29 de octubre 2021
El Banco Central de Nicaragua (BCN), alcanzó nuevas cotas de optimismo, al elevar su previsión de crecimiento del producto interno bruto (PIB), para 2021, el que ahora oscila entre 6% y 8%, dejando atrás sus proyecciones iniciales, que lo situaban entre 4% y 6%, y la posterior, que lo ubicaba entre 5% y 7%, luego de observar que el PIB del segundo trimestre creció 16.7% interanual, y que el primer semestre acumuló un crecimiento de 9.9%.
Los cálculos de diversas organizaciones indican que este año, el PIB nicaragüense crecerá de forma significativa, entre ellas S & P Global y The Economist Intelligence Unit (ambos con 6.0%), el Banco Mundial (BM, con 5.5%), el Fondo Monetario Internacional (FMI, 5.0%), antes de descender nuevamente en 2022, y los años subsiguientes.
Según el Estado de la Economía y Perspectivas, elaborado por el BCN, fechado a octubre de 2021, “la rápida recuperación posterior a la pandemia ocurrió en 2020 porque Nicaragua mantuvo una política de libre movilidad sin confinamiento forzado, para facilitar la actividad económica de los pequeños y medianos negocios”, lo que, en la práctica, muestra que en Nicaragua se priorizó la economía, por sobre la salud de los ciudadanos.
“En 2021, la rápida recuperación ocurre por el avance del proceso de vacunación, una política fiscal balanceada y la promoción de la estabilidad financiera, que mejoraron las expectativas, reactivándose la demanda y la producción”, añade el Banco, que sustenta su proyección de crecimiento en un factor externo: “la recuperación de la economía mundial, que tendrá un efecto positivo sobre la demanda de exportaciones, las remesas y el flujo privado de financiamiento”.
Dentro del terreno local, se incluyen “la recuperación del crédito”, que en realidad, marcha muy lento; “el avance de la vacunación”, que también avanza muy lenta, y “las mejores expectativas que han activado el gasto de consumo y de inversión”, a pesar del deterioro del clima de negocios, como reacción al agravamiento de la crisis política nacional, dada la decisión del régimen de encarcelar al liderazgo opositor, para ganar las votaciones del 7 de noviembre.
El órgano rector de la economía asegura que hay “una mejora significativa de la recaudación tributaria”, combinada con “una política prudente en términos de gasto, priorizando el gasto social en salud y de inversión en infraestructura productiva”.
Los datos muestran que los impuestos recaudados entre enero y agosto de 2021, tuvieron un crecimiento interanual de 29.2%, que se compara con el -1.9% a agosto de 2020, “explicado principalmente por la recuperación y dinamismo de la actividad económica, aunada con los rendimientos de la reforma tributaria del año 2019”, que como se sabe, benefició principalmente al Gobierno, en detrimento de la actividad empresarial de Nicaragua.
El aumento de la recaudación se explica principalmente por el crecimiento interanual del IR (24.6%), del IVA a las importaciones (38.7%) y del IVA doméstico, que creció a razón de 31.6%.
Más afiliados al INSS; más reservas internacionales
El empleo se estabilizó presentando una tasa de desempleo moderada. Después de haberse observado una tasa global de participación laboral en ascenso a fines del segundo semestre del año pasado, durante 2021 esta regresó al promedio, indicando que el mercado laboral aún no ha finalizado su ajuste y que la pandemia podría estar incidiendo tanto en la oferta como en la demanda laboral.
Los datos muestran que la afiliación al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) cerró septiembre con 756 152 trabajadores, lo que representa 59 327 personas más (8.5% más que en septiembre de 2020), y 32 946 cotizantes adicionales, (4.6%) a los que contaba en diciembre de 2020, “estabilizándose los crecimientos a partir de abril”.
El Banco también destaca que “el desempeño de las variables del sector monetario y fiscal continuaron favoreciendo el fortalecimiento de las reservas internacionales brutas (RIB), alcanzando en septiembre de 2021 un saldo de 4058.3 millones de dólares, lo que representó una acumulación de 846.4 millones de dólares respecto al nivel de diciembre de 2020”.
Eso se explica, en parte, por la asignación de Derechos Especiales de Giro del FMI, por el equivalente a 353.5 millones de dólares; las mayores inversiones del sistema financiero en el BCN por 307.5 millones de dólares, y la mayor transferencia de recursos de la Hacienda Pública al Banco Central, con lo que los indicadores de cobertura de las RIB mejoraron hasta alcanzar 3.63 veces la base monetaria, y sumar el equivalente a 8.46 meses de importaciones, “lo que fortalece el régimen cambiario vigente”.
Por su parte, la inflación acumulada fue de 3.49% a septiembre de 2021 (0.63% a septiembre de 2020) y la inflación interanual creció en 5.86% (2.81% en septiembre de 2020), fundamentalmente por los 2.76 puntos porcentuales que aportó la división de alimentos y bebidas, y los 0.92 puntos porcentuales de la categoría ‘transporte’.
El Informe muestra también que, en septiembre de 2021, los depósitos en el sistema bancario crecieron 14.1% interanual, “reflejando una dinámica favorable de captación de fondos desde diciembre de 2019”, mientras el crédito bancario creció 3.1%. La cartera vencida y en cobro judicial se redujo, pero sigue representando el 3% de la cartera bruta.
Finalmente, la cartera de crédito de las microfinancieras cerró el primer semestre con un saldo de cartera de crédito bruta de 8334.3 millones de córdobas, superior en 10.4%, a los 7550.9 millones acumulados al primer trimestre de 2021, con una mora de 4.1% de la cartera bruta, inferior al 4.4% registrado en el primer trimestre 2021.