18 de enero 2020
Managua-. El Movimiento Campesino de Nicaragua denunció este viernes que unos 100 habitantes de las zonas rurales del país han sido "asesinados" desde octubre pasado, supuestamente por el Gobierno del presidente Daniel Ortega, en el marco de la sangrienta crisis sociopolítica local.
"Desde octubre llevamos 100 campesinos asesinados en el campo, ya en lo que va del año (2020) son 7 u 8 que van asesinados, y no es tanto los asesinados, sino que están siendo torturados", dijo el líder del Movimiento Campesino, Lener Fonseca.
De confirmarse la cifra, elevaría de forma notable el total de 328 muertos registrados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), o los 651 referidos por organizaciones humanitarias locales.
La mayoría de víctimas perdieron la vida en ataques armados contra ciudades bajo mayor rebelión en 2018 o como consecuencia de ejecuciones extrajudiciales desde entonces, según los organismos humanitarios, pero el caso de los campesinos lleva décadas.
Según Fonseca, el fin del conflicto interno en 1990 no se tradujo en paz para los campesinos, pues sostiene que los jefes de la extinta Contra continuaron siendo "asesinados" a manos de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional, que tienen raíces sandinistas.
Los dos casos más recientes ocurrieron la semana pasada, un campesino apareció decapitado y otro fue asesinado frente a su familia, sin que las autoridades reportaran los casos, a pesar de las denuncias con fotos y vídeos.
"El Ejército de Nicaragua es el que tiene que ver, o la Policía, porque aquí no hay unos terceros armados, tienen que ser el Ejército o la Policía", sostuvo Fonseca.
El líder del Movimiento Campesino, que mantuvo marchas masivas contra Ortega desde 2013, sostiene que los grupos paramilitares nacidos a raíz de la insurrección contra de abril de 2018, son militares o agentes policiales, tal como lo ha reconocido el jefe de la Policía Nacional, Francisco Díaz.
"El campesinado mira pasar Ejército, lo miran en diferentes lugares, a veces pasan por un lugar y van vestidos de Ejército, pasan por otro lugar y van vestidos de policías, en otro lugar van de civiles, es la misma cosa, por eso acusamos a las dos instancias, a la Policía y al Ejército", reiteró Fonseca.
A juicio del líder opositor, las diferencias entre los campesinos y el sandinismo se deben a que "este régimen no quiere que nadie alce la voz en contra de él (Ortega). El campesinado nunca hemos creído en el socialismo, porque a nosotros nos gusta trabajar nuestra tierra sin depender de nadie, en libertad".
Actualmente en Nicaragua existe una estricta prohibición de muestras de rechazo hacia Ortega, así como de alzar la bandera de Nicaragua, cantar el himno nacional, y en menor combinar ropa con los colores distintivos del país, pese a que la disposición atenta contra la Constitución, según los expertos. Nicaragua no vivía una crisis similar desde los años 1980 a 1990, también con Ortega en la Presidencia.