12 de noviembre 2021
AA
Share
El ministro de Hacienda y Crédito Público, Iván Acosta, presentó ante la Asamblea Nacional el proyecto de ley de Presupuesto General de la República para el año 2022, en el que se reflejan ingresos por 91 542.5 millones de córdobas, y gastos totales por 91 802.2 millones, resultando un déficit antes de donaciones, de 259.7 millones, por lo que Acosta lo llamó “un presupuesto equilibrado”.
El anteproyecto fue presentado el 15 de octubre, tal como la manda la Ley de Administración Financiera y Régimen Presupuestario, pero hasta ahora, el régimen se había abstenido de presentarlo al Parlamento para su aprobación. Según el ministro, con este Presupuesto “se asegura la estabilidad social y económica” del país.
Además de incorporar un ajuste salarial del 3.0%, (menor al 5.0% de años anteriores), en el presupuesto 2022, se contempla también “disminuir el pasivo laboral por C$200.0 millones, principalmente para el Ministerio de Salud”, (Minsa). Una de las formas de “disminuir el pasivo laboral”, es despidiendo personal.
Acosta dijo que el proyecto de Presupuesto calcula un crecimiento de 6.0% para el presente año, “basado en los cálculos del Banco Central de Nicaragua”, pero que los técnicos de Hacienda pronostican que será superior al 8.0%. La más reciente proyección de The Economist Intelligence Unit cifra el crecimiento en 8.5% para este año.
Aunque los cálculos de diversos organismos internacionales indican que la economía nicaragüense crecerá a razón de 2% (y menos) en los siguientes años, el ministro Acosta indicó que el PIB nica crecerá 3.2% en 2022, “con un crecimiento promedio en el mediano plazo, de 3.7%”.
Dos fotos distintas
El presupuesto presentado da para celebrar importantes crecimientos, o para augurar que el ejercicio presupuestario del próximo año, será apenas superior al de 2021, según lo que se decida comparar.
Desde el punto de vista que eligió el Ejecutivo, los 91 542.5 millones de córdobas pautados en ingresos, superan en 13.5% (10 871.3 millones), al presupuesto aprobado para 2021, mientras que los gastos totales, calculados en 91 802.2 millones de córdobas, son mayores en 10 273.4 millones (12.6%) al monto originalmente presupuestado para todo el presente año.
El cuadro que pintan los números es muy distinto, cuando los montos propuestos para 2022, se comparan con el ejercicio presupuestario real de 2021, o sea, con el presupuesto reformado, que es el que está en ejercicio.
En este caso, los 91 542.5 millones de córdobas de ingresos esperados para 2022, apenas superan en 2.1% (1860.1 millones) los 89 682.4 millones que se están ejecutando en el presente año, mientras que los 91 802.2 millones propuestos a gastar en 2022, es inferior en 14 042.6 millones de córdobas (13.3%), a los 105 844.8 millones previstos a gastar en todo el año que está en marcha.
El documento muestra que, en 2022, la recaudación de impuestos crecerá en 9801.1 millones de córdobas, (13.1% si se le compara con el presupuesto aprobado hace un año, que era una proyección), y solo 1444.5 millones (1.7%), si se le compara con el presupuesto reformado, que es el que está en uso.
¡Contamos con su generosidad!
El régimen espera recibir desembolsos por 12 014.0 millones en 2022 (inferiores en 46.4% a las del presente año), y obtener donaciones por 1541.8 millones, lo que haría que el déficit se convirtiera en “un pequeño superávit”, dijo el ministro.
Los más de 12 000 millones de financiamiento externo neto se originan en préstamos concesionales de proyectos en ejecución, que tienen al BCIE como principal aportante, con 6065.3 millones; el BID, con 2920.1 millones; el BM, con 2025.4 millones, el Fondo Monetario Internacional (FMI), con 316.8 millones, además de Corea, FIDA, OPEC y KFW, con más de 675 millones.
En el caso de los desembolsos, estos provienen fundamentalmente, del Banco Mundial (BM), la Unión Europea, el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), Taiwán, y el Programa Mundial de Alimentos, así como otros montos menores provenientes de Kuwait y Estados Unidos; además de Unicef, FAO, OPS, y el Fondo Mundial para la Rehabilitación.
El presupuesto presentado a los diputados, cuenta con que el régimen será capaz de colocar 3587 millones de córdobas en bonos (100 millones de dólares), y que se abonarán C$1076.3 millones al INSS (la cuota de USD10 millones correspondiente a 2022, más dos cuotas adelantadas); y que se amortizarán C$537.7 millones, en concepto de bonos bancarios y bonos de capitalización.
En total, el servicio de deuda del Gobierno Central, se estima en 635.2 millones de dólares, de los que USD325.7 millones son deuda interna, y los restantes USD309.5 millones, son deuda externa.
Este presupuesto también recorta el porcentaje constitucional de 10% para los municipios, y vuelve a establecerlo en 3396.1 millones (4%), lo que asegura que la administración central, podrá disponer de los casi 5100 millones restantes, para distribuirlos a voluntad, premiando o castigando a las alcaldías.
Entre los ministerios e instituciones, el Minsa es el que recibe el mayor aumento en su partida, con 2896.1 millones de córdobas adicionales. Le siguen Transporte e Infraestructura (1065.0 millones); el Consejo Supremo Electoral (714.9); Hacienda (688.0); Universidades (616.4); Educación (514.1); la Corte (410.9); Energía y Minas (309.9); Ejército (335.1) y Policía (287.6).
Luego de la presentación, el sancionado presidente de la Asamblea Nacional, Gustavo Porras, envió el anteproyecto a la Comisión de Economía y Presupuesto, presidida por Wálmaro Gutiérrez.
