21 de noviembre 2021
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Después de más de 95 días sin verle, Ana Chamorro de Holmann tuvo la alegría de reencontrarse con su hijo, el prisionero político Juan Lorenzo Holmann, gerente general del diario La Prensa. Doña Anita, de 94 años, llegó a las instalaciones de la Dirección de Auxilio Judicial conocidas como “el nuevo Chipote”, este miércoles 17 de noviembre, cuando se dio la tercera visita de Holmann, tras más de 90 días de encarcelamiento.
Holmann es uno de los 39 presos políticos del régimen Ortega Murillo, que desató una fuerte oleada represiva a partir de mayo de este año, arrestando a siete aspirantes presidenciales opositores, empresarios, líderes cívicos, defensores de derechos humanos, exdiplomáticos y periodistas, la mayoría acusados por conspiración y traición a la patria. A algunos se les acusa de lavado de dinero, como es el caso de Holmann, detenido arbitrariamente el 14 de agosto —este domingo cumple 99 días preso—, después del allanamiento ilegal del Diario La Prensa, medio de comunicación crítico del régimen que continúa ocupado por la Policía Nacional.
En la entrevista doña Anita insiste en la inocencia de su hijo y del diario más antiguo del país, que forma parte de su patrimonio familiar y que ha sido atacado insistentemente por el Gobierno, reteniéndole el material de impresión en varias ocasiones y finalmente ocupándolo, impidiendo así la circulación del único medio de papel que quedaba en el país.
Chamorro demanda atención médica adecuada para su hijo, que tiene problemas de visión en uno de sus ojos y una condición cardiaca que requiere exámenes y valoraciones especializadas, también pide que las visitas familiares sean más frecuentes, pero sobre todo pide la libertad de todos los presos políticos.
¿Cómo se sintió después de ver a su hijo Juan Lorenzo en la cárcel?
Fijate que muy bien, porque yo lo ansié tanto ese momento, que no lloré ni nada, porque los dos nos abrazamos tan efusivamente, como mi hijo menor que es él... Me dice que no me pase nada porque él quiere encontrarme viva y que entonces eso me va a agradecer, que me cuide, para que esté viva cuando él salga.
Este paso que di, de ver a mi hijo después de 95 días de estar preso, es muy significativo para mí.
Él está muy contento de que está La Prensa digital funcionando y que todo mundo la está oyendo, hasta le brillan los ojos cuando habla de eso.
¿Cómo fue la logística de entrada para poder verlo, a usted la requisaron?
Se para uno en un lugar, de ahí te ponen en un busito, hasta que llegamos a otro ambiente que es donde está él. Me registraron así el brasier, toda la orilla y hasta el pantalón, pero con mucho respeto, me explicaron que eran requisitos y no sé qué.
Entonces ahí nos sentaron, en una mesa, y estábamos su esposa Chrystal, él y yo. Nos cogimos de las manos y rezamos al Señor dándole las gracias por estar allí todos juntos y por el futuro que el Señor nos tiene preparado.
¿Cómo encontró a Juan Lorenzo? ¿Cómo lo vio?
Imaginate vos, pelo bastante largo, barba copiosa. Le di gracias a Dios que está bien. El ánimo fue lo que más me gustó como lo tiene, de confiar en el Señor. Él está con la fuerza que da la fe en el Señor y (dice) que él es su fortaleza, eso fue lo primero que me dijo.
Me dijo que todos los días rezan el rosario y rezan en la tarde el rosario, otra vez. Ahora lo cambiaron de celda, porque antes no podía caminar porque era tan pequeña, ya tienen inodoro, que antes no tenían.
Él no tiene frío, pero los mayores que están con él (sí tienen), que son el doctor Mauricio Díaz y (Francisco) Aguirre Sacasa. Dice que de todos aprende mucho, porque se conocen la historia de Nicaragua y lo mismo del campesino, Pedro (Mena), que de él también ha aprendido.
¿Continuaron los interrogatorios?
Sí, continúan, dice, pero él les dice, ‘qué voy a saber yo, cuéntenme ustedes que son los que saben, que están en el exterior, yo no sé nada’, dice.
La vez pasada Chrystal, la esposa de Juan Lorenzo, comentó de un problema en uno de sus ojos y otra condición cardiaca que debía atenderse él, ¿cómo siguió?
Lo llevaron donde un médico, pero ahora no lo han vuelto a llevar, porque eso necesita seguimiento. Estamos a medio palo, como dicen. No le han dado seguimiento, no lo han vuelto a llevar y eso hace bastante que fue la primera visita. Habría que puntualizar que tampoco las visitas (familiares) son periódicas y las visitas al médico, menos todavía.
Usted escuchó a Daniel Ortega, cuando dirigió su discurso de odio hacia los presos políticos. ¿Qué pensó usted al escuchar esas palabras para los reos de conciencia, incluyendo su hijo, cuando les llamó "hijos de perra"?
Eso era un insulto que se refleja en ellos mismos, enseñando su educación, su vulgaridad. Es una cosa tan inapropiada de un jefe de Estado, que todo el mundo está espantado de ese vocabulario que tiene.
A mi hijo mayor que es rubio, le decían Yegua Chela en el colegio, porque corría, él jugaba basquetbol, beisbol, Yegua Chela, le decían. Entonces le digo yo (a Juan Lorenzo): 'Pero ahora ya cambiamos, porque ahora son hijos de perra, le digo (ríe). ‘¿Ah y cómo es eso?’, (contesta Juan Lorenzo). Ya dijo Eduardo, que es el mayor, que él no cambia, que él siempre va a ser Yegua, que eso es muy ofensivo, lo que nos dijeron de las madres, le conté.
Él se puso a reír porque (yo le digo): 'Vos, ¿qué preferís?', ‘Claro que ser Yegua’, me dice. (Ríe)
¿Y qué opina usted sobre estas acusaciones que le hacen a La Prensa y a Juan Lorenzo?
Imaginate, ¿cuándo? Si nosotros hemos sido los más honestos, toda mi vida, mi papá... Completamente falso, nunca hubo lavado de dinero.
¿Cómo se despidió de su hijo?, ¿espera verlo de nuevo en la cárcel o en libertad?
Yo le dije que gracias por el esfuerzo que está haciendo por Nicaragua, que íbamos a vernos en Nicaragua libre.
Doña Anita, su familia ha recibido varios golpes fuertes en su vida, el asesinato de su hermano en 1978, la muerta de don Jaime hace unos meses, la ocupación del diario La Prensa, el encarcelamiento de Juan Lorenzo, ¿cómo resiste usted en estos momentos difíciles?
No te digo que es costumbre, pero la fuerza nos viene del Señor, de Dios, porque todos tenemos fe que esto es pasajero y como no hemos hecho nada malo, nos da esa fuerza también de defender nuestros derechos.
¿Qué le diría usted a Daniel Ortega y Rosario Murillo, que ordenaron el cierre de La Prensa y el encarcelamiento de su hijo?
Mi demanda es que todos los presos sean sueltos, para que todos seamos libres. Y a mi hijo, ¿qué culpa le van a poner, si no tiene culpa? Y a La Prensa que la devuelvan, porque ese es un trabajo honrado, honesto.
Espere la versión de video de esta entrevista en el programa Esta Semana, este domingo 21 de noviembre por nuestro canal de video en YouTube.
