27 de febrero 2020
El Fondo Monetario Internacional (FMI) condonó, de manera general, la política macroeconómica de Daniel Ortega, a la vez que le presentaba sugerencias para paliar la crisis y tratar de salir de ella, entre las cuales destaca el FMI sobre Nicaragua: “restablecer la confianza”.
El Fondo pronostica que, en 2020, la economía de Nicaragua decaerá por tercer año consecutivo, después del -3.8% de 2018, el -5.7% que suponen para 2019, y una caída de -1.2% para el año en curso.
El 21 de febrero pasado, después de concluir la visita de evaluación a Nicaragua que mandata el Artículo IV del Convenio Constitutivo del Fondo, el Directorio Ejecutivo de esa entidad mostró su acuerdo, “en términos generales”, con las decisiones del Banco Central de Nicaragua (BCN), tendientes a proteger a la banca nacional, así como con aquellas tomadas en materia fiscal.
“Sin embargo, en vista de la persistencia de las vulnerabilidades internas y externas, hicieron hincapié en la importancia de medidas encaminadas a preservar la estabilidad macroeconómica y financiera y restablecer la confianza”, señala la evaluación del directorio ejecutivo.
También recalcaron que “el compromiso con políticas prudentes seguirá siendo importante. La atención al diseño y la comunicación de las reformas también será crucial para su aceptación social”, tal como cuando le indicaron a Ortega que las reformas a la seguridad social requerían de amplia participación y consenso “con los estamentos sociales que se verán afectados”.
Las reformas de abril de 2018 fueron el detonante para la crisis política actual, y aunque tuvieron que ser derogadas en una primera instancia, al final, la maquinaria oficialista en la Asamblea Nacional, terminó imponiendo una versión más amplia del mismo proyecto de reformas.
FMI sobre Nicaragua: Mejoren el clima de negocios
Los directores consideraron que “la posición fiscal esbozada en el presupuesto 2020 es adecuada para apoyar la recuperación económica”, a la vez que “destacaron la importancia de reequilibrar el gasto público a corto plazo”, para contar con recursos que permitan financiar “programas sociales clave e inversiones eficientes”.
También advirtieron de la necesidad de reducir paulatinamente el déficit fiscal para asegurar la sostenibilidad a mediano plazo, e implementar reformas para fortalecer la posición financiera de las empresas estatales y del INSS. En ese sentido, destacan que “se necesitará mayor transparencia fiscal” para evaluar los riesgos y mejorar la gobernanza en esa materia.
Al analizar la situación del sistema financiero nacional, señalaron su beneplácito por la forma en que se pudieron mitigar los daños, pero advierten de los riesgos que plantea el elevado nivel de activos en mora.
Los directores estuvieron de acuerdo con las reformas a las leyes en contra del lavado de activos, y el financiamiento del terrorismo, “pero hicieron hincapié en la necesidad de incrementar los esfuerzos para asegurar su implementación efectiva”.
Finalmente, recomendaron “la implementación resuelta de las reformas estructurales encaminadas a restablecer la confianza de los inversionistas y mejorar el clima de negocios, en consulta con las principales partes interesadas”, y a “mejorar la calidad y la puntualidad de los datos económicos”, ofreciendo siempre su asistencia técnica.