6 de noviembre 2021
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De los catorce días que “Javier” estuvo enfermo con síntomas de covid-19, el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), solamente le reconoció cinco días de subsidio. A casi un mes de que le extendieran el reposo, la entidad pública no lo ha notificado al empleador.
Su caso es una de las consecuencias de la decisión tomada por el INSS en mayo de 2020, al prohibir la entrega de boletas de subsidio en físico cuando se tratara de pacientes sospechosos de tener covid-19 -según denunciaron varios afectados-, dejando al trabajador sin soporte para justificar su ausencia laboral.
A “Javier” le preocupa que el INSS aún no haya notificado su subsidio porque, aunque su jefe directo está consciente de la situación de salud que enfrentó, el área de Recursos Humanos ubicada en otro país debido a que la compañía es regional, le exige un documento probatorio de sus días fuera de la jornada laboral. Sin saber qué más hacer, llamó al INSS para consultar sobre su caso, pero lo único que le respondieron es que “estaban saturados”, pero que informarían a su empresa.
Un experto en temas de Seguridad Social explicó que el trabajador, efectivamente, queda en una “situación desventajosa” porque no cuenta con “ningún respaldo” sobre su reposo, y tampoco el empleador. Incluso, él conoce situaciones de empresas que tienen hasta dos meses sin recibir la notificación de subsidio de colaboradores que estuvieron de baja por sospecha de contagio de coronavirus. Cuando se trata de subsidio a causa de otras enfermedades, la persona sí recibe la boleta en el momento, explicó la fuente que solicitó omitir su identidad por temor a represalias por parte del régimen de Ortega.
Nicaragua vivió recientemente un brote de contagios de covid-19 que superó a la primera ola y generó cifras récord. Durante dos semanas de septiembre, se detectaban a diario más de cien casos positivos, reportó el Ministerio de Salud, mientras que Observatorio Ciudadano de COVID-19 estimó 1387 fallecimientos por el virus al finalizar ese mes.
En ese contexto, se dispararon los subsidios brindados a trabajadores por síntomas sospechosos de coronavirus. Diversas fuentes de empresas privadas confirmaron a CONFIDENCIAL, bajo anonimato, que decenas de colaboradores estaban en reposo por sospecha de infección de SARS-CoV-2 y que uno de los inconvenientes que enfrentaban era la notificación tardía de los subsidios por parte del INSS.
Una fuente de una empresa en Managua aseguró que, actualmente, el INSS llama para brindar insumos sobre el trabajador y notificar su ausencia, informan el número del asegurado y el periodo de descanso. Sin embargo, cuando el empleador les pregunta sobre el número de boleta, los funcionarios dicen que será emitida posteriormente y se las harán llegar de forma electrónica.
“A nosotros nos han estado reportando- actualmente- subsidios de agosto, de septiembre”, comentó la fuente, a la vez que agregó que están conscientes que el volumen de casos ha sido importante, pero es un hecho que la logística es “bien deficiente”, porque las notificaciones de reposo están llegando con bastante retraso; hay casos con un lapso de mes y medio posterior a la fecha que se extendió el subsidio al empleado.
“Algunas personas que nos llaman- a la oficina de Recursos Humanos- nos han dicho directamente que no son del área de subsidio- del INSS-, que están desde otras áreas apoyando”, confió la fuente.
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"Infección de vías respiratorias", en vez de caso sospechoso de covid-19
Además de la desprotección en la que queda el trabajador, al no contar con una boleta de subsidio que compruebe ante su empleador que no puede laborar por ser un caso probable de covid-19, la circular que publicó el INSS en mayo de 2020 indicó que en los diagnósticos de pacientes con sospecha de la enfermedad, se indicara “faringitis, otitis, laringitis, bronquitis, neumonía, o cualquier proceso respiratorio. No deben incluir ‘sospechoso de covid-19’, sin embargo, si es sospechoso, esta información puede quedar plasmada en el expediente…. El subsidio por cuarentena no existe”, señalaba.
La fuente de la empresa privada confirma que esa disposición continúa vigente. En la mayoría de los casos, los subsidios que han recibido no dicen “caso sospechoso” de covid-19, sino “infección de vías respiratorias superiores (IVRS)”, lo que evidencia una “forma de controlar el diagnóstico” y evitar tener pruebas sobre el "disparo” de casos que ocurrió, consideró.
Una fuente médica confirmó que se reporta como "infección respiratoria superior", a menos que se haga hisopado y el resultado sea positivo. Otro de los diagnósticos que utilizan para referirse a un caso sospechoso de covid-19 es "neumonía atípica".
Ocultar la realidad sobre la pandemia en el país no es posible, opina el especialista en seguridad social. Más bien, las autoridades deberían apostar por reconocer el impacto de la covid-19, tal como lo han hecho otras naciones, como una enfermedad que puede ser adquirida en el ejercicio de la ocupación, como ocurre con los trabajadores de Salud.
La política de ocultamiento de las cifras reales de contagios, fallecimientos, número de test para identificar casos covid-19, ha sido parte del manejo de la pandemia implementada por el Ministerio de Salud (Minsa) desde que se conoció el primer caso, el cual ha sido muy cuestionado por médicos independientes, organismos de Salud y de derechos humanos locales e internacionales.
