4 de marzo 2020
Estaban en la Catedral Metropolitana de Managua antes que llegara el féretro del poeta Ernesto Cardenal. Iban uniformados con su pañoleta roja y negra sobre el cuello. Llevaban las consignas aprendidas: “Queremos la paz” y “No pudieron ni podrán”, que gritaban para interrumpir a familiares y amigos del fallecido sacerdote, así como a los religiosos cuando oficiaban la misa de cuerpo presente de Ernesto Cardenal.
Eran las turbas del Gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo, el mismo que declaró tres días de duelo nacional a la muerte de Cardenal, supuestamente por “admirar profundamente” al poeta, a quien orquestaron una persecución política en sus últimos años de vida. Los medios de propaganda del régimen titulaban: “Nicaragüenses rinden homenaje al poeta y sacerdote Ernesto Cardenal”. Sin embargo, las consignas de las turbas pronto cambiaron por el grito de “traidores”. Las dirigían hacia quienes asistieron a la misa de cuerpo presente a rendirle homenaje a uno de los poetas más importantes de Iberoamérica.
La Catedral de Managua estaba dividida entre las turbas rojinegra y quienes llegaron vestidos de azul y blanco, alzando pancartas con el rostro de Cardenal y uno de sus versos: “Pensá en los que murieron”. Antes de que iniciara la eucaristía, el nuncio Waldemar Stanislaw Sommertag intentaba rebajar el ambiente de tensión en el templo. El féretro del poeta ya estaba frente al altar mayor, mientras sus familiares y sus más cercanos allegados lo rodeaban.
📢#AHORA | El nuncio apostólico trata de mediar para calmar a las turas del régimen, que gritan "Viva Daniel" en la misa en honor al poeta y sacerdote Ernesto Cardenal pic.twitter.com/IpmmsUTPB5
— Confidencial.com.ni (@confidencial_ni) March 3, 2020
El nuncio pidió calma a las personas con las pancartas del poeta, quienes se acomodaron en la parte frontal del altar mayor. El diplomático luego se adentró al grupo de simpatizantes del régimen. Pidió la misma calma. Pero no lo escucharon. En cambio, un hombre le respondió al nuncio llanamente: “¡Viva Daniel!”. Sommertag se dirigió al hombre, le puso la mano sobre la pañoleta roja y negro, y le dijo: “Amigo, es una misa”. El simpatizante ni siquiera determinó el regaño de la autoridad del papa Francisco en Managua. Lo ignoró.
Cardenal “es cultura, pero era traidor”
El obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, fue el encargado de dar la homilía. “Crear la posibilidad para que los ciudadanos puedan vivir en paz, en dignidad, en libertad, justicia, seguridad, democracia…”. El obispo Álvarez no pudo continuar. Fue interrumpido por el grito de las turbas. Otro simpatizante del Gobierno dijo a las cámaras que el poeta Cardenal “es cultura, pero era traidor”.
Luz Marina Acosta, escritora y asistente personal de Cardenal, repudió que el Gobierno haya invadido el homenaje católico al poeta. “No deberían estarle gritando barbaridades a Ernesto. Él ya descansa en paz y como él era religioso, por eso lo trajimos a misa. Yo contaba que solo vendría gente que ama a Ernesto Cardenal, que es mucha, pero mandaron a toda esta gente. Esta no es gente espontánea. Mandaron a llenar a la iglesia y no es correcto para un hombre de la talla de Ernesto. Ya sabemos quiénes los mandaron”, dijo Acosta en referencia a la pareja presidencial.
El primer acto violento se registró en medio de la homilía, cuando los simpatizantes sandinistas golpearon y asaltaron al joven Benjamín Aguilar. “Me robaron mi cartera y su computadora. Venía a la misa y me cayeron en manada las turbas”, denunció.
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Ese fue el preludio de lo que vendría. Al final de la misa de cuerpo presente, los familiares decidieron sacar el féretro de Cardenal cuanto antes. Decidieron sacarlo por una puerta lateral ante el acoso de los simpatizantes del régimen ya totalmente crispados. Quienes protegían el féretro salieron asediados, y cuando el cuerpo de Cardenal fue montado a la carroza, las turbas empezaron a espetar contra el cortejo fúnebre. Afuera del templo, había reporteros de los medios del Gobierno que se prestaron a acosar a personalidades como la escritora Gioconda Belli. Kenneth Chávez, reportero de el propagandista de El 19 Digital, le decía "traidora" a Belli, mientras la empujaba.
🚨#URGENTE | Sin importarles su edad o condición física, turbas sandinistas agreden a familiares y amigos del poeta Ernesto Cardenal en la Catedral de Managua. "No pudieron, ni podrán, vamos hasta 2021 hijueputas", gritan sin sentido los fanáticos de Daniel Ortega pic.twitter.com/LPQJBpqQ4W
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El caos se tornó completo cuando la carroza fúnebre pudo salir de Catedral, y los simpatizantes sandinistas atacaron a periodistas y las personas que buscaban sus vehículos para escapar. Los más golpeados fueron los periodistas Leonor Álvarez, de La Prensa; David Quintana, de Boletín Ecológico, a quienes además les robaron sus equipos de trabajo.
El periodista Hans Lawrence, del portal Nicaragua Investiga, también fue trasladado al hospital Vivian Pellas vomitando sangre producto de la golpiza. Los reporteros trataron de protegerse en la sacristía de Catedral, pero las turbas rompieron los portones para seguir atacando a los periodistas. Ni el nuncio ni el cardenal Leopoldo Brenes llegaron a tratar de mediar.
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Al finalizar el ataque, las turbas sandinistas salieron marchando hacia los buses del transporte público que los esperaban fuera de Catedral, contiguo a las oficinas de la Dirección General de Ingresos (DGI). Mientras otros sujetos con pañoletas rojinegras ingresaron a la misma oficina del Gobierno.
Entre los simpatizantes sandinistas se reconocieron a tres concejales del partido de Gobierno: Omar Saavedra del Distrito I, Jairo Ramos Tablada del Distrito III, e Ileana Hernández, quienes estuvieron encargados de acudir a los barrios de Managua a reclutar las turbas. Esta vez, contrario al asedio policial de la vela de este martes, en la Funeraria Montes de los Olivos, no hubo policías antimotines. Aunque sí algunas patrullas que rodeaban Catedral.
"No pudieron, ni podrán", "Queremos la paz" y "Que joden", todas las frases que Rosario Murillo repite en los medios oficialistas, fueron parte de los improperios que los fanáticos orteguistas gritaron a familiares y amigos de Ernesto Cardenal en la misa pic.twitter.com/WIeHLbBV51
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Una de las más indignadas por la invasión y el irrespeto de la misa del poeta Cardenal fue Luz Marina Acosta, cuando los reporteros del régimen le decían que las turbas “tenían el derecho” a participar en la misa de cuerpo presente de Ernesto Cardenal.
“Es falso. Ellos no conocen, nunca han leído a Ernesto Cardenal. Ni saben lo que significa en el mundo Ernesto Cardenal”, respondió Acosta.