8 de noviembre 2021
El presidente de Estados Unidos, Joseph R. Biden Jr., calificó las votaciones de este domingo en Nicaragua como “una pantomima que no fue ni libre ni justa”, mientras anunció que su Gobierno utilizará todas las herramientas económicas y diplomáticas, en coordinación con otros miembros de la comunidad internacional, para responsabilizar al régimen de Daniel Ortega por sus abusos.
En una declaración sobre “las elecciones simuladas” del país centroamericano, Biden denunció a Ortega y su esposa Rosario Murillo, actual vicepresidenta y vocera del régimen, como autócratas que gobiernan en el país con un estilo nada diferente al que usó la familia Somoza, a la que el mismo gobernante sandinista ayudó a derrocar hace 40 años, cuando era un guerrillero.
La declaración del líder demócrata ocurre cuando se multiplican en la comunidad internacional las críticas a un proceso considerado como una farsa por los sectores críticos a Ortega, pero también cuando Biden, según fuentes legislativas estadounidenses, tendría en su despacho para firma la Ley Renacer, que endurece las sanciones contra la dictadura de Nicaragua.
Esa norma legislativa le proporciona nuevas herramientas para sancionar a Ortega y su grupo, por la negativa de brindar elecciones libres a los nicaragüenses, pero además pone bajo supervisión los créditos internacionales a los que accede el país con los organismos multilaterales y plantea la revisión sobre la participación de Nicaragua en el acuerdo de libre comercio de Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana.
Aunque Biden no se refiere específicamente al caso de la Ley Renacer, que ya completó 3 de noviembre su camino en el Congreso, expone su posición ante los abusos cometidos por Ortega.
“El encarcelamiento arbitrario de casi 40 figuras de la oposición desde mayo, incluidos siete posibles candidatos presidenciales, y el bloqueo de la participación de los partidos políticos manipularon el resultado mucho antes del día de las elecciones. Cerraron medios independientes, encerraron a periodistas y miembros del sector privado e intimidaron a las organizaciones de la sociedad civil para que cerraran sus puertas”, lamentó Biden.
El gobernante estadounidense afirmó que apoya el derecho inalienable a la autodeterminación democrática del pueblo nicaragüense y de cualquier otro país del hemisferio donde la soberanía popular se vea comprometida por la erosión de las normas democráticas, la asfixia del espacio cívico y las violaciones de las leyes fundamentales.
“La Carta Democrática Interamericana obliga al hemisferio a defender los derechos democráticos del pueblo nicaragüense. Hacemos un llamado al régimen de Ortega-Murillo para que tome medidas inmediatas para restaurar la democracia en Nicaragua y para que libere inmediata e incondicionalmente a los encarcelados injustamente por hablar en contra de los abusos y clamar por el derecho de los nicaragüenses a votar en elecciones libres y justas”, conminó.