11 de noviembre 2021
Canadá acusó este jueves al presidente nicaragüense, Daniel Ortega, de sacar al país centroamericano de la “familia de las democracias del hemisferio”, durante el desarrollo de la 51 Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
La canciller canadiense, Melanie Joly, aseguró que su país está “profundamente preocupado por lo que acaba de ocurrir en Nicaragua”, en referencia a las elecciones del pasado domingo, a las que describió como “injustas” y que “no fueron libres al encarcelar a los líderes de la oposición, periodistas y miembros de sociedad civil”.
“El régimen de Daniel Ortega ha sacado a Nicaragua de la familia de las democracias del hemisferio”, esgrimió la funcionaria, quien invitó a los demás países miembros de la OEA a “no quedarnos mirando” y “tomar acciones colectivamente aquí” en la asamblea.
“Los nicaragüenses quieren un futuro justo y democrático”, señaló Joly en una intervención virtual dentro de la asamblea que se realiza a distancia por la pandemia, y en la que su país, junto a otras delegaciones han presentado un proyecto de resolución que propone que el organismo regional declare como “ilegítimas” los resultados.
Proyecto de resolución
Ese documento es firmado también por Antigua y Barbuda, Chile, Costa Rica, Ecuador, EE. UU., República Dominicana y Uruguay, y en el mismo se propone instruir al Consejo Permanente de la Organización para que se realice una “evaluación colectiva” de la situación, uno de los pasos necesarios para la suspensión de un país miembro, luego que se comprobó la ruptura del orden democrático.
Al menos 40 países han denunciado la ilegitimidad de los resultados del domingo, excepto Cuba, Rusia, Venezuela e Irán que han felicitado a Ortega sin importar las irregularidades denunciadas, ni que mantiene bajo prisión a precandidatos presidenciales, líderes cívicos y empresariales desde mayo pasado.
Joly aprovechó su turno para cargar también contra el régimen venezolano de Nicolás Maduro, aliado de Ortega, al que describió como “una muestra de lo que ocurre cuando se abandona la democracia”.
La ministra de Exteriores canadiense pidió al Gobierno de Maduro, al que se refirió como “de facto”, volver a la mesa de negociaciones con la oposición mediada por Noruega, de la que los delegados chavistas se levantaron tras la extradición del empresario colombiano, Alex Saab, señalado de ser testaferro del gobernante venezolano.
Respuesta del delegado de Nicaragua
En respuesta, el representante de Nicaragua en la 51 Asamblea General de la OEA, Michael Campbell, rechazó las “falsas declaraciones” de la representante de Canadá y manifestó que “Nicaragua se respeta”, intentando robarse la frase pronunciada hace meses por el obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, quien en su momento exigió respeto a la patria.
Álvarez es crítico del partido de Gobierno y ha denunciado la represión del régimen nicaragüense.
Campbell aprovechó para mencionar que “el mundo entero ha contemplado estupefacto los hallazgos de tumbas sin marcar de niños y niñas” en Canadá, repitiendo las descalificaciones proferidas hace meses por la vicepresidenta Rosario Murillo contra este mismo país que se ha mantenido firme denunciando los abusos de derechos humanos de la dictadura.
Sostuvo que “se estima que entre 1883 y 1996 más de 150 000 niños y niñas indígenas fueron separados de sus familias y enviados a reformatorios gubernamentales donde sufrieron todo tipo de abusos físicos y sexuales, tortura y hasta asesinatos”.
Al concluir, el funcionario nicaragüense se preguntó si “¿podrá haber democracia sin la participación plena de los pueblos originarios? ¿Podrá haber democracia sin justicia para tantas familias y comunidades indígenas?”, pero no dio ninguna explicación sobre los abusos de derechos humanos, perpetrados por el Gobierno de Nicaragua, que dejaron 328 personas asesinadas en 2018.
Con los resultados de las votaciones del domingo, en que el Consejo Supremo Electoral adjudicó 75% de los votos a Ortega, el caudillo sandinista logra un cuarto período consecutivo y el segundo continuo con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta.
Guatemala es el país anfitrión de la 51 Asamblea General de la OEA, que se desarrolla de forma virtual por segundo año consecutivo por la pandemia de la covid-19, con un escenario dominado por las cuestionadas elecciones de Nicaragua y bajo el lema “Por una América renovada”.