28 de marzo 2020
La Cámara Nacional de Turismo (Canatur), lanzó un SOS al Gobierno, pidiéndole implementar una serie de medidas de tipo laboral, fiscal, financieras, y de pago de servicios básicos, que los oxigene y ayude a “salvar la industria”.
Los dos años precedentes fueron asfixiantes para esta industria que requiere de mucha estabilidad política y social para prosperar: el sector calculaba que podría crecer 7% en ingresos este año, y 6.6% en el número de turistas. Esos planes se vinieron a pique cuando la pandemia del covid-19 llevó a los Gobiernos del área a cerrar sus fronteras, las flotas aéreas se quedaran en tierra, y se ordenara a los ciudadanos a quedarse en sus casas.
Carlos Schütze, vicepresidente de Canatur, recordó que “el turismo venía creciendo 5% anual, y esperábamos que fuera igual en 2018”. En vez de eso, hubo una caída de 440 millones de dólares en ingresos, que representó 52% menos que en 2017, y 58% menos que la meta inicial para 2018.
En el caso de las agencias de viaje, Schütze dijo que “se vendieron muchos menos pasajes hacia afuera, pero hubo más turismo interno”, que aprovechó los menores precios que tuvieron que ofrecer los empresarios locales, “lo que incentivó el turismo nacional”.
Si no se ordena una cuarentena estricta, el empresario reconoce que “habrá gente que vaya a las playas, pero en general, esta será una Semana Santa bien baja”. Como la del año pasado.
La también llamada ‘Semana Mayor’, es la época que representa alrededor del 35% de las ventas anuales de la industria turística.
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Fisco también puede ayudar
Al respecto, una carta abierta, que la Cámara envía al Gobierno, señala que “con la pandemia del covid-19, el mundo entero enfrenta su mayor amenaza desde la Segunda Guerra Mundial, la cual ha puesto en jaque a la humanidad entera y con esto la industria del turismo enfrenta el mayor reto de su historia: luchar por su sobrevivencia”.
Mencionan no solo que están enllavados países como Estados Unidos, Canadá y los de Centroamérica, de donde proviene la mayor parte de los turistas que vienen a Nicaragua, sino que también “Costa Rica y Honduras han cerrado sus fronteras aislando al país; el transporte aéreo y terrestre hacia Nicaragua ha dejado de operar y el turismo interno también ha caído”.
Ante el cierre de la mayoría de empresas turísticas del país, plantean que la disyuntiva es dejarlas quebrar “perdiendo cientos de miles de empleos”, o se les auxilia a tiempo, como han hecho otros gobiernos de la región.
Las peticiones con mayor costo fiscal son las que apuntan a que el fisco devuelva o compense a las empresas turísticas, lo que ellas han pagado en concepto de IR e IVA; retenciones en la fuente, y cargos por ajustes, mora, multas a declaraciones de IR hechos por DGI contra las empresas ligadas a servicios turísticos, y venta de lotes e inmuebles durante 2018 y 2019, para poder pagar salarios.
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“Para aliviar el flujo de caja y poder hacer frente a las obligaciones financieras, que se autorice una moratoria en el pago del IVA de hasta 12 meses a partir de abril”, proponen.
Dejar de pagar al INSS
También piden disminuir la tasa de cotización obrera y patronal al Seguro Social, y que la disminución de los ingresos del INSS se compensen con abonos adelantados de la deuda del Gobierno central con dicha institución.
En paralelo, también piden que se suspenda por seis meses, “el pago de cotizaciones a la seguridad social para empresas y colaboradores”, y quizás por más tiempo, “según la evolución de la situación, sin recargos y permitir arreglos de pago”, entre otras medidas.
“El sector turístico solicita un período de gracia a los bancos y microfinancieras a partir de este momento”, y que concluya al menos seis meses que “se haya superado la emergencia por el covid-19, y el turismo pueda empezar su recuperación”, previa autorización por parte de la Superintendencia de Bancos.
Durante este período se solicita se suspenda el cobro por deuda de créditos hipotecarios, personales, y de tarjetas de crédito asumidos por empresarios turísticos, sin cargarles intereses, y que se cree un fondo de protección a la industria turística, que conceda créditos y tasas preferenciales al sector.
Finalmente, solicitan no pagar energía eléctrica hasta agosto; que les aprueben una tarifa preferencial de electricidad, que no supere los cuatro córdobas el Kw/h a partir de septiembre 2020; una moratoria en el pago del servicio de agua durante seis meses a partir de marzo, y diferir el pago de éstos luego de los seis meses a lo largo de un año, sin recargos ni multas.
En el caso de las líneas aéreas, piden se les reduzcan las tarifas aeroportuarias, y que se condone el pago de alquileres de los espacios que ocupan las líneas aéreas y las rentadoras de autos en el aeropuerto internacional durante seis meses.
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