Logo de Confidencial Digital

PUBLICIDAD 1M

PUBLICIDAD 4D

PUBLICIDAD 5D

Los rostros del egoísmo

El egoísmo de estos gobernantes se centra en cómo salvar “su economía” y su poder político para hacerla crecer o, por lo menos, para que no se achique

Rosario Murillo y Daniel Ortega. Cortesía Presidencia

Onofre Guevara López

14 de abril 2020

AA
Share

El coronavirus, o covid-19, como guste llamarlo, igual significa un atentado contra la vida, con mayor extensión y precisión, ahí en donde la vida se encuentra menos protegida. No lo dicen las estadísticas (ellas son mudas), lo gritan con dolor las personas que entran a las estadísticas, sin haberlo solicitado.

Y, quienes logran salirse de las estadísticas, es porque van para sus casas en cuarentena, a los cementerios, a las fosas comunes o a las calles, el peor destino de las víctimas del egoísmo, encarnado en gente que goza de privilegios e inmunidades políticas.

Hay gente que usa el rostro del Buen Ladrón bíblico (se declaran cristianos), para ofrecer el rostro de ladrones buenos. Culpables son, porque no tomaron prevenciones ante la pandemia. Eso, también los hace responsables de que el primer mundo, el segundo y el tercero, dejaran de existir para fusionarse en un solo mundo de sufrimientos.

Y seguirán fundidos en un solo mundo de injusticias, no solo por los ya fallecidos durante la pandemia, sino también por los que a diario están falleciendo y… por los que estamos en las salas de espera de todo el mundo.


No se trata de una maldición, sino consecuencias de una política injusta de quienes, con su egoísmo manifiesto, tanto por su falta de prevención, como por su falta de humanismo, no priorizan la vida pero sí, estimulan a la muerte.

En medio de la tragedia planetaria, el interés de muchos gobernantes no lo es tanto por encontrar un antídoto, sino mucha preocupación por salvar sus economías, hoy en recesión.

Capitalismo y egoísmo, no son sinónimos en los diccionarios, sino algo más en la realidad: ninguno podría ser lo que son y el uno sin el otro no puede existir, porque a ambos los anima el interés propio, nunca el ajeno.

Nada nuevo en gobernantes devotos (hasta el fanatismo) de la diosa economía. Incluso, esos fanáticos los hay entre gobernantes de países con economías enfermas, sin necesidad de que apareciera ninguna pandemia.

A esos, los vemos aquí mismo. El egoísmo de estos gobernantes se centra en cómo salvar “su economía” y su poder político para hacerla crecer o, por lo menos, para que no se achique tanto.

Como de egoísmo se trata, el suyo no es muy diferente al de los gobernantes europeos, norte y latinoamericanos (tampoco el de los africanos, aunque la visión que tenemos de estos, sea un poco oscura).

El egoísmo no es blanco, no es negro, de país grande o de país chiquito, frío o caliente, ni es exclusivo de excolonialistas y de excolonizados. Simplemente, es egoísmo burgués, aunque el egoísmo de los gobernantes de aquí, es peor que el de muchos burgueses.

El egoísmo es el mismo, aunque en algunos países se sufra de gigantismo y en otros se padezca de anemia. En el mundo (ahora tres en uno), solo el hambre y el covid-19 se dan el lujo de gozar de igualdad.

En cuando a todo lo demás, hasta en los rostros de los egoístas, hay variaciones:

En Nicaragua, sus rostros enfermizos (esperemos que no por el coronavirus los tienen escondidos, sólo se ven en viejos videos. Obligaron al señor Sáenz, secretario general del Minsa, para que lea por ellos sus estadísticas diarias sobre la pandemia.

Son unas estadísticas tan lentas, que a las víctimas del covid-19… siempre los tiene “graves pero estables”. A los que mueren los cuentan con tanta lentitud, como si el covid-19 saliera de una botella de suero: a cuenta gotas.

El señor Sáenz, tiene otra misión: hacer ver que los informes médicos de Cuba mienten, pues sus tres paisanas nunca podrían regresar a su país con el coronavirus, porque aquí, igual que todos nosotros… ¡estuvieron protegidas “por nuestro buen gobierno”!

En Alemania, el rostro de doña Ángela Merkel (al menos el rostro que estuvo usando a raíz de la pandemia), era un rostro severo, como de prestamista: se oponía a que se crearan Eurobonos sin intereses a favor de Italia, España y Francia…

Fueron varios encuentros entre los sabios economistas de la UE, en los que riñeron a porcentaje limpio para ver hasta dónde podrían dejar de ganar intereses. Y, por fin, afeitaron un poco sus feos rostros y sus almas egoístas, para ayudarles a sus hermanos que lo necesitan. Ayudarán, al menos, no tanto como le ayudaron a Grecia, a costa de los derechos sociales de su pueblo.

Y que no se quejen italianos y españoles de cómo los están tratando sus hermanos, pues les estuviera yendo peor… si no fueran europeos. Porque si no tuvieran esa dicha, les cobrarían más intereses por la ayuda. Y la culpa sería por ser los hermanos pobres de Europa, vivir al Sur de ese continente y ser latinos…

Pero no será mucho el susto, porque… ¿quién dice que el racismo no es democrático?

Vean cómo lo confirma Donald Trump. Primero, al coronavirus le otorgó gratis la nacionalidad china. En seguida, les inyectó confianza a sus paisanos en la inmunidad, porque ellos son “americanos” y, por ende, ningún virus puede con ellos. (Por algo Supermán y otros “héroes” nacieron allá).

Pero ahora que ese “heroísmo” falló, por estar hecho de barato chovinismo, Trump le recortó la pensión a la OMS, por no haber dejado al covid-19 matando chinos dentro de sus fronteras…

Así, de esa forma, el covid-19, no hubiese puesto en evidencia ante el mundo la fragilidad de los “americanos”, como la del resto de los mortales…

Trump, ha de lamentar que en este tiempo de coronavirus (y de armas atómicas por doquier), no poder utilizar la amable solución que su colega Truman le dio a sus diferencias con el Japón… ¡en Hiroshima y Nagasaki!

Por el Sur, Jair Bolso-ignaro parece no tener un doble en el mundo como troglodita ante el covid-19…

Pero, para nosotros, el colmo de la desgracia, es no tener un solo Bolso-ignaro… ¡sino Dos!

Aquí, no son muchos los que ignoran las excitativas oficiales que propagan el coronavirus, pues solo los alcaldes creen en los Dos, pero a Dos, como nadie lo ve… ¡nadie cree en él!

En España, el machismo sigue en cuaresma, pues allá compite con el covid-19 maltratando y matando mujeres. Contrario al covid-19, que se detiene con el aislamiento social, con el aislamiento social… ¡el machismo español se quedó en casa y en su charco!

En la temporada del covid-19, cuando los tres mundos se han hecho uno solo, 65 millones de trabajadores de las líneas aéreas quedaron sin trabajo…

Con miles de millones de euros, la UE ayudará a las empresas, dizque para mantener los salarios, pero cuando las compañías aéreas reinicien sus vuelos… ¿a cuántos millones de trabajadores dejarán en el aire?

Eso dependerá de la cara que los trabajadores pongan ante los rostros gubernamentales y capitalistas europeos…

Lo que es en Latinoamérica, muchos gobernantes, que también son capitalistas, están poniendo cara de ángel para pedir ayuda… ¡pero contra los trabajadores siguen haciendo diabluras!

Los hermanos del Ecuador, no solo están en el centro de la Tierra, sino también en el centro de las injusticias del mundo…

Eso de que “caras vemos y corazones no cocemos” es verdad. Los ecuatorianos veían a su presidente en silla de ruedas, pero no vieron que… ¡el minusválido era su sistema de salud!


Archivado como:

PUBLICIDAD 3M


Tu aporte es anónimo y seguro.

Apóyanos para que podamos seguir haciendo periodismo independiente en el exilio. Tu contribución económica garantiza que todas las personas tengan acceso gratuito a nuestras publicaciones.



Onofre Guevara López

Onofre Guevara López

Fue líder sindical y periodista de oficio. Exmiembro del Partido Socialista Nicaragüense, y exdiputado ante la Asamblea Nacional. Escribió en los diarios Barricada y El Nuevo Diario. Autor de la columna de crítica satírica “Don Procopio y Doña Procopia”.

PUBLICIDAD 3D