29 de febrero 2020
“Acordate que sos de la Calle Real, hijueputa, te voy a palmar (matar) a tu familia”. Así amenazó un oficial de la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía (DOEP) al periodista Yelsin Espinoza Reyes, mientras daba cobertura a un plantón en la Iglesia Divina Misericordia el martes pasado, cuando fue lanzada la 'Coalición Nacional' opositora. El reportero regresó a Nicaragua hace más de una semana luego de haber permanecido un año en el exilio, destierro al que se vio forzado por las amenazas que recibe debido a su trabajo como periodista.
Las amenazas contra Espinoza y su familia son parte de las 2075 violaciones a la libertad de prensa que la Fundación Violeta Barrios de Chamorro (FVBCH) registró desde abril de 2018 hasta febrero de 2020. Solamente en lo que va de este año, los periodistas han sido víctimas de 96 abusos del poder estatal. Las agresiones van desde tortura, discurso estigmatizante, agresiones y ataques hasta limitación del acceso a la información. Hasta diciembre de 2019 la estadística fue de 1979 violaciones a la libertad de prensa.
Según la FVBCH, en el contexto nicaragüense, la práctica periodística se ha convertido en un ejercicio de alto riesgo. "Tiene el mismo nivel de riesgo de los ciudadanos que intentan ejercer un derecho a protestar", apuntan. Producto de la represión en contra de la prensa, alrededor de 68 periodistas se encuentran en el exilio y un poco más de 20 periodistas han retornado al país asumiendo sus propios riesgos.
Cristiana Chamorro, presidenta de la fundación, lamentó que en Nicaragua prevalezca "el uso desmedido de una fuerza bruta" en contra de la población y en contra de los periodistas, quienes frecuentemente son víctimas de la militancia del partido de gobierno que, "posiblemente agobiados por las noticias nacionales", tomaron acciones represivas contra los periodistas.
Espinoza, por su parte, afirmó que no conoce al oficial que lo amenazó, pero no descarta la posibilidad de que su agresor lo conozca. "Tengo familia dentro de esa jurisdicción o simplemente tiene los datos del Consejo Supremo Electoral", dijo el reportero de la plataforma Nicaragua Actual. Para él, lo más frustrante es saber que, a pesar que la amenaza fue grabada en video, las autoridades no impondrán ningún tipo de sanción al oficial.
Trabajo colaborativo
Los agresores son siempre los mismos: la Policía Nacional, paramilitares y fanáticos del gobierno. No obstante, los periodistas nicaragüenses "han respondido con fortaleza, han logrado una mayor cohesión de la prensa independiente, trabajan en equipo y de forma colaborativa", destacó Chamorro.
El trabajo colaborativo que destacó Chamorro fue lo que permitió registrar el instante en que Espinoza era amenazado. El periodista está convencido que a pesar de la impunidad en Nicaragua, las imágenes grabadas por sus colegas servirán para "constatar ante el mundo la violencia que vive la prensa independiente en el país".
A pesar del ambiente hostil para ejercer la práctica periodística, la FVBCH destacó el "periodismo valiente dispuesto a seguir documentando los casos de violaciones a Derechos Humanos, un periodismo renovado que se ha transformado de formatos tradicionales, hacia la innovación digital".
La fundación también enfatizó en los periodistas que se encuentran en el exilio siguen haciendo periodismo. Es por esta razón que, después de la Rebelión de Abril, han surgido 21 nuevas plataformas informativas en versión digital y una nueva organización gremial denominada Periodistas y Comunicadores Independientes (PCIN).
El reporte sobre las principales violaciones a la libertad de prensa fue presentado durante la ceremonia de entrega del Premio a la Excelencia Periodística Pedro Joaquín Chamorro Cardenal. Durante el evento decenas de oficiales rodearon el perímetro del edificio Pablo Antonio Cuadra donde se realizó la premiación.