un “golpe de Estado” a su Gobierno durante las protestas iniciadas en abril de 2018.
“Son los mismos que quisieron hundir el país en 2018. Son los mismos que se aprovechan de cada situación. Se quieren aprovechar ahora de la epidemia para hundir el país”, insistió.
Para Ortega el “capitalismo salvaje” quiere aprovecharse de esta pandemia para “ejercer un mayor control sobre la riqueza e imponer con mayor fuerza su tiranía, que se disfraza, como los falsos sacerdotes se disfrazan, de democracia”.
"Siempre están los que adoran el becerro de oro, sacerdotes que besan los pies y lamen los pies del imperio", dice Daniel Ortega en alusión a los sacerdotes críticos a su gestión.
Afirmó que no habrá programas de alivio económico para la población, como moratoria en el pago de impuestos y servicios públicos o la creación de fondos de emergencia, como han demandado la Alianza Cívica y otras organizaciones y llamó a los empresarios a que “saquen un poquito de plata de la que han acumulado y que inviertan”.
El opositor Juan Sebastián Chamorro, director ejecutivo de la Alianza Cívica, comentó a CONFIDENCIAL que Ortega hizo "mucha referencia al capitalismo salvaje para pasarle el costo a las empresas (por) una posible pérdida de empleos producto de la pandemia".
Además, valoró que Ortega "fue muy incoherente y desorientado en presentar cifras en un discurso típico de él, mal preparado, improvisado e incoherente".
Anuncia cierre de aeropuerto, calla sobre contagios
En su discurso de más de una hora, Ortega confirmó que orientó paralizar el tránsito aéreo por las medidas tomadas por otros países y que Nicaragua está exigiendo que todos los viajeros del transporte internacional que ingresen al país deben presentar un certificado de prueba negativa de covid-19.
Omitió, sin embargo, que su Gobierno mantuvo el Aeropuerto Internacional abierto, sin garantizar medidas de protección para sus trabajadores y que al menos dos de ellos, ambos fallecidos, se habrían contagiado durante sus labores: uno que agonizó el 23 de abril en el Hospital Amistad Japón-Nicaragua, de Granada, confirmado por el Minsa con covid-19; y otro que presentó los mismos síntomas y fue contacto directo del otro caso, que falleció en el Hospital Monte España, de Managua.
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Asimismo apuntó que todos los viajeros tendrían que aceptar que “aquí les demos otra chequeadita”, porque “se habla que salen fallados los exámenes, dan el diagnóstico equivocado”.
También aseguró que en reuniones con organismos mundiales en las que ha participado para acordar la reapertura del tránsito aéreo hay algunos países que “nos quieren meter a la gente sin esas condiciones”, refiriéndose a Estados Unidos.
Acusó a Estados Unidos de deportar a setenta nicaragüenses que se encontraban en centros de detención sin hacerles el test, a pesar de que lo solicitaron.
El presidente calló sobre los centenares de nicaragüenses varados en Honduras, El Salvador, Islas Caimán y Panamá, a los que el Gobierno negó la entrada a Nicaragua.
Las sanciones internacionales
Ortega volvió a pedir al Gobierno de Estados Unidos que levante las sanciones en contra de los funcionarios de su régimen, al igual que a los de Cuba y Venezuela, para --según él-- que el país anglosajón demuestre “un verdadero liderazgo mundial”.
“Los Estados Unidos en vez de decir, este es el momento de suspender sanciones, de unir esfuerzos con esta pandemia que nos afecta a todos... no han hecho eso, lo que han hecho es tirar golpes a todos lados, e infamias como ofrecer recompensas para que asesinen al presidente Nicolás Maduro”, denunció.
Calificó de "actitud completamente criminal" la recompensa y los cargos presentados por Estados Unidos contra su homólogo de Venezuela, Nicolás Maduro.
"Una recompensa para que asesinen al presidente legítimo de Venezuela", reprochó y tildó de "infamia" que se esté ofreciendo 15 millones de dólares por cualquier información que lleve a la captura de Maduro.
Juan Sebastián Chamorro, de la Alianza Cívica, valoró que "en su discurso, Ortega no dijo nada nuevo ni propuso ninguna política". A su juicio: "Fue una continuidad de su monólogo anterior. Mencionó en reiteradas ocasiones el tema de las sanciones, las que como sabemos son individuales a violadores de derechos humanos, para victimizarse".
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