2 de abril 2020
Un Grupo de Trabajo, integrado por las principales cámaras empresariales y centros de pensamiento y académicos, convocó al Gobierno a “trabajar unidos y de forma coordinada” para afrontar la crisis sanitaria, a la vez que promete que “se iniciará un Fondo de Asistencia Humanitaria”.
Ante la negligencia del Gobierno para enfrentar la pandemia del coronavirus, diversos liderazgos de la sociedad civil han lanzado sus propias iniciativas para afrontar la crisis sanitaria que vive el mundo, y que, en Nicaragua, se suma a la crisis política y socioeconómica generada por la sangrienta represión ejecutada por el régimen Ortega-Murillo en contra de los ciudadanos que participaron de la Rebelión de Abril de 2018.
La Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), la Cámara de Comercio Americana de Nicaragua (AmCham) y el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), crearon el referido Grupo de Trabajo, “con la asesoría académica y estratégica” del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (Incae).
Los gremios empresariales suscribieron “el llamado hecho por Incae el día 31 de marzo de 2020, a trabajar unidos y de forma coordinada para afrontar el virus, para que el impacto nacional sea el menor posible”.
El llamado a “trabajar unidos”, generó una ola de opiniones divididas en las redes sociales, que van desde el repudio hasta el apoyo, pasando por la aceptación resignada. Por un lado, están quienes ven oportuno pensar en la salud y la unidad antes que el virus penetre completamente en el país, y por otro, los que desaprueban una eventual alianza con un Gobierno que es señalado por crímenes de lesa humanidad.
Basados en que “se debe anteponer la salud, el bienestar y la vida de todos los nicaragüenses, a cualquier interés individual o partidario”, el Grupo de Trabajo recalca que “no estamos obviando la crisis sociopolítica que atraviesa el país, ni el seguimiento a los acuerdos suscritos con el Gobierno en marzo del año pasado”.
“Promovemos acciones relacionadas con las políticas públicas y privadas que pueden aportar a la construcción de la respuesta de toda la sociedad nicaragüense a la crisis de salud y a la situación socioeconómica”, explican.
Además, anuncian la creación de un Fondo de Asistencia Humanitaria “para apoyar económicamente a iniciativas de prevención, tratamiento y mitigación del virus”. Mario Arana, presidente de AmCham, dijo que “habrá que hacer colectas entre empresas… pero no nos cerrarnos a obtener recursos internacionales” para la conformación del Fondo, sin que hayan contemplado “ni piso, ni techo”.
“Modelo de consenso” murió en 2018
Al mostrarse “comprometidos para trabajar de forma descentralizada, transparente y priorizando a los sectores más vulnerables de la sociedad nicaragüense”, el Grupo de Trabajo alerta que “aún estamos a tiempo para tomar las medidas necesarias”, prometiendo, a futuro, que comunicarán las medidas que consideran “deben implementarse de inmediato”.
Explicando cuáles pueden ser esas medidas, Arana dijo que se pondrá el enfoque en “una campaña de prevención más agresiva, y un sistema de telecomunicaciones que ayude a saber dónde están los contagios”, tal como han implementado otros países.
Además están pendientes de la necesidad de garantizar el abastecimiento de insumos médicos para proteger al sector salud, “porque pareciera que están desprotegidos”, además de “aplicar un programa de alimentos en beneficio de los sectores más vulnerables”.
“También habrá un planteamiento de índole más económico, con medidas como suspender el pago de agua, luz y teléfono por tres meses, así como el pago de impuestos; dictar una mora en el pago de deudas, y otorgar financiamiento a quienes más lo necesiten, igual que se ha hecho en otros países”, detalló.
El contenido de este último elemento estará en dependencia de las propuestas que elaboren las cámaras del Cosep, de modo similar a la que ya presentó Canatur, que pedía alivio fiscal, pero también del pago de servicios básicos, de las cuotas de la seguridad social, y de la carga que implica el pasivo laboral.
“Si se impone una cuarentena, el Estado debería apoyar a los sectores, pero hay que ver si es capaz, y si quiere hacerlo”, definió Arana, reconociendo que “las finanzas públicas tienen un espacio fiscal restringido, por la crisis de los últimos dos años”.
El economista recordó que “hay déficits significativos que hay que subsanar, más allá del Gobierno central (como los que aquejan al INSS y a Enacal, entre otras entidades públicas), pero no quiere decir que no haya acciones que se puedan emprender”, todo lo cual requiere que el país cuente con reservas internacionales sólidas, “para evitar mayores quebraderos de cabeza”.
Un directivo de una cámara afiliada al Cosep, que pidió mantenerse en el anonimato, descartó que el bloque de peticiones a presentar, pueda ser el inicio de un nuevo entendimiento del sector privado con el Gobierno.
“Es deber de los gremios dar su opinión y decir: puedo apoyar, pero necesito tu apoyo. Es decir: si no querés que ocurra esto [una hecatombe sanitaria y un desastre económico], hay que hacer esto y esto, y todo mundo debe poner de su parte, sin que esto sea una negociación de nada. El modelo de consensos murió en 2018”, aseveró.
“Si el Gobierno no viene a mí”
A pesar de la emergencia sanitaria no declarada, el Gobierno sigue promoviendo su política de contactos y aglomeraciones, invitando a la población a disfrutar de Semana Santa como si no pasara nada.
Pero la Cámara de Energía de Nicaragua (CEN) se está preparando para la eventualidad de una emergencia. César Zamora, presidente de la CEN, avizora que una de las medidas a aprobar en caso de una cuarentena oficial, es la entrega de salvoconductos para que el personal que trabaja en las empresas del sector eléctrico pueda ir al trabajo, “como hemos visto en el resto de Centroamérica”.
“Vamos a tener una reunión preparatoria este viernes, para ver los protocolos” a aplicar, entre los cuales también mencionó la entrega de identificaciones a los empleados que deban seguir laborando, y “saber dónde se les recoge, a qué hora, en que vehículos… para que podamos operar las plantas en una situación de emergencia”.
Producción y comercio deben poder seguir
Álvaro Vargas, vicepresidente de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (Upanic), dijo que esa entidad ha aprobado medidas de prevención para que los empresarios grandes y pequeños dedicados a la agricultura y a la ganadería, puedan seguir operando mientras cuidan la salud de su personal.
Su decisión como gremio, es distinta a la de la CEN, pues consideran que “si el Gobierno llega a decretar una cuarentena, tendríamos que ver cuáles serían las restricciones que dicten”, para adaptarse a ellas, y “no dejar de producir”.
“Mientras no sepamos cuáles son las restricciones a imponer, lo que hagamos en este momento es una pérdida de tiempo. Cuando salga una restricción cuarentenaria, la vamos a comparar con nuestros propios protocolos, para ver qué es lo que hace falta”, avanzó.
Carmen Hilleprandt, presidenta de la Cámara de Comercio y Servicios de Nicaragua, recordó que entre sus socios, hay empresas dedicadas al comercio de alimentos, y parte de la industria médica que está importando mascarillas, vacunas, ventiladores, etc.
“Esos sectores tienen que estar en disposición a la ciudadanía”, aseguró, admitiendo que no han pensado decirle al Gobierno qué necesitan para seguir operando en caso de que se ordene el distanciamiento físico, “ni lo hemos hablado. En el caso de la Cámara de Energía es distinto, porque tienen un ente regulador”, y son clave para que el país siga funcionando, justificó.
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