4 de abril 2020
El Banco Central de Nicaragua (BCN), informó que la economía nicaragüense decreció 3.9% en 2019, a la vez que modificaba su evaluación para 2018: si los datos iniciales indicaban que el producto interno bruto (PIB) de 2018 había caído en 3.8%, ahora el Banco calcula que disminuyó en 4.0%.
Entre 2010 y 2017, el país mostró una tendencia de crecimiento estable que se mantuvo por encima del 4.0% a lo largo de la década, hasta que la violenta represión gubernamental en contra de los ciudadanos que participaron de la Rebelión de Abril, dio inicio a un periodo de recesión económica, que ya acumula ocho trimestres consecutivos.
La modificación del PIB 2018 no es inusual, pues los datos que ofrece el Banco mantienen el apelativo de provisional durante todo el primer año; siguen sujetos a revisión en el segundo, y no es hasta después de ese período que se consideran definitivos.
Un economista que accedió a hablar con CONFIDENCIAL a condición de mantenerse en el anonimato, dijo que, “en principio, es lícito revisar las cifras con información actualizada... pero la subordinación política y absoluta falta de transparencia del BCN, hacen más que legítima la sospecha, sobre todo cuando las revisiones son siempre para mostrar crecimiento mayor o caída menor”.
Su tesis para explicar que el Banco diga ahora que la caída de 2018 fue más profunda de lo que había admitido inicialmente, es que “se revisaron las series del PIB hacia atrás. Se hizo que 2018 cayera más que lo que se informó en el Anuario 2018, para que 2019 aparezca cayendo menos”.
El experto también cuestionó la calidad y fiabilidad de los datos con que trabaja el Banco, al considerar que “no es posible saber de dónde obtiene el BCN las cifras para hacer sus estimaciones, puesto que dejó de publicar los indicadores de actividad económica desde febrero de 2019 y los resultados de las encuestas las publicó hasta 2018”.
Así, si ahora el BCN dice que 2019 cayó -3.9%, cuando el Fondo Monetario Internacional (FMI), pronosticaba -5.7%, es porque el Banco Central habría elaborado el informe con cifras revisadas que están más actualizadas que aquellas a las cuales tuvo acceso el FMI, en opinión del economista.
Disminuye inversión pública y privada
El desempeño de -3.9% del PIB en 2019, encadena el segundo año consecutivo de contracción, como continuación de la crisis social y política que afecta al país desde abril de 2018.
“En 2019, la economía nicaragüense continuó resintiendo los efectos negativos de los efectos sociopolíticos del 2018, observándose una disminución de la actividad económica del 3.9 % (-4% en 2018)”, indicó el Banco, alejándose de los cálculos del FMI.
Para 2020, el FMI espera que el PIB se contraiga “más moderadamente”, entre -1.2% y -1.7%; en tanto, el Gobierno que preside Daniel Ortega, antes de la pandemia causada por el coronavirus SARS-CoV-2, estimaba un crecimiento de 0,5 % en 2020.
En 2019, las principales actividades económicas afectadas por la crisis fueron, en ese orden, construcción (-38.1%), intermediación financiera (-16.6%), pesca y acuicultura (-14.5%), comercio (-9%), y transporte y comunicaciones (-7.7%), entre otras, según el Banco Central.
Entre las actividades que registraron crecimiento, el Informe enlista explotación de minas y canteras (14.7%), pecuario (4.8%), agricultura (3.7%), hoteles y restaurantes (3.4%).
El Banco también detalló que en 2019, la inversión fija privada disminuyó 31.4% y la inversión pública 15.4%.
Por el enfoque del gasto, los resultados indican que la evolución del PIB estuvo determinada por la contracción de la demanda interna, que fue contrarrestada parcialmente por los impulsos de la demanda externa.
El resultado de la demanda externa en 2019 estuvo determinado por el crecimiento de 5.3% de las exportaciones, debido a mayores volúmenes exportados, a pesar que en promedio los precios internacionales de los principales productos de exportación disminuyeron, explicó.
En tanto, las importaciones disminuyeron 5.4%, derivado principalmente por menores compras externas de bienes de capital, intermedios y de consumo, los cuales estuvieron atenuadas por el aumento de los volúmenes de importaciones de la factura petrolera en 7.9%, indicó.
Nicaragua, que en 2018 vio frenado ocho años seguidos de crecimiento, es el único país de Centroamérica con saldo rojo por segundo año consecutivo y la segunda economía en América Latina y el Caribe que más decreció en 2019, superada únicamente por Venezuela.