28 de octubre 2021
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Daniel Ortega nuevamente convocó cadena nacional de radio y televisión a menos de dos semanas de las votaciones del 7 de noviembre para anunciar un acuerdo de delimitación fronteriza entre Nicaragua y Honduras, en cumplimiento a las resoluciones de la Corte Internacional de Justicia de La Haya de 2007.
El acuerdo fue firmado por el mismo Ortega y el presidente hondureño Juan Orlando Hernández, en un acto que se llevó a cabo en la Casa de Gobierno, que el régimen bautizó como Casa de los Pueblos se denomina: Tratado entre Nicaragua y Honduras en el Mar Caribe y aguas afueras en el Golfo de Fonseca, y establece las delimitaciones fronterizas en mar y tierra establecidas por La Haya, y abriría las puertas para una explotación conjunta de los recursos de la zona.
Ortega calificó el acuerdo como “histórico” y dijo que El Salvador fue invitado a participar de la firma, pero que no hubo respuesta del Gobierno de Nayib Bukele, el cual mantiene una postura de distanciamiento del régimen.
“Ha sido difícil trabajar en esa dirección. Con Honduras hemos logrado unir voluntades, ha habido dificultades con los hermanos salvadoreños, con el gobierno de El Salvador. Nosotros invitamos lógicamente al Gobierno de El Salvador a sumarse a este esfuerzo, porque El Salvador también está en la obligación de ponerse de acuerdo con Honduras y Nicaragua para delimitar la zona”, dijo Ortega.
En cambio, Ortega y Juan Orlando Hernández mantienen una estrecha relación de cordialidad y reconocimiento político. El mandatario hondureño ha sido el último jefe de Gobierno que ha hecho visitas oficiales y de trabajo a Nicaragua, desde que se dieron las protestas sociales en 2018, las que fueron reprimidas con violencia por el régimen.
En la última sesión del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), Honduras se abstuvo en la votación de una resolución que pedía la liberación de los presos políticos y la participación del organismo como observador electoral.
Durante su comparecencia, Ortega no se refirió a otros temas y en su breve intervención se enfocó en destacar el “carácter integracionista”, del acuerdo firmado con Honduras y como él mismo validaba las sentencias establecidas por la Corte Internacional de La Haya.
Fue Ortega quien se encargó de dar lectura del acuerdo, que entre sus puntos más destacados, refirió que en cumplimiento de la resolución de La Haya del 8 de octubre de 2007 que delimitó las fronteras terrestre y marítimas, Honduras y Nicaragua “ negociaron de buena fe llegaron la delimitación territorial de la porción de mar remanente entre el punto de la frontera terrestre establecido por el Laudo del Rey de España de 1906 y el punto de la frontera marítima establecida por el fallo de la Corte”.
Estos acuerdos tendrán que ser ratificados por los órganos legislativos de cada país y serán revisados cada 10 años por una comisión técnica mixta conformada por técnicos de ambos países.
Juan Orlando Hernández, quien está en la fase final de su Gobierno, destacó los beneficios económicos del tratado firmado con Nicaragua para Honduras, ya que, según el mandatario, estos acuerdos de complementan con proyectos desarrollados con fondos del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), como un canal seco que está a punto de culminar y el desarrollo del puerta de Amapala, en el Pacífico hondureño.
En referencia a lo que denominó “las nuevas vías de interconexión en Honduras”, Hernández invitó a los comerciantes nicaragüenses a que aprovechen la salida al Atlántico que representa Puerto Cortés, como parte del “espíritu de unidad centroamericana” que representa el acuerdo firmado con Nicaragua.
Hernández reveló que Nicaragua también presentó al BCIE una cartera de proyectos vinculados a este tratado para desarrollar económicamente la frontera terrestre con Honduras y el Golfo de Fonseca. Sin embargo, Ortega no dio detalles de cuáles serían estos proyectos.
Tercera intervención en “campaña electoral”
Esta es la tercera ocasión en la que Ortega aparece cadena nacional de radio y y televisión en medio de una gris “campaña electoral”, el cual busca, con el apoyo de cinco partidos políticos colaboracionistas, atornillarse en el poder en unas votaciones sin transparencia ni competencia política
En su primera intervención este 5 de octubre, Ortega acusó a los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) de ser “terroristas” y cómplices de un supuesto “intento de golpe” en su contra y se quejó de las sanciones internacionales en contra de su familia y destacados operadores del régimen.
Este lunes compareció para un acto de entrega de 250 buses rusos a las cooperativas de transporte colectivo de Managua, en la que en otra breve intervención, agradeció el respaldo de Rusia con donación de estos vehículos y luego pasó la mayor parte del tiempo haciéndose selfies con sus partidarios.
En la antesala de las votaciones del 7 de noviembre, el régimen de Ortega y Rosario Murillo, su esposa, vocera y vicepresidenta, ha eliminado la competencia política. Desde el pasado mes de mayo han sido encarcelados 39 dirigentes opositores, empresarios, defensores de derechos humanos y periodistas; entre ellos los aspirantes presidenciales Cristiana Chamorro, Arturo Cruz, Félix Maradiaga, Juan Sebastián Chamorro, Miguel Mora, Medardo Mairena y Noel Vidaurre.
