17 de octubre 2021
El obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez defendió el rol de la iglesia católica frente a los ataques del régimen Ortega-Murillo afirmando que siempre están denunciando "la opresión".
“Jesús desea que la iglesia esté al lado de los demás… más bien, a los pies de los demás, para servirles. Nunca por encima, para dominarlos. Mientras otros oprimen, nosotros aliviamos y liberamos. Mientras otros aplastan, nosotros levantamos, consolamos y auxiliamos. Mientras otros reprimen y encarcelan, nosotros denunciamos la opresión, y luchamos por la liberación”, afirmó.
En su homilía pronunciada en la parroquia de Santa Ágatha, situada en Miami, (Florida), y transmitida por Facebook, Báez dijo que siempre hay “poderosos" que son "aquellos a quienes se consideran gobernantes entre los pueblos, y los dominan con tiranía, oprimen abusando de su poder", por lo que invitó a evitar toda forma de caudillismo y de autoritarismo.
Báez dijo que “alguien es grande, no por el poder que tiene, la crueldad con la que actúa, o la violencia con la que se impone, sino por su capacidad de sacrificar sus propios intereses, buscando el bienestar de todos”.
En sus monólogos más recientes, tanto Daniel Ortega como su esposa Rosario Murillo de Ortega han intensificado sus ataques en contra de los obispos de la iglesia Católica, a los que llamó “golpistas”, “terroristas”, y los acusó de bendecir la llegada de las tropas estadounidenses a Nicaragua en la década de los años 20 del siglo pasado.
En su prédica, el sacerdote instó a la grey a ser un grupo “que no vive con ambiciones de poder, que no tiene sueños de grandeza sobre los demás, que no anda tras honores y privilegios particulares”.
“La prepotencia y el deseo de dominar, nos desfigura como seres humanos, y nos aleja de Dios. Quien busca imponerse, muestra su mezquindad”, añadió.
Cultivar visión crítica
El religioso que tuvo que abandonar Nicaragua desde 2019, a llamado del papa Francisco, después que se conociera la existencia de planes para asesinarlo, opinó que los creyentes de este tiempo no deben ser ingenuos, y que deben reflexionar sobre "el modo con que se ejerce el poder en el mundo, y que a lo largo de los siglos y hasta hoy, ha hecho y sigue haciendo tanto daño".
"Jesús no quiere que sus discípulos reproduzcan la venenosa lógica de la superioridad y del dominio”, remarcó.
En su prédica, aseguró que “Jesús nos enseña que hay que tener memoria histórica, y cultivar una visión crítica, acerca de la forma en que se ejerce el poder en el mundo, porque si un pueblo no conoce su historia, o la olvida con facilidad, vuelve a cometer una y otra vez los mismos errores. Por eso, una de las armas preferidas de los poderosos para dominar, es distorsionar la historia”.
“En los pueblos que viven sin memoria histórica, el futuro es el pasado que regresa continuamente. Cuando no nos interesamos por desentrañar y denunciar los malévolos mecanismos de opresión de quienes gobiernan, nos vamos acostumbrando a ser esclavos”, alertó.
“Conocer la historia, y ver con ojos críticos la realidad… nos permite sentar las bases de una nueva convivencia, de una nueva sociedad, sin caudillismos ni autoritarismos, que provocan siempre tanta pobreza, dolor y muerte”, remarcó.
“Todo poder, entendido como imposición y dominio, es inhumano y destructor. Por eso, teniendo en cuenta el modo en que se ejerce el poder entre el mundo, Jesús nos exhorta diciéndonos: “Que no sea así entre ustedes”, agregó.
Álvarez: "Iglesia no está en los tronos"
Monseñor Rolando Álvarez, obispo de la diócesis de Matagalpa, mencionó en su homilía, también transmitida por Facebook, la singular petición de Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo al pedir que se les permitiera estar sentados “a derecha e izquierda” de Jesucristo.
Álvarez señaló cómo ambos “querían estar cerca del poder”, para pasar a aclarar de inmediato que “la iglesia no es concebida como la iglesia del poder. Una iglesia concebida como iglesia del poder, sería una iglesia mundana, y por lo tanto, no sería la iglesia de Cristo”.
“La iglesia del triunfalismo tampoco es la iglesia de las influencia, de los privilegios, la iglesia que no guste de ensuciarse las manos como se la ensucian los trabajadores, los campesinos y los obreros, la iglesia no es la de los tronos de este mundo, no busca sentarse a la derecha o a la izquierda del poderoso”, manifestó.