28 de marzo 2020
Cinco líderes indígenas de las comunidades Wasakin e Ibu fueron asesinados en Bosawás, entre el jueves y el viernes, por colonos que supuestamente pretenden quedarse con sus tierras, denunció este sábado el Centro por la Justicia y Derechos Humanos de la Costa Atlántica de Nicaragua (Cejudhcan).
Tres indígenas murieron en un ataque armado el jueves pasado, en Wasakin, y otros dos fallecieron el viernes en Ibu, ambas comunidades ubicadas en el territorio mayagna Tuahka, de la Región Autónoma Caribe Norte (RACN), según la denuncia.
“Los fallecidos se encontraban realizando actividades de limpieza en los mojones de su territorio, lo que manifiesta que fueron asesinados en la defensa de su territorio”, indicó el Cejudhcan, en un comunicado.
El ataque ocurrió un mes después de otro en el que una menor resultó con heridas graves en su rostro, lo que causó indignación entre los habitantes de Nicaragua, y misma que se avivó cuando la Policía Nacional negó los hechos, a pesar de las imágenes tomadas por la familia la niña.
Las víctimas del ataque reciente fueron enterradas el viernes en sus territorios, entre los reclamos de los indígenas por la falta de protección gubernamental.
El Movimiento Social Pri Laka, de origen miskito, condenó “enérgicamente estos asesinatos y lesiones de nuestros hermanos mayagnas”.
“Nos preocupa mucho esta situación, que atenta contra el derecho a la vida, a la soberanía alimentaria y al territorio. Demandamos justicia a las autoridades locales, municipales, regionales y nacionales. Esperamos que se investiguen y se sancionen a la brevedad estos actos criminales”, agregó Pri Laka.
Otros ataques
Los indígenas de la costa Caribe de Nicaragua han sufrido diversos ataques armados este año, sin que la Policía realice investigaciones satisfactorias.
El 30 de enero pasado un ataque armado dejó cuatro indígenas muertos en las selvas del noreste del país, un hecho que algunos aliados del Gobierno negaron hasta que testigos mostraron fotos y confirmaron las identidades de las víctimas.
El 4 de enero pasado el líder indígena Marks Rivas fue encontrado muerto en una ciudad de la costa Caribe.
Según la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, los ataques de “colonos” y paramilitares contra comunidades indígenas entre enero y febrero pasados dejaron seis muertos, diez desaparecidos, cinco lesionados y más de 30 familias desplazadas.
Hasta ahora el Gobierno de Nicaragua no ha garantizado las medidas provisionales de protección hacia el pueblo miskitu, emitidas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH), para protegerlos de daños irreparables frente situaciones de gravedad y urgencia.
Al menos 20 indígenas han muerto en ataques de “colonos” desde 2015, según datos de la organización Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil), que ha advertido que dichas poblaciones corren el riesgo de ser exterminados y se encuentran en una grave situación de abandono y vulnerabilidad, por la constante invasión de sus territorios.
Los indígenas del Caribe nicaragüense acusan a los “colonos” de asesinatos, secuestros, heridos, y desplazamientos forzosos, en su contra.